In any Life, In any World [TodoDeku]

🦇Strigoi🦇

IzuShou establecido

"Entonces dime lo que piensas ¿Nos encuentras hermosos y mágicos? ¿Nuestra piel blanca, nuestros ojos feroces?"

Shoto puede ser paciente, la mayor parte del tiempo y con las condiciones adecuadas.

Es algo que ha aprendido con los años, una habilidad desarrollada por exposición obligada. Sin embargo ciertas... combinaciones de sus amigos suelen acabar rápidamente con su batería social.

Ashido y Aoyama juntos era por mucho una de esas combinaciones para las cuales necesitaba semanas de preparación, y al menos un mes para recuperarse.

Es su culpa, si se lo preguntan. Debió ir y lucir miserable frente a la puerta de Yaoyorozu, o Iida, o Uraraka... diablos, incluso Bakugo hubiera sido una mejor opción; y no quedarse en la sala común, expuesto y vulnerable ante cualquiera que cruzara la entrada de los dormitorios.

No lo malentiendan, no es que sea un desagradecido, pero... justo ahora, se siente bastante estúpido.

Es una verdad universalmente conocida, que Izuku Midoriya es un fanático del horror y el misterio. Así como el hecho de que Shoto Todoroki pondría cualquier excusa apenas creíble para evitar verse involucrado en cualquier cosa que sugiera terror.

Por lo que, Halloween es -oficialmente- la festividad menos favorita de Shoto.

Pero Shoto es un buen novio (el mejor, según Izuku); Izuku ama Halloween y Shoto ama a Izuku, entonces, sí asistir a la tonta fiesta de disfraces que el salón estaba planeando iba a hacerlo feliz, entonces Shoto con mucho gusto se obligaría a acompañarlo.

Más que eso, decidió que quería impresionarlo con su disfraz, confiando plenamente en la fascinación que Izuku tenía por ciertos monstruos chupasangre.

El problema empezó una vez que recordó su casi nula imaginación, y sus deprimentes habilidades manuales. Y cuando su primera reacción fue ir en busca de Izuku para pedir ayuda supo que estaba perdido. Fue ahí cuando Mina y Aoyama lo encontraron lamentándose en medio de su miseria.

Su segundo error fue contarles su situación.

Entonces ahora está aquí, esperando a que los chicos arrastren a su lindo novio hasta él y pueda mostrarle de una buena vez lo bien que puede representar a un vampiro.

Pero aunque no quiera aceptarlo, hay un ligero nerviosismo revolviendo su estómago.

Su vestimenta no es muy distinta a lo que suele usar normalmente; una camisa de color neutro, jeans y una chaqueta oscura. Sus dedos encuentran un mechón de su cabello detrás de su oreja, sintiéndose un poco extraño al tener su frente tan descubierta con su cabello demasiado rígido para su gusto gracias a los productos que Mina usó en él para peinarlo.

Siente que es algo extraño en realidad. ¿No se supone que Drácula (o cualquier ser parecido) debería verse más... terrorífico?

Había revisado vagamente los sosos disfraces que vendían en línea, y sin duda no se parecían en nada a lo que vestía ahora. Lo único que realmente hacía alegoría a un vampiro eran las prótesis (muy bien hechas cabe resaltar) que Aoyama había colocado en los dos caninos superiores en su boca.