Cap 4. Dumbledore.

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Durante toda una semana Dumbledore estuvo ignorando cada una de las cartas que Regulus mandaba en nombre de Severus. El viejo no quería saber sobre esos... magos oscuros en potencia, si es que no lo eran ya. No iba a ayudarlos fuera lo que fuera que necesitasen de él.

Sin embargo la última carta que recibió le hizo cambiar de parecer. Esta sí... estaba escrita por Severus, y mencionaba la profecía. La profecía de Trelawney.

Dumbledore, calmadamente (histérico) concertó una cita con el joven para esa misma tarde, en Hogwarts. No se fiaba en absoluto del chico y aunque Severus no tenía nada que hacer contra el gran Dumbledore quería tenerlo en... sus dominios.

Severus odió haber recibido respuesta por la mañana cuando la reunión sería en la tarde-noche. Le provocó tanta ansiedad durante el día que simplemente enfermó. Era como ver pasar las horas para una muerte anunciada (esperaba que no. Sorprendentemente no odiaba su vida).

De todas formas fue a la universidad, no podía permitirse faltar, y cuando llegó Charity ya lo estaba esperando fuera con dos cafés. Severus frunció el ceño. Odiaba la caridad.

-No soy pobre, ¿Sabes?-.

Una mentira como un templo. La chica rodó los ojos y le pegó flojito en el hombro.

-Se dice gracias, eres un maleducado-.

Severus murmuró algo parecido a "gracias" y se tomó el café. Era... Era justo lo que necesitaba para sus nervios. Perfecto, cafeína. ¿No tendría también un par de rayas de coca en el bolso que pudiera prestarle?

Sacó un cigarro y le ofreció a la chica aunque sabía de sobra que no fumaba.

-Marlboro testa en animales-.

Le ¿regañó? Charity. No supo como interpretarlo. Lo encendió y contestó un desinteresado "vaya, no sabía".

La chica frunció el ceño cuando lo vio llevárselo a los labios. Ahora estaba indignada.

-¿Pero te lo vas a fumar?-.

Severus se quedó perplejo. ¿Qué debía hacer con él si no?, ¿Masticarlo?

-Dijiste que testa en animales, no que esté hecho de cerdos. No voy a tirarlo ahora-.

La discusión se detuvo cuando vieron aparecer a James Potter. Severus tuvo que bajar la mirada, no porque el chico lo asustara, llevaba viéndolo toda la semana (y había sido bastante molesto) pero ahora que sabía que su bebé estaba en peligro por su culpa... No era capaz de verlo a los ojos.

Ni si quiera podía culpar al karma de algo así. "Como tú me bulleaste en el instituto yo sugiero al Señor Tenebroso que mate a tu hijo". No se veía muy equitativo.

James saludó demasiado amigable a Charity y guiño un ojo a Severus, pero este ni si quiera pudo notarlo. Miraba obsesivamente sus pies y estaba demasiado sumido en su nerviosismo como para notar algo más que los latidos de su propio corazón golpear rápido y con fuerza.

James se sintió bien al comienzo, superior a la escoria de Snape, sin embargo en seguida se le pasó la tontería y se preocupó por el hecho de... aparentemente seguir provocando ese "miedo" en Severus después de tantos años. Incluso sin... bueno, incluso sin ir en grupo. Ya no estaba con Sirius, y Remus y Peter no los respaldaban. Quizá el problema siempre había sido solo él y arrastró a sus amigos a ser unos tremendos hijos de puta.

Nah, Canuto (Pads) también lo era, él nunca necesitó empuje para eso.

Finalmente entraron y las clases pasaron de lo más normal, excepto para Severus, que llevaba una semana terrible y no estaba en lo que tenía que estar. Como siguiera así iba a suspender todo y le quitarían la beca y tendría que dejar la carrera. Ahora estaba doblemente agobiado.

Ambicioso. La Otra Cara De La Historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora