Capítulo VIII

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𝐌𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐃𝐢𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧

—¿Un vestido simple de color negro floreado o un Rosa con brillos o este negro con cola que les enseñe?—preguntó Jane, cargando dos vestidos distintos en cada mano.

Estábamos en su habitación, después de clases habíamos decidido venir para ayudarla a escoger su atuendo para su cita de esta noche. Además, también era una excusa para pasar tiempo de calidad juntas, incluyendo a Liam.

Un momento, ¿Y Liam?

—¿Donde está Liam?—le pregunte a Jane , quien se miraba en el espejo mientras se ponía el vestido tipo Rosa con brillitos por encima.

—Seguramente está en la cocina con mamá, ella lo ama que siempre que él está aquí le pide ayuda para hornear sus famosas galletas—dice ella.

—Ahora sé que tenía razón al decir que todas las madres lo aman—me reí

Jane soltó una risita también, mientras seguía escogiendo un vestido. Norah estába a mi lado, revisando diferentes ideas para los carteles sobre el Festival, se le veía algo cansada y es que ser presidenta estudiantil no era algo fácil.

Liam entró a la habitación en ese momento, tenía un poco de harina en la mejilla y traía consigo una bandeja con jugó de naranja.

—La madre de Jane les manda esto—dice el

Cuando se sentó a mi lado, no dude en limpiarle la mejilla, el me miro y me sonrió se manera coqueta. Pues el acto había parecido algo romántico y no pude evitar sonrojarme.

—Pastelito, ¿estas coqueteando conmigo? Porqué creo que está funcionando—se burló.

Le di un almohadazo y él soltó una carcajada.

—Tonto, eres un tonto—le dije

—¿Y bien?—preguntó Jane, volviendo a mostrar los vestidos.

Liam los miro analizantes y después sonrió.

—El negro floreado es el indicado—asintió y Jane sonrió satisfecha.

Norah seguía sin hablar, soltaba suspiros de vez en cuando pero no separaba la vista de su computadora.

—El negro floreado será—suspiro Jane.

—Ya nos imagino así a los cuatro en un futuro, pero con Maddy—dijo Liam

Lo mire confundida.

—¿Conmigo?

—Sí—el asintió—.Ya sabes, escogiendo un vestido para alguna cita con Tom.

Abrí los ojos con sorpresa, él y Jane soltaron unas risitas mientras que Norah por fin nos miraba.

—Jamás pasará—murmure.

—¿Jamás escogerás un vestido para una cita?—preguntó Liam.

—Jamás tendré una cita con Tom—especifique.

Liam se cruzó de brazos.

—Yo no estaría tan seguro de eso.

Como siempre, Liam demostraba ser fan fiel y número uno de una relación imaginaria entre Tom y yo, él siempre dejaba en claro y aseguraba que entré nosotros dos pasaría algo más que una amistad.

—¿Por qué lo dices?—adopte su misma postura.

—Soy cupido, pastelito—sonrió de lado—Créeme cuando te digo que ustedes terminarán teniendo una historia de amor única, jamás me equivoco.

The Guitar Boy | Tom Kaulitz  (Tokio Hotel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora