sorry, i love you • hwang hyunjin

05

Hyunjin llevaba todo el día tumbado en su cama, sintiéndose tan desanimado como siempre, en ese último tiempo.

Su pobre libreta ya no tenía más espacio, por lo que se había resignado a no seguir dibujando hasta poder comprar una nueva. Mientras tanto hacía pequeños garabatos en las esquinas de sus cuadernos escolares, pero solo en clases, cuando le interesaba distraerse de que estaba bajo el mismo techo que Hyori y Seungmin.

Se sentía tan solo en ese momento, porque los fines de semana acostumbraba a pasarlos con Hyori, y si no era ese el caso, recibía quinientos mensajes de ella contándole casi todo lo que había hecho en el día. Sin embargo, desde que había iniciado su relación, se sentía dejado de lado.

Comprendía que, quizás, al estar apenas comenzando, Seungmin fuera su prioridad, y decidiera pasar el tiempo exclusivamente con él. Pero, aún así, le dolía pensar que era tan fácil abandonarlo, después de tantos años siendo como uña y mugre. Porque, habían pasado de hablar todos los días, a enviarse mensajes dos veces por semana.

Luego de pasar casi cuatro horas mirando el techo de su habitación, pensando sobre el mismo tema sin descanso, decide cambiar su panorama, tomando su teléfono para distraerse un poco.

Ingresa a Instagram, esperando ver videos que le hagan reír aunque sea un poco, pero por el contrario, lo primero con lo que se encuentra, es con las historias de Hyori. Aunque no quería verlas, el presionarla fue casi de forma inconsciente. Se lamentó de inmediato.

Era una foto, de ella y Seungmin. Estaba tomada muy de cerca, pero se notaba cómo él abrazaba su cuello mientras parecían estar recostados en la cama de la habitación de Hyori, la conocía lo suficiente para reconocerla.

Apagó la pantalla casi al instante. El nudo en la garganta apareció pocos segundos después y la frustración que sentía por dentro, salió de él mediante un llanto que había estado aguantando por días.

¿Por qué le dolía tanto? Estaba cansado de tener que evitar como fuera a Hyori, porque le dolía pensar en ella en brazos de alguien más. Se arrepentía de nunca haber notado sus sentimientos antes, de haber aceptado que eran normales y seguir adelante, cuando claramente no era así.

Y le afectaba aún más no poder decir nada. No sabía con quién podía contar para desahogarse. La única persona a la que le contaba todo lo que le pasaba, cada problema y cada alegría que tenía, era la misma que ahora le estaba causando aquel desgarrador llanto.

Ya no podía aguantarlo más.

Toma su teléfono de nuevo, buscando entre sus contactos alguien que le genere suficiente confianza, alguien que él esté seguro no se reirá y no juzgará sus sentimientos. Su lista no es demasiado amplia, por lo que pronto encuentra a quién está buscando.

"Ryu Mihye."

Desde que eran amigos, Mihye le dio tan buena vibra, que no sabía cómo explicarlo. Por ello, la necesitaba en ese momento, porque sabía que ella iba a poder contenerlo como tanto necesitaba en este momento, además de que tenían un buen nivel de confianza como para pedirle ayuda.

Sin dejar de llorar, marca su número, esperando desde el fondo de su corazón que le conteste.

—¡Jinnie, hola! —responde ella, tan alegre como siempre. Al oír un sollozo, Mihye se espanta —¿Estás bien, pasó algo? Hyunjin, respóndeme.

—Mihye, necesito hablar con alguien —expresa, secando las lágrimas que aún ruedan por sus mejillas —¿Estás libre ahora?

—Sí, tranquilo, ven a mi casa, estoy sola, podemos hablar tranquilos aquí. Te envío mi dirección, ¿está bien?

—Muchas gracias, enserio —no demora mucho en ponerse de pie para acomodarse, arreglarse un poco e irse a casa de su amiga, esperando encontrar en ella un espacio seguro, de tranquilidad.