Harry llegó a la cima en el momento en el que Draco ascendió y ambos se lanzaron sobre Adrian que, desorientado y, distraído como estaba mirando a aquel variopinto e inesperado grupo, dejó caer el báculo al suelo.
El hechizo se rompió y la ola que amenazaba con destruir la isla, fue reduciéndose lentamente.
—Maldita sea —le escucharon gruñir y, sin intentar recuperar el báculo vieron cómo echaba mano al bolsillo interior de su túnica para coger su varita.
—Oh no, demasiado tarde, Pucey. Expelliarmus.
La varita saltó de su mano pero él, que no en vano llevaba años al servicio de la Agencia, se lanzó al suelo, esquivando el desmaius de Draco y rodó, cogiendo de nuevo el báculo y golpeando con él la roca hasta que un círculo de energía protectora lo envolvió.
—No, no, no —el mago sonrió, con una sonrisa enajenada que hizo que Harry se estremeciera —aún no lo habéis entendido.
Dibujó un círculo a su alrededor con el báculo, creando un anillo de fuego negro en torno a su persona.
Cuando Harry dio un paso hacia él, Draco le sujetó del antebrazo para evitar que tocara las llamas.
—¡Cuidado, Potter! —Es un anillo de fuego protector, si lo tocas o intentas traspasarlo te convertirás en cenizas.
—Mierda —siseó Harry —¿Y ahora qué hacemos?
—Mándales un patronus —dijo Anthony señalando al grupo de magos y brujas reunidos en la otra roca —diles que debemos combinar un Finite Incantatem, todos juntos, es la única forma, tenemos que intentarlo.
Harry hizo lo que le pidió y apuntó con la varita junto a Draco y Goldstein.
Unos segundos después vieron como los contrahechizos de los demás se unían a los suyos hasta impactar en el anillo de fuego y Draco sonrió al ver el rostro asustado de Adrian. Negó con la cabeza y endureció sus mandíbulas sin romper el contacto visual.
No tenía ni un ápice de perdón en su interior.
Jamás iba a perdonar lo que había estado a punto de hacerle a Hermione.
Sintió la mano de Potter en el hombro y le escuchó susurrar.
—No lo hagas, Malfoy. Yo me ocuparé de que pague por lo que ha hecho —Draco le miró de refilón —por lo que casi le hizo a ella.
Apretando los dientes el rubio no respondió durante unos segundos, incapaz de pensar en otra cosa que no fuera la venganza.
—Yo también querría vengarme —siguió diciendo el auror —pero no es el camino. Ella no lo querría así, Malfoy. Lo sabes.
Y maldito fuera porque ambos sabían que tenía razón. Granger era otra Gryffindor con todos aquellos ideales tan arraigados y aquella altura moral que a Draco le costaba entender.—Vale —dijo con sequedad.
No lo entendía, pero iba a hacerlo. Por ella.
Cuando el círculo se rompió Harry desarmó a Adrian antes incluso de que éste fuera consciente de lo que ocurría y fue Draco quien se empujó contra el suelo hasta dejarle inmovilizado allí. Se acercó a él, apoyó la punta del zapato en su estómago y le apuntó con la varita en un movimiento fluido.
—Te has vuelto completamente loco, Adrian.
Él sólo rió, una risa demente y aguda.
—Hay que limpiar el mundo, hay que limpiarlo. Es la única forma. Es mi legado, mi destino.
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Luz y oscuridad
FanfictionHan pasado seis años desde que tuvo lugar la caída de Voldemort. La vida ha seguido para todos los supervivientes sin sobresaltos, hasta que alguien se hace con un artilugio tenebroso que tiene un poder capaz de poner de rodillas de nuevo a todo el...