𝐌𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐃𝐢𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧.
Oficialmente soy la Navia de Tom Kaulitz.
Por Dios, no me la puedo creer todavía y eso que aún cargo el ramo de flores que él me dio en la propuesta. Suelta un suspiro mientras entro a mi casa, me dirijo a la cocina por un jarrón con agua ya que no quiero que se marchiten Tan pronto, papá y Ryan observan el jarrón con flores que cargo para llevarlas a mi habitación.
—Son unas flores lindas, ¿Donde las consiguientes? —pregunta mi padre.
Mamá entra a la cocina con mi pequeña hermana.
—Seguramente su novio se las dio—dice mi hermano a modo de broma.
—Qué el no es su novio—le corrige papá, mientras bebe de un vaso de agua.
—Ya lo es—asiento—. Me lo ha pedido esta tarde y acepte.
Papá se ahoga con el agua y comienza a toser, Ryan abre los ojos con sorpresa y mi madre sonríe feliz.
—Felicidades, cielo—me dice—. Sabía que ocurriría un día, Tom es un gran chico.
Mi hermano se me acerca y observa nuevamente las flores con las cejas arrugadas, me mira de forma seria y se cruza de brazos mientras papá sigue tosiendo y mamá tiene que acercarse a darle palmaditas en la espalda.
—¿Flores? —pregunta mientras ve las flores no muy convencido—. Creo que era mejor darte un pay. Ve a pedírselo.
—El no es tú proveedor de pay, Ryan—niego —. Si quieres uno, entonces hazlo tú.
Él bufa y rueda los ojos.
—Es que los suyos son deliciosos—murmura para él mismo, pero lo alcanzó a oír.
Revuelvo su cabello y le doy una sonrisa, papá ya dejó de Toser y ahora me mira como si lo hubiera traicionado. El tema de los chicos es un poco delicado para él, no porque no me permite tener novio, simplemente que teme a verme lastimada por un chico y no vuelva a ser la misma de siempre.
—Entonces el vecino es tu novio—se aclara la garganta y yo asiento—. Necesito una charla con él.
—No empieces, Hunter—le advierte mamá—. No quiero que hostigues a Tom
—No se trata de hostigarlo, se trata de advertirle que si lastima a mi pequeña se las verá conmigo—mi papá se cruza de brazos y hace un puchero como si fuera algún niño pequeño—. Debo tomar mi papel como padre y decirle a Tom que mi hija es lo más sagrado para mí y que siempre debe tenerlo en cuenta o no dudare en usar la escopeta.
—No tienes una escopeta—le recuerdo.
—Pues voy a conseguir una, nadie lastimara a mi pequeña mientras yo viva—asegura.
Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla.
—El no va a lastimarme, es un Ángel y creeme que eso sería lo último que haría—afirmó.
Papá se relaja y me mira con dulzura.
—Está bién, pero si te hace llorar no dudes en decirme y conseguire esa escopeta—se ríe y yo hago lo mismo. Amo cuando se pone de ese modo, es el mejor padre de todos.
Retomo mi caminación mi habitación y pongo el jarrón en mi escritorio, le tomo una foto y se la mandó a Tom.
𝒀𝒐:𝑳𝒂𝒔 𝒑𝒖𝒔𝒆 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒊𝒐, 𝒂𝒔𝒊́ 𝒑𝒐𝒅𝒓𝒆́ 𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒚 𝒂𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒕𝒊.
ESTÁS LEYENDO
The Guitar Boy | Tom Kaulitz (Tokio Hotel)
RomanceNo se si fue la intensidad de sus ojos, oh el impacto que causaba su sonrisa en mi. Oh simplemente su esencia me encantó, pero estaba segura que me había enamorado de ese chico Todo había comenzado gracias al sonido de una melodía, desde entonces s...