Future AU
Siempre hay algo nostálgico cada fin de año, eso que te hace recordar todo lo pasado, todo lo vivido
Un año nuevo aproximándose trae muchos sentimientos encontrados. Algunos tristes, por saber que el tiempo pasa tan rápido sin ser conscientes, otros de esperanza, porque un nuevo año puede traer mejores cosas.
Shoto suele divagar más allá del año que acaba, las fiestas decembrinas siempre evocan recuerdos de su pasado.
Los más dolorosos, los de su niñez. Esos fríos diciembres, alejado de su madre, sin el cariño de sus hermanos, cuando no sabía lo que una familia significaba.
Luego, no hay nada relevante hasta su adolescencia, cuando su vida dio un giro gracias a las palabras de la persona adecuada. La primera vez que realmente tuvo amigos con los cuales celebrar y divertirse. Cuando finalmente pudo cenar en navidad con su madre.
Recuerda ese año nuevo donde Natsuo jugó a la pelota con él por primera vez y ambos terminaron en una batalla de nieve, cuando empezó a visitar los templos con su madre y hermanos, deseando por el bienestar de sus seres queridos. O aquella cena familiar que terminó en una pelea de comida.
Luego, recuerda la primera vez que visitó un templo esta vez no con su familia, pero si con alguien tan importante para él; recuerda bien el calor de la mano y el tono rosado en su nariz y mejillas debido al frío y cómo sus rizos verduzcos atrapaban los copitos de nieve y como dejó besitos por toda su frente.
Recuerda su primer año como un pro-héroe, cuando por ser un novato recibió los turnos del 24 y 31 de diciembre porque nadie más los quería. Pero su lindo chico de pecas y bonitos ojos jade lo buscó esos dos días, y ambos comieron pastel de fresas y un capuchino caliente.
Cuando decidieron dar un paso más y mudarse juntos, recibieron el año nuevo con una taza de café instantáneo envueltos en una manta sentados en un sofá viejo, con su lado izquierdo como calefacción y un arbolito aromatizante para autos como su único adorno.
O aquel año nuevo que salieron de fiesta con sus amigos y terminaron muy borrachos tirados en una playa desconocida. O... ese 31 que tuvieron una fuerte discusión, e Izuku decidió dormir en el sofá, porque nunca sería capaz de obligarlo a él a dormir en el sofá, y al final, despertaron juntos, tirados en la alfombra de la sala de estar.
También... cuando ambos tuvieron turnos en el trabajo, de nuevo, y los fuegos artificiales anunciando la medianoche los atraparon mientras bebían un chocolate caliente de una carretilla, con sus trajes de héroe desgarrados, con heridas y raspones por todos lados.
Cuando fueron de viaje al extranjero y se perdieron, o cuando Izuku tuvo un accidente y terminaron en el hospital. Cuando él decía tonterías debido a la anestesia de una endodoncia, o cuando adoptaron un gatito callejero que se convirtió en el consentido de ambos.
—¿Qué haces cariño?— la voz dulce del amor de su vida le hace apartar la vista del estante donde todas esas fotos de ellos juntos se lucen. La mirada bicolor se topa con el jade de los ojos de Izuku.
Esos bonitos ojos que a pesar de los años siempre lucen tan vivaces y tan amables.
—Solo recordaba.
El hombre de rizos verdes, ahora también acompañados de algunos hilos plateados, se acerca con curiosidad a su lado. Sonríe también al ver las fotos, con algunas arruguitas ahora más marcadas a un costado de sus ojos.
—Ha sido una buena vida— menciona, recostando su cabeza en su hombro.
Shoto busca a tientas su mano, esa que con los años ha ganado más cicatrices, pero que tantas vidas ha salvado, y acaricia con ternura.
—Si, lo es— asiente —a tu lado cualquier cosa sería buena.
—Harás que me sonroje, Shou— Izuku sonríe tímido, con el sonrojo esparciéndose por su rostro. No importa cuantos años pasen y cuantos llevan juntos, Shoto siempre lo hace sentir como un adolescente nervioso.
—Pero es cierto... no por nada he pasado toda una vida pidiendo por otro año a tu lado.
El beso que le sigue a su sinceridad no es algo que el heterocromático se espere. Sabe que es uno de esos besos que Izuku le da cuando está avergonzado, dulce y tembloroso. Shoto sonríe, correspondiéndole al instante y preparándose para lo que Izuku le confesará después.
El pecoso se retira finalmente con un suspiro, y desvía su mirada.
—¿Me creerías... si te digo que he estado haciendo lo mismo?
La mirada gris nuboso y azul glaciar de Shoto se asienta en él con ternura, sonriéndole suavecito y con sus mejillas rosadas.
Hay tantas cosas que Shoto puede recordar, pero al final, siempre vuelve ahí, a su hogar, con la chimenea chisporroteando y las luces cálidas decorando la habitación, y su viejo gato gordo, Toshi, acurrucado en el sofá. Esa casa, donde tantas cosas ha vivido y donde espera vivir muchas más al lado de su amor.
Esa noche, cuando el reloj marca las doce, ambos piden el mismo deseo de siempre mientras alzan sus copas.
Por sí se lo preguntan, tuve en mente un TodoIzu con 50 años aprox. :3
En mi país aun es temprano pero, ¡Feliz año Nuevo!
Sé que estos últimos dos años hemos estado muuuy jodidos, pero espero que en este 2022 puedan cumplir todo lo que se propongan, que mejoren lo que quieran mejorar y cambien lo que quieran cambiar 💕✨
Y bien, con esto termina el pequeño especial Navideño u.u Sé que fueron solo 4... drabbles(?, pero espero lo hayan disfrutado, los hice con mucho amor :3
Nos vemos hasta el próximo año xdxdxd
bye :3🐯✨
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In any Life, In any World [TodoDeku]
Fanfiction"Porque este amor no tiene tiempo ni fronteras, porque este amor va más allá de mi existencia. Te voy a amar y me amarás, te amo sin principio ni final y es nuestro gran amor, mi ángel de la eternidad" -Abel Pintos [Sin Principio ni Final] ••••••••...