Hyunjin pasó a recoger a Mihye cerca de las ocho de la noche, y se sorprendió al verla. Se veía hermosa, desde su maquillaje simple pero bonito, hasta su ropa, un poco más abrigada que en otras ocasiones, pero igual de llamativa que siempre. Algo tenía claro, y es que ella sí sabía lucir su cuerpo con increíbles atuendos.
Él prometió a los papás de su amiga traerla antes de las tres de la mañana, pero algo en su interior le decía que ese tope de horario no sería un problema.
La casa de Hyori no quedaba muy lejos, eran veinte minutos caminando, así que ese fue el tiempo que demoraron en llegar al lugar. Aunque se les pasó volando, porque se entretuvieron con un juego en el que debían encontrar objetos del color que dijeran. Ocurrencias de Mihye, que siempre sorprendían de buena forma a Hyunjin.
Al llegar a su destino, llaman a la puerta. El estómago de Hyunjin cosquillea de los nervios, porque hace mucho no ve directamente a Hyori. Sí se topaban en la escuela, pero eran miradas cruzadas sin mayores interacciones. Esta vez, estaba en su casa, después de casi cuatro meses sin ir ahí.
La dueña del hogar abre la puerta, sonriendo ampliamente al reconocer a sus dos amigos.
—¡Hola! —exclama alegre, generando una tormenta de emociones -negativas en su mayoría- en el interior de Hyunjin —Pasen, pasen. Pueden dejar sus abrigos por aquí.
Luego de un incómodo intercambio de palabras, en el cual la dupla le deseó un feliz cumpleaños e hizo entrega de sus regalos, ingresaron al hogar. Dejaron sus abrigos en el lugar que Hyori les indicó, y pronto se integraron en el ambiente.
Hyori era bastante popular en la escuela, su lugar dentro del equipo de voleibol la había hecho reconocida entre sus compañeros. Por ello, no les sorprendía ver a tantas personas ahí. Desde sus compañeras de equipo, hasta alumnos de último año, habían muchos chicos de la escuela. Y, cómo no, Felix, Jisung y Jisu también estaban ahí, juntos como siempre.
Charlaron algunos segundos mientras se servían algo de beber. Hyunjin optó por un simple vaso de gaseosa, y Mihye decidió probar el mojito de frambuesa que había en una ponchera gigante.
Había mucho ruido y la música se sentía como un taladro en sus cabezas, por lo que pasado un rato, Hyunjin invitó a Mihye a ir a un lugar más tranquilo. Conocía la casa después de todo, y sabía que el patio trasero era ese sitio que buscaban.
No había nadie afuera, el frío era razón suficiente para mantenerlos dentro, por lo que ellos se aseguraron con sus abrigos antes de salir.
Tomaron asiento en el césped, dejando sus vasos cerca, pero lo suficientemente lejos para no pasarlos a llevar y derramar el contenido de estos.
—Creí que sería peor —dice de pronto Hyunjin, observando el cielo oscuro.
—Yo pensé que habría menos gente —se ríe Mihye, bebiendo de su trago —A veces olvido lo popular que es Hyori.
Hyunjin asiente, volteando la mirada para ver a su amiga. La calma que sus ojos le transmiten es algo que no logra entender en absoluto. Pero, aprovechando la instancia, siente que es momento de decir algo que hace mucho tiene guardado.
—Mihye.
—¿Sí? —pregunta ella, terminando de beber el mojito. Al finalizar, deja el vaso a un lado y le presta atención a su amigo, luciendo sonriente.
—Sólo quería darte las gracias —confiesa Hyunjin —Estos últimos meses has sido un gran apoyo para mí y estoy muy feliz de tenerte a mi lado, además de los consejos que me das, los buenos momentos que pasamos juntos y la buena amiga que eres, enserio valoro mucho el que estés conmigo pese a que soy un aburrido sufriendo siempre por lo mismo.
Mihye se ríe, negando con su cabeza. Se acerca un poco a él, para darle un abrazo a su amigo tras esas palabras, que han logrado remover algo en su interior. Hyunjin ni siquiera duda en corresponder su gesto.
Ambos notan el latido frenético de sus corazones, pero solo pueden sonreír ante ese sentimiento.
—Yo te agradezco a ti por haber confiado en mí para desahogarte —le responde sin separarse de él —Has sido un buen amigo para mí, y me alegra poder haber conocido una versión que no le muestras a mucha gente.
Se sentía como una despedida, sí, pero en el fondo, ambos sabían que era una forma de dejar de lado esos sentimientos amistosos que los tenían encadenados. Quizás, a partir de ahora, puedan sentir y vivir su amistad de otra forma.
Mihye se aleja unos centímetros, pero aún quedando lo suficientemente cerca. Hyunjin no se mueve, solo busca su mirada y pronto sus ojos se pierden en los labios de la contraria. Las ataduras se han ido, y es por ello que se puede permitir pensar en besarla.
Comienzan a acortar su distancia lentamente. Cuando sus narices se topan, Mihye se atreve a rozarlas en un tierno beso esquimal. Hyunjin ha quedado absolutamente flechado con ese gesto. Sus labios están próximos a encontrarse.
Pero la puerta del patio es abierta de golpe, y de la misma forma es que ellos se alejan.
—¡Aquí están! —es la voz de Hyori. Ella los nota algo tímidos y cae en cuenta de que ha interrumpido algo, por lo visto, íntimo —Mierda, lo siento.
Hyori vuelve dentro, pero el momento ya se ha arruinado. Hyunjin aclara su garganta, sin saber qué hacer o decir, porque se siente más confundido que nunca.
Mihye, por otro lado, decide ponerse de pie, estirando su mano derecha para invitar a Hyunjin a hacer lo mismo.
—Vamos adentro, quiero bailar —le dice ella, sonriente.
Hyunjin asiente, levantándose con su ayuda.
Ese casi beso nunca existió. Era mejor dejarlo así.
👀
ESTÁS LEYENDO
sorry, i love you • hwang hyunjin
Fanfic𝐬𝐨𝐫𝐫𝐲, 𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 | Hwang Hyunjin estaba seguro de que Lee Hyori no era nada más que su mejor amiga. Pero, cuando ella comenzó a enamorarse de uno de sus compañeros, algo se revolvió en su interior. Tal vez, y solo tal vez, sí sentía un...