sorry, i love you • hwang hyunjin

11

Hace ya un par de semanas, Hyunjin había logrado olvidarse parcialmente de la presencia de Hyori en su mismo salón. Ocurría seguido que ella entraba en su campo de visión, pero era cubierta siempre por alguien más, a veces era Jisung llegando a su pupitre para pedirle los apuntes de química, o Jisu corriendo hacia él para ocultarse tras su espalda, mientras Mihye amenazaba con golpearla por haberle rayado su libreta. Incluso Felix contribuía en esa ayuda indirecta, pues casi siempre se acercaba a él con el fin de enseñarle la nueva música que había descubierto.

En esas dos semanas tenía infinitas anécdotas relacionadas a esos cuatro siendo sus "protectores".

Los recesos seguían siendo igual de entretenidos con aquel grupo, pues siempre tenían cientos de vivencias y cosas que hacer. Pero, a decir verdad, en casi todos los almuerzos, eran Mihye y él solos. Ahora que el clima estaba más lluvioso y frío, habían comenzado a descubrir mejores espacios dentro de la escuela, por lo que pasaban la mayoría del tiempo juntos.

Algunas veces incluso saltándose las últimas clases del día, porque ninguno tenía muchas ganas de entrar a ellas. Se repetían siempre que eran malas influencias el uno para el otro, pero de igual forma terminaban pegados.

Lo pasaban bien a solas, y les encantaba estar juntos, porque sentían una conexión genuina. Misma que, a medida que más se conocían, más fuerte se volvía.

Pero esa tranquilidad que había logrado desarrollar en esas semanas, se vio esfumada aquel día martes, cuando aquellos ojos marrones que tanto extrañaba, chocaron con los suyos al comienzo del almuerzo. El perfume de Hyori invadió sus fosas nasales en cuestión de segundos.

Su corazón latía tan fuerte que ya se podía imaginar lo coloradas que estaban sus mejillas.

Creyó que la estaba superando pero, claramente, no era así.

—Hyunnie —aquel apodo se siente como una punzada en su pecho, y la sonrisa con la que viene acompañado su rostro es peor para sus sentimientos —¿Almorzamos juntos hoy? Tenemos que ponernos al día.

No quería hacerlo. Realmente no tenía ni una pizca de interés por pasar tiempo con ella, pese a la enorme cantidad de emociones que estaban desatadas en su interior por culpa suya. Sabía lo dañino que era para él estar en su presencia, debido a la horrible sensación de no poder ser correspondido.

Era consciente de que en estas situaciones, debía velar por su bienestar.

En una pequeña búsqueda, comprende que la única razón por la que Hyori ha vuelto a acercarse a él, es porque su novio ha faltado a clases. Y es cuando todos sus sentimientos desaparecen, en cuestión de segundos. Ahora algo de molestia es lo que lo está invadiendo.

No está dispuesto a ser un reemplazo para nadie.

—Lo siento, ya tengo planes con Mihye —explica, poniéndose de pie, mientras toma su teléfono del pupitre.

Ni siquiera se ha atrevido a ver el rostro de Hyori, porque sabe que eso lo va a destruir, así que, a paso rápido, se dirige al pupitre de Ryu, quien le observa con su ceño fruncido. No comprende qué hizo para hacerla molestar pero ansía respuestas.

Ambos abandonan el salón, mientras intenta preguntar con la mirada qué ocurre, de dónde proviene su enojo. En el receso anterior estaba sonriente y hasta le hizo una improvisada sesión fotográfica con su teléfono.

Cuando llegan a la cafetería, toman sus respectivos almuerzos y toman asiento en una mesa, solos. Hyunjin busca la mirada de Mihye y al encontrarla, sonríe en un intento de calmar su molestia. Ella sólo bufa, rodando sus ojos.

—¿Te hice algo? —comenzaba a preocuparse.

—¿Por qué le dijiste a Hyori que tenías planes conmigo? —cuestiona mirando a todos lados, intentando ver si es que la nombrada está cerca, se alivia al ver que no. Hyunjin es quien frunce su ceño ahora —Quiero decir, no me molesta, no me malinterpretes. Pero creí que te habría gustado pasar tiempo con ella.

—No es eso —murmura, agachando la mirada hacia su comida —No puedo estar cerca de ella, me duele siquiera verla. Es terrible porque me gusta, pero al mismo tiempo quiero que ella deje de gustarme. Y para lograr eso tengo que estar lo más lejos posible.

Mihye le oye atenta, asintiendo.

—Además, solo se acuerda de mí cuando Seungmin no está. No me gusta que me vea como una segunda opción.

—Mmm... Entiendo —dice —Perdón si te hice sentir mal, no fue mi intención.

—No, no te preocupes —Hyunjin ríe brevemente —Pero... ¿Acaso me querías dejar de lado? Porque estabas muy entusiasmada con dejarme ir con otra persona.

Ella le mira incrédula, intentando comprender por qué ha sacado esas conclusiones tan absurdas. Hyunjin no puede seguir aguantando, y se larga a reír, ganándose como respuesta a sus risas, un trozo de zanahoria sobre la preciada carne de su bandeja.

Las quejas no tardaron en llegar, así como las risas burlescas de Mihye.