Cap 21. Draco Malfoy.

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Narcissa estuvo de acuerdo en llevar a Draco, pero evidentemente ella estuvo presente. No iba a dejar a su príncipe solo con esos dos niños incompetentes, por mucho que los quisiera.

Draco era un niño precioso, pero también egoísta y consentido. No le gustó ver a otro mocoso tratando de conseguir la atención de su propia madre.

Tampoco le gustó que estuviera sucio y oliera feo. Y se puso histérico cuando Harry tuvo la intención de tocar sus juguetes.

Severus estaba muy estresado como para intervenir. No le gustaban los críos, hacían mucho ruido y era dificilísimo entenderlos. Regulus sin embargo entendía la situación perfectamente, y no le gustaba que Draco estuviera siendo un matón con su bebé.

-Tenemos que conseguirle juguetes a Harry-.

Murmuró. No había pensado en eso antes, ambos niños tenían casi un año pero como Harry nunca hacía o decía nada Regulus pensó que así funcionaban los bebés. Se dio cuenta de que no cuando vio a Draco tratar de... interactuar con el enterno. Incluso, con esfuerzo, decía algunas palabras. ¿Por qué entonces su bebé no decía nada?, ¿Sería tonto?

Quizá estaba demasiado traumatizado por haber visto a su madre morir frente a él y luego haber sido casi asesinado, y luego ver como uno de los mejores amigos de su papá lloraba en el suelo junto al cadáver de su madre mientras el otro se cortaba un dedo y se transformaba en rata. Quizá fue todo eso.

Narcissa trató de tranquilizar a Draco, hacía unos esfuerzos inhumanos por  enseñarle a ser un buen chico, pero con Lucius ejerciendo de padre era imposible. Lo malcriaba; hacía creer a Draco que ellos estaban por encima de todo y aunque fuera todavía un bebé ya empezaban a verse los resultados de ese tipo de crianza.

Llegaron al acuerdo, después de largo rato, de qué compartiría sus juguetes, a excepción del dragón. Draco tenía una obsesión con ese peluche, era su muñeco de apego. Narcissa no era capaz de recordar de dónde había salido y le preocupaba, pues cada vez que Draco lo perdía durante unos minutos entraba en absoluto pánico y se ponía histérico. Necesitaban urgentemente uno de repuesto.

Severus se lo había regalado. Él lo recordaba perfectamente porque había sido hacía casi un año, cuando a penas tenían dinero para comprar comida y hacía pociones sin descanso para la tienducha del callejón Knockturn. Había sido difícil conseguir un regalo decente que se ajustara a su presupuesto, y le hacía especial gracia el hecho de que fuera un peluche muggle, pero eso los Malfoy no lo sabían.

Harry sin embargo no tenía interés en jugar más allá de echar un vistazo a las cosas de Draco. Estaba completamente deprimido, y si bien la visita de otro niño de su edad le había levantado un poco el ánimo, no estaba en condiciones de interesarse por juegos. Como mucho, quería estar en brazos de Narcissa y descansar tratando de convencerse de que esa era su mamá.

Draco trató de regalarle todos sus juguetes (a excepción del dragón) con tal de que se alejara de la mujer, no podía soportarlo. Tenía un año y ya era el hombre más tóxico sobre la faz de la tierra. No podía permitir que otro niño estuviera cerca de su madre.

-Draco, basta. Los padres de Harry están muertos. ¿Sabes que pasará si tus padres mueren?, que te quedas conmigo. ¿Quieres quedarte conmigo?, ¿No, verdad?, pues deja en paz a Harry y no los mataré-.

Todos miraron atónitos a Severus, que había abierto la boca por primera vez desde que Narcissa y Draco llegaron.

-¡Severus!-.

Lo regañó Narcissa. Draco probablemente no había entendido ni la mitad de las palabras, pero de alguna forma había funcionado y ahora estaba aterrado. Él no quería vivir con su tío Severus, le daba un montón de miedo en ocasiones.

Llevó a Harry con Narcissa en señal de paz. Había captado el mensaje. Severus sonrió, vaya, era divertido atormentar a los niños, podría acostumbrarse a eso si iban a ser tan obedientes.

La visita terminó no mucho después de eso. Severus se llevó una buena bronca en privado por parte de Narcissa que concluyó preguntándole si necesitaban algo o querían quedarse en la mansión. Estaba muy preocupada por él y por Regulus, que era el menor de sus primos. Y ahora con el bebé... estaba claro que necesitaban ayuda.

Severus tuvo que recharzalo, no podían irse del castillo porque Dumbledore no los dejaba. Se sentían como prisioneros de guerra, aunque quizá eso era un poco exagerado. Podían salir siempre que avisaran (obviamente, pues eran mortifagos y estaban bajo la custodia del hombre) y no se llevaran al niño.

-Tienes que bañar a Harry, está todo sucio, no como Draco-.

Señaló Severus cuando se quedó a solas con Regulus y el bebé.

-Pero Sev... es que James era moreno-.

Susurró Regulus y Severus se rió a carcajadas. ¿Qué tendría que ver que Harry estuviera todo sucio con que fuera más moreno que Malfoy?, obviamente no se estaba refiriendo a eso.

-Has bañado a Harry alguna vez desde que te lo dieron, ¿verdad?-.

Regulus se quedó en silencio.

-Por Salazar, Regulus, va a enfermarse. ¿A ti no te bañaban tus padres o qué?-.

Regulus no tenía recuerdos de eso, y si alguien lo había bañado probablemente fue Kreacher, pero tenía sentido eso de que los bebés no se auto limpiaran como los gatos ahora que escuchaba a Severus decirlo en viz alta como si fuera la cosa más obvia del mundo.

-¿Pero y si se me ahoga?-.

Severus no tenía paciencia para seguir con esa conversación. Cargó por primera vez al niño y se encargó él de asearlo por muy desagradable que le pareciera. Nunca iba a tener hijos, pocas cosas tenía tan claras como esa.

-¿Ves?, no es blanco pero tampoco está lleno de mugre-.

Se lo dio a Regulus en cuanto lo secó para que el chico lo vistiera. Ahí llegó su siguiente problema, no tenían más ropa de Harry, por lo que Severus simplemente encogió con un hechizo una túnica de Slytherin para el niño. Le parecía hilarante el hecho de ver al hijo de James Potter así vestido, esperaba que estuviera retorciéndose en su tumba.

No era la ropa más cómoda del mundo para un bebé, pero ambos se habían quedado completamente atontados mirándolo, era adorable ver a Harry convertido en una pequeña serpiente. Lily estaría muy enfadada desde el más a allá.

Se lo darían con esa ropa cuando tuvieran que devolvérselo a Sirius Black, seguro que le daba un ataque al corazón y se deshacían así de otro de los merodeadores.

Ambicioso. La Otra Cara De La Historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora