Ambicioso. La Otra Cara De La Historia.

Cap 15. Hagrid.

Regulus dejó de hablarle a Severus por las próximas dos semanas. Se mudó a su propia habitación, la que Dumbledore le había asignado en un principio, y empezó a pasar todo su tiempo libre lejos del chico. Estaba muy enfadado, pero también decepcionado. Lo mínimo que había esperado de Severus era ayuda para salvar a Kreacher; era como el ser vivo más importante para él en todo el mundo, después de Sirius y Severus, por supuesto.

Kreacher objetivamente lo había criado; había estado ahí para enseñarlo a andar, darle biberones, celebrar sus cumpleaños y felicitarlo por sus logros académicos y en el Quidditch. Kreacher fue literalmente una figura paterna para Regulus en una casa en la que todos lo habían ignorado, primero sus padres y según fueron creciendo también su hermano. Kreacher estuvo en sus peores momentos para curarle los golpes de Sirius y posteriormente las maldiciones de Walburga. Le debía muchísimo, y se arrepentía de haberlo dejado solo en la mansión Black, a manos de Orion, que nunca lo había tratado bien. Kreacher no quería irse, él era fiel a la familia Black y Regulus no era capaz de hacerle entender que no les debía nada; estaba en su naturaleza de elfo doméstico y no nunca aceptó irse con él.

Sin embargo ahora las cosas estaban cambiando, Kreacher no quería servir al señor Tenebroso y él no iba a permitir que le hicieran daño.

-Pero él no quiere ser liberado, nunca se lo perdonaría-.

Respondió Regulus al guardián de Hogwarts, quien le había invitado a tomar té en su cabaña. Solo aceptó porque sabía que a Severus le molestaría, a él tampoco le encantaba la condición de semigigante de Hagrid; seguía siendo un purista de la sangre.

Había decidido plantearle el tema de Kreacher adornándolo con mentiras del tipo "a un amigo le pasa esto...", "tiene un elfo doméstico...", "hay un mago oscuro...". Hagrid era brutalmente estúpido, aunque estaba en la Orden no era capaz de unir los puntos para llegar a una conclusión razonable, y él se estaba aprovechando de eso.

Además, le había enseñado un par de crías de dragones y Regulus estaba fascinado, era un gran fan de las criaturas mágicas, fiel seguidor de Newt Scamander.

A Hagrid le encantaba la compañía de Regulus. Lo había visto en alguna ocasión, durante su periodo escolar; siempre metido en el bosque oscuro arrastrando con él al ahora joven profesor Snape. Los slytherin siempre le suscitaban gran interés; eran misteriosos y generalmente altivos, muy curiosos. También inevitablemente lo había visto jugar a Quidditch, al menos en los partidos Slytherin vs Gryffindor, que eran los que a Hagrid le interesaban.

Recordaba especialmente un día en el que Regulus Black se había peleado en el campo de Quidditch, durante el partido, con el cazador de Gryffindor; James Potter. También recordaba como la cosa había escalado hasta llegar a pegarse a puñetazo limpio en los vestuarios. Ni siquiera podía recordar quién había ganado aquel partido, solo como separó al chico de los otros dos niños mayores; James y Sirius Black, que habían salido bastante mejor parados de la pelea. Era lo que tenían los 2 vs 1, especialmente cuando el que va solo es tu hermano pequeño. Hagrid no tuvo corazón para acusar a los dos chicos de Gryffindor para que McGonagall tomara medidas (les castigara y quitara puntos de la casa) y Regulus se negó a que lo acompañara a la enfermería, era orgulloso y tenía el ego dolido.

Parecía haber cambiado desde aquella vez, ya no se le veía tan confiado de sí mismo y tenía más cuidado con las cosas que decía, especialmente aquellas sobre la pureza de la sangre. Algo le decía a Hagrid que el chico no había cambiado mucho de mentalidad, sin embargo parecía más prudente. No necesitaba más enemigos de los que actualmente tenía.

Le dio un par de consejos más sobre lo que "su amigo" debería hacer con el elfo doméstico y Regulus los catalogó mentalmente como "basura", decidió no hacer caso a lo que Hagrid y Severus le decían y lanzarse a la posibilidad de morir él y su mejor amigo/elfo entre terrible sufrimiento.

Confió en que ordenar a Kreacher "volver de la misión" sería suficiente para mantenerlo con vida, y así fue. El elfo llevó a cabo la misión encomendada por Voldemort y regresó para contarle a Regulus todo lo que había pasado, sin embargo en muy malas condiciones por haber tenido que beber la "poción de la desesperación". Kreacher le habló a Regulus sobre el guardapelo y los inferi, pero nada de eso sirvió para disipar la idea del chico sobre volver él mismo a la cueva y destruir el horrocrux en venganaza. No era que él exactamente estuviera en contra de Voldemort y sus ideales y por eso quisiera destruir un fragmento de su alma... era más bien que había hecho daño a su pobre y obediente elfo doméstico y no podía permitir eso.

Encargó a Kreacher conseguir un guardapelo igual al que había utilizado el señor Tenebroso y él fue a buscar información sobre los inferi en los libros. Descubrió que eran débiles ante el calor y la luz, por lo que estuvo practicando esos hechizos durante días hasta que Kreacher consiguió la réplica perfecta.

Estaba decidido a hacerlo cuando Dumbledore intervino y frustró sus planes.

-¿Algo que deba saber, joven Regulus?-.

Reg dudó unos segundos, realmente todo sería más fácil si le decía a Dumbledore; él estaría de acuerdo en conseguir y destruir el horrocrux de Voldemort.

Estuvo tan, pero tan de acuerdo, que los mandó a ambos a hacerlo; a él y a Snape. Los dos juntitos, a la cueva, a beber la poción, conseguir el guardapelo, luchar contra los inferi y después destruirlo si es que conseguían sobrevivir a todo lo anterior.

Regulus se arrepintió de haber abierto la boca en el momento, no quería meter en problemas a Sev. Había querido encargarse él solo, y sabía que ahora el chico se enfadaría.

De hecho, Severus se enfadó tanto con Regulus que optó por no verlo en los siguientes días, sabía que no sería capaz de contenerse y lo trataría tan mal como se merecía por haberlos metido en esa misión suicida. Cuando estuvo mentalmente preparado dejó una nota en la habitación de Regulus, por debajo de la puerta.

"Salimos en una hora. Nos llevamos a tu puto elfo doméstico. Fd: S.P."