Capítulo XVIII

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𝐌𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐃𝐢𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧.

La alegría no me cabía en el cuerpo una gran sonrisa había quedado impregnada en mi rostro y era demasiado notable que algo me había subido el ánimo. Bueno, más bien alguien se había encargado de subirmelo, claramente el responsable era Tom.

Desde que había llegado a mi casa, corrí hacía mi habitación y me la pase revisando mi clóset en busca de ropa que se me vea bien. Sin duda no sabía que elegir entre un vestido o unos jeans, pero lo que si sabía era que me quería verme linda.

Unos toques a mi puerta me hicieron sacar de mi casa del clóset, sonreír a ver a mi mamá

—Hola ama—dije.

Ella entró a la habitación y se sentó en la orilla de mi cama, su mirada puesta en mi como me movía como loca los ganchos con mi ropa de mi clóset.

——Desde que llegaste a casa tienes una energía y felicidad notable——comenzó a decir—.Y ahora rebuscas en tu armario como si tu vida dependiera de ello. Lo cual me hizo ayer cabos y no es difícil deducir que mi hijo tendrá una cita esta noche.

Me dedica una sonrisa y no dudó en asentir.

—Adivinaste, tendré una cita—hago una pausa—. Con Tom.

Ella abre los ojos sorprendida.

—Wow, eso me sorprende—se ríe—. La verdad es que no, ya lo veía venir.

—¿En serio?—preguntó.

Mamá asiente y suelta un suspiro.

—Ustedes dos son tan predecibles y a la vez tan complicados—arrugó mis cejas ante sus palabras y ella decide ignorar mi gesto—. En fin, no importa como te vistas, ante los ojos de ese chico tu ya eres hermosa.

Se pone de pie y se acerca a mí para depositar un beso en mi frente, después sale de mi habitación cerrando la puerta. Minutos después decido meterme a la ducha y comenzar a alistarme para la cita, decido ponerme un conjunto de una falda y su suéter eran de color blanco y unos botines y dejó mi cabello suelto.

—Cariño, Tom esta abajo—informa mamá mientras toca mi puerta.

—Ya bajo—le digo.

Me aplicó un poco de perfume y le echó una mirada al espejo, sonrió satisfecha al verme y salgo de mi habitación. Bajó las escaleras y me encaminó a la sala me detengo cuando veo a mi padre sentado junto a mi hermano, papá le dedica una mirada dura a Tom y mi hermano solo imita a mi padre.

Pero Tom parece no notarlo o tal vez si pero decide ignorarlos, su mirada esta puesta en mi hermanita que esta sentada a un lado de el y el sonríe.

Genial, hasta mi hermanita parece estar enamorada de él.

𝐸𝑓𝑒𝑐𝑡𝑜 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧

—Tom—lo llamó.

Todos me miran, papá y mi hermano abren los ojos sorprendidos y Tom me mira con una gran sonrisa.

—Maddy—se pone de pie—. Te ves hermosa.

Mis mejillas se sonroja y mi padre se aclara la garganta.

The Guitar Boy | Tom Kaulitz  (Tokio Hotel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora