Cap 22. Harry Potter

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Harry pasó unos cuantos meses con Regulus hasta que Sirius salió de Azkaban, y cuando ya comenzaba a adaptarse a la vida en Hogwarts y sus nuevos tutores, este apareció para arrancarlo de los brazos de Regulus; de muy malas formas.

A Sirius no le hizo ninguna gracia saber que su ahijado estaba siendo atendido por Quejicus y un... Black (su hermano). Tampoco le gustó nada que se lo entregaran vestido con la equipación de Quidditch de Slytherin, ese niño prácticamente tenía escrito"propiedad de Regulus Black" por todas partes.

Obviamente Harry lloró desesperado cuando Sirius lo apartó del chico. Hacía meses que ahora vivía con ellos y a penas podía acordarse de Sirius, pasó mucho tiempo lejos para la memoria de un bebé. Todo eso enfadó muchísimo a Sirius, que lo que más le preocupaba es que esos Slytherin hubieran conseguido adoctrinar a Harry lo suficiente para que no quedara en Gryffindor.

Regulus pidió que lo trajera de vez en cuando, lo hacía por Harry, para que no fuera tan difícil separarse de ellos después de haber conseguido sentirse seguro en ese lugar. Sin embargo, también lo decía por él, iba a echar al bebé muchísimo de menos ahora que ya sabía cómo cuidarlo. Incluso había empezado a decir algunas cosas y se interesaba más su entorno, hasta le habían comprado algunos juguetes.

Sirius había pensado mucho en Regulus durante su estancia en Azkaban, sin embargo era verlo y que todos los malos recuerdos viniera de golpe. No conseguía ser amable con él, menos ahora que lo veía... feliz y seguro. Hacía unos meses había sido más fácil porque el chico parecía asustado e inseguro, recordaba como temblaba y se ponía nervioso por simplemente hablar. Pero ahora... Se veía contento de vivir en Hogwarts y estar con Severus y Harry, y por alguna razón eso no le gustó a Sirius, que había pasado el último medio año muriendo de hambre en Azkaban después de que asesinaran a sus mejores amigos y su prometido desapareciera, por no mencionar la traición de Peter.

No le parecía justo que fuera él quien estuviera sufriendo mientras que Regulus parecía... disfrutar de la vida, por lo que quitarle a Harry era una pequeña venganza de la que estaba disfrutando. Sirius no tenía ni idea de lo que Regulus había pasado los últimos meses, y tampoco tenía intención de saberlo.

Se llevó al niño y la moto que Hagrid le había guardado muy amablemente durante su estancia en la cárcel. El guardián se había encargado de protegerla de la lluvia y tenerla apunto e impecable para cuando Sirius regresara, aunque este no se molestó en darle ni si quiera las gracias. Estaba muy enfadado para molestarse en ser amable, no era como si le saliera de forma natural.

Cuando llegaron a la nueva casa de Harry (la antigua casa de Remus y Sirius)  lo primero que hizo el hombre fue servirse una copa y romper el espejo de la entrada de un puñetazo. No había soportado que lo primero que vio al entrar a la casa fuera la estantería de Moony vacía. Se había llevado todas sus cosas; sus libros, su ropa... Había dejado el tocadiscos y los vinilos (casi todos) junto con un post-it.

"No eres merecedor de Bowie :)
-R.J.L"

Harry lloraba en silencio porque estaba muy asustado, quería volver con Regulus y su novio gótico mal humorado. Ya no se acordaba demasiado bien de sus padres reales y esos dos homosexuales deprimidos fueron todo lo que tuvo durante meses.

Sirius se agachó a su altura y le limpió las lágrimas. No tenía humor para cuidar de un crío, sin embargo ese era el de James; su hermano, y no quería hacerle pasar un mal rato.

-¿Cómo te has hecho eso?-.

La cicatriz, no recordaba que la tuviera. Caía como un relámpago desde su frente hasta casi su nariz, atravesando una de sus cejas. Era delgada y blanca, contrastaba con la piel ligeramente morena de Harry, por lo que era muy notable. Iba a ser difícil que pasara desapercibido en el futuro.

Ambicioso. La Otra Cara De La Historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora