𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳.
Caminaba de un lado a otro por la cocina de mi pequeño departamento, moldeando la masa en forma de pequeñas bolitas y poniéndole chispas de chocolates para después aplastarlas y darle forma a una galleta, las metí al horno y esperé paciente a que se hornearan, me distraje cuando mi celular anunció la llegada de un nuevo mensaje y me dispuse a charlar con la persona que me lo había enviado. Un olor a quemado inundó mi nariz y solté el celular para abrir el horno, un poco de humo Salió de ahí y con cuidados saqué la charola en donde reposaban las galletas quemadas.
—No puede ser—gruñí, sintiéndome triste por ver las galletas totalmente quemadas.
El timbre del apartamento sonámico a la puerta para abrir, mis ojos captaron la silueta de la hermosa chica que me esperaba tras la puerta, sus ojos lindos sin conectar con los míos ocasionando un sinfín de sensaciones que solo ella me podía hacer sentir con tan solo mirarme.
—Hola, cariño—la saludé con una sonrisa tímida, pues recordaba las galletas quemadas.
Ella sonrió y se acercó a mí para darme un pequeño beso que sin duda me removió todo el interior.
—Hola—saludo ella—.Estaba ansiosa por verte.
Me hizo un lado para que pudiera entrar, vi como arrugo su nariz a recibir el olor a quemado y se dirigió hacia la cocina, su mirada cayó en la charola en donde se encontraban mi desastroso intento de galletas.
—Yo... Intente hacer las galletas que tanto amas que Liam prepara—comencé a explicar—. Le pedí la receta porque él sabía que vendrías y quería sorprenderte.
Rasqué mi nuca a modo de vergüenza, podía sentir mi cara totalmente roja ya que claramente no había sorprendido a mi chica.
—¿Intentaste hacer las galletas por mí? —preguntó y yo asenti, ella se acercó a mí y rodeó sus brazos en mi cuello para darme un beso— Eres el mejor novio.
—Ni siquiera me salieron cariño—le recordé.
—Pero hiciste el intento, eso me importa aún más—asintió Maddy.
Volví a besarla, realmente estaba agradecido por tenerla aquí conmigo y más cuando sabía lo que significaba esas fechas para nosotros.
Había pasado Ya un año desde aquel accidente donde Maddy se debatía entre la vida y la muerte, no hubo día en el que yo no estuviera en aquella sala de hospital esperando a que la chica que amaba estuviera bien, porque claramente me negaba a perderla. Ella fue fuerte en todo momento, siempre que tuvo la oportunidad de estar a su lado en esa camilla de hospital la tomaba de la mano y le recordaba que debíamos cumplir todo aquello que prometimos en su momento, hasta que sucedió.
A pesar de que los doctores no daban buenas esperanzas, Maddy despertó haciendo que se tragaran sus palabras y demostrando que mi chica es la más fuerte en el mundo, ella se recuperó del coma y después terminó tomando reposo en su casa. Estaba feliz, no mentía a decir que una parte de mí se sentía sumamente aliviado por su plena recuperación ya que yo me negaba a creer que la pude perder.
Sin duda había sido una enorme pesadilla, por suerte para nosotros, ahora nos encontrábamos en la universidad teniendo una relación a distancia que sin duda era estable ya que ella y yo hacíamos lo posible para mantenerla a flote. Admito que el tenerla un poco lejos y verla de vez en cuando es un tanto triste, pero vale la pena esperar por vernos y estar juntos, aunque sea un par de días.
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The Guitar Boy | Tom Kaulitz (Tokio Hotel)
RomanceNo se si fue la intensidad de sus ojos, oh el impacto que causaba su sonrisa en mi. Oh simplemente su esencia me encantó, pero estaba segura que me había enamorado de ese chico Todo había comenzado gracias al sonido de una melodía, desde entonces s...