𝐬𝐨𝐫𝐫𝐲, 𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 | Hwang Hyunjin estaba seguro de que Lee Hyori no era nada más que su mejor amiga. Pero, cuando ella comenzó a enamorarse de uno de sus compañeros, algo se revolvió en su interior.
Tal vez, y solo tal vez, sí sentía un...
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Había pasado una semana desde que Hyori rechazó a Hyunjin, y desde que Mihye fue a contenerlo a su casa.
Y en ese tiempo, Hyunjin se había puesto más distante que nunca con todos sus cercanos, incluyéndola a ella. Sin embargo, para Mihye era algo bueno, porque tenía muchos sentimientos acumulados que procesar, por lo que esos días alejados le estaban sirviendo para entender lo que sentía.
Jisu no había ido a clases ese día, como ya era costumbre. Se enfermaba seguido, sobre todo en invierno, y gracias a que su papá era médico, podía darse el lujo de no ir a la escuela, teniendo un respaldo de su resfrío.
Aquel día en particular, Mihye se sentía realmente extraña. Hace meses, Hyunjin era un amigo cercano, con quien compartía en ciertas ocasiones. Pero ahora era la persona con la que más convivía en la escuela, y fuera de ella. Su compañía era algo que le encantaba y cuando no estaban juntos se sentía raro, como si faltara una pieza en su vida.
Era un buen amigo y lo quería mucho. Pero desde la fiesta de Hyori, cada vez que pensaba en Hyunjin, lo único que se le venía a la cabeza era ese beso que nunca se pudo concretar. Ese terrible casi beso que por fin le había abierto los ojos frente a lo que sentía por él.
Una mano apoyándose en su hombro la sacan de esos pensamientos, justo a tiempo, porque estaba próxima a convertirse en un tomate rojo de la vergüenza. Se gira unos centímetros para encontrarse con Jisung, sentándose a su lado con una silla de un pupitre cercano.
—Hola —saluda él, Mihye agita su mano. Ambos ríen, porque es la tercera vez en el día que se saludan —Oye, te iba a preguntar, ¿qué pasa con Hyunjin últimamente? Lo he notado un poco extraño.
—Bueno, no ha tenido unos buenos días en términos personales —vacila, intentando encontrar las palabras adecuadas para no cagarla —Dentro de todo está bien, es solo que no ha estado en las mejores condiciones. Pero, de nuevo, es algo privado.
—Mmm... entiendo —murmura. Jisung mira a todos lados, intentando continuar su pequeño interrogatorio. No quiere sonar como un chismoso, pero la pregunta que quiere hacer no tiene otra forma de ser redactada —Yo, quería saber también, y sin ánimos de ser un entrometido, si es que tu y Hyunjin... Ya sabes, si son pareja.
Mihye ríe brevemente. Es la peor pregunta que podría escuchar en esos momentos, cuando sus sentimientos completos están profundamente alterados.
—No, no estamos juntos —explica —Sólo somos buenos amigos.
De la forma más dramática posible, ella regresa la vista hacia la ventana, volviendo al punto que estaba enfocando antes de que Jisung apareciera.
Hyunjin acapara su atención. Está sentado bajo el árbol, con su libreta de dibujos. No logra divisar qué es lo que está plasmando en ella, pero sí nota la pasión que desborda mientras dibuja, porque está ultra concentrado. No puede culparlo, después de todo, sabía que su manera de desahogar sentimientos era mediante esa libreta. Y en los últimos días, varias cosas se han ido acumulando en su interior.
—Pero, ¿ni siquiera te gusta? —nuevamente es interrumpida por Jisung.
—No voy a hablar de eso ahora —es lo único que se atreve a decir, pero al no ser una negativa, su amigo ya tiene una respuesta clara.
—Bueno, pero si en algún momento lo quieres conversar, ya sabes que estoy aquí para escucharte —informa él, poniéndose de pie y revolviendo el cabello de Mihye antes de irse de regreso a su asiento.
Mihye sonríe, peinando su pelo. Su atención vuelve a Hyunjin y no puede evitar suspirar ante la idea de que se ha alejado en un momento tan confuso par ambos.
Le gustaría poder hablar las cosas con él para aclarar todo, porque ella era así. Necesitaba conversar las cosas en lugar de callarlas, pero sabía que su amigo era diferente, por lo que respetaría su espacio.
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