Capítulo XVI

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𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳.

Me odiaba.

Realmente lo hacía.

Maddy me había invitado a una cita, ella tuvo el valor de hacerlo y yo tuve que verme en la penosa necesidad de rechazar esta invitación. No porque no quisiera salir con ella, era lo que venía deseando desde hace mucho, pero simplemente no podía aceptar por ahora.

¿La razón? Georg.

Tenía que aclarar las cosas con él y hoy mismo nos reuniríamos en el parque para hablar y dejar todo en claro.

Pero por ahora me encontraba reprochándome en mi habitación, aun recordaba la mirada dolida de Maddy al oír mi respuesta, aunque intentó disimular que no pasaba nada, sabía que era todo lo contrario. Quería explicarle que debía arreglar algo antes, pero ella no me lo permitió, después había decidido salir a tocar mi guitarra al jardín con la esperanza de verla asomarse a través de su ventana.

No fue así.

¿𝑄𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑏𝑎𝑠? 𝐿𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑜𝑙𝑖𝑑𝑎.

Salgo de casa para ir rumbo al parque, no puedo evitar mirar hacia la puerta de Maddy cuando pasó por su casa y tengo la pequeña ilusión de que ella saldrá casualmente y me verá. Pero no es así, por eso sigo mi camino y le apresuró a llegar al parque.

Cuando estoy llegando, puedo ver a lo lejos a Georg sentando en una banca mientras tiene la mirada perdida. A medida que me acerco, parece notarme porque alza la mirada hacia mí, su cara es sería con la  diferencia de que esta vez lo es al grado de no saber que podría pasar por su mente.

—Hola—lo saludo, mientras tomó asiento a su lado.

—Hola—responde secamente

Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que el lo rorompe.

—No quiero tener problemas contigo—comienza—. Eres uno de mis mejores amigos y quiero que siga siendo así.

—Lo sé

—Sé lo que sientes por ella, lo tuve en claro desde el principio. También sé lo que ella siente por ti y créeme que a veces quiero darte un golpe por ser tan ciego como para no notarlo—dice—. La manera en la que ambos se miran me resulta tan impresionante.

¿El nota la manera en la que miro a Maddy? Cuando la observó, ante mis ojos ella es la chica más linda que he visto.

—Georg, sabes que necesito saberlo—él sabe a que me refiero y por eso no me mira.

Junta sus manos en un acto de nervios.

—Ella me atrae—dice finalmente—. No puedo decirte que me gusta con la misma intensidad en la que a ti te gusta, pero supongo que me agrada más que las otras chicas de mi alrededor.

—¿Por que?

—Me siento cómodo con ella, sonará tonto pero con ella puedo ser yo sin miedo a que la aburra—confiesa—. No le desagrada mi manera de ser, suele soportarme más de lo normal y ella me ve como alguien que vale la pena. Yo... yo jamás me había sentido tan bien con alguien así, supongo que ella es genial.

The Guitar Boy | Tom Kaulitz  (Tokio Hotel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora