2 de mayo
Hoy, oficialmente, soy el padre orgulloso de Megumi Fushiguro. Para temas legales, él podrá decidir si desea cambiarse el apellido a Gojo, pero esa será una decisión suya hasta que tenga la mayoría de edad, y no lo obligaré a hacerlo. Sobre todo porque sé que su hermana es una parte importante de su vida, y cambiar su apellido podría significar soltarla de alguna manera.
Megumi ha vivido conmigo desde hace dos meses. Entre semana, reside conmigo, y los fines de semana va a casa de sus abuelos. Aunque odio que vaya allí, incluso por dos días, Megumi quiere estar con su hermana, y no soy nadie para negarle ese deseo. Pero una de las razones por las que no me gusta que se quede allí es que regresan al niño bañado en jabón barato. Le mando parte de su despensa, pero aún así, los abuelos parecen verlo solo como un medio para obtener dinero y cosas "buenas", lo que me resulta bastante miserable de su parte.
Shoko fue la primera en conocer formalmente a Megumi. Comimos pastel, pasta y una extraña bebida tipo refresco que ella trajo de un viaje al extranjero. La muy bruja le dio su número en caso de emergencia. Afortunadamente para todos, ha pasado tiempo desde que causé algún inconveniente. Quería comprarle un teléfono, pero Shoko me regañó, diciendo que era demasiado pronto. Así que fuimos los tres a comprarle una tableta para que al menos tuviéramos una vía de comunicación cuando yo tuviera que salir.
Crear una rutina fue complicado. Cocinar para un niño cuando soy el primero que come mal durante todo el día no es tarea fácil. Enviarle a dormir a las 9 es hipócrita de mi parte, considerando que apenas duermo dos o tres horas a la semana. Cuando tengo una misión, solo puedo dormir 6 horas si tengo la oportunidad. Llevarlo a la escuela es lo de menos; tengo mi propio chofer. Pero a los pocos días, Megumi se avergonzó porque parecía que era increíblemente acaudalado. Así que lo cambié de primaria a una escuela bilingüe un poco más exclusiva para que pudiera convivir con otros niños.
Aunque Megumi parece aprovechar mejor las clases con sus programas intensivos y talleres enfocados en las ciencias biológicas, las quejas de sus compañeros ahora se centran en que su 'papá es ciego'. Le he sugerido que simplemente diga que su papá sabe hacer mejores cosas que sus mediocres progenitores, pero incluso él me dijo que no diría eso. También se preguntan por qué no manejo un automóvil de último modelo como las otras madres. En realidad, podría traer un Lexus plateado si quisiera, pero cuando uno puede teletransportarse en un chasquido, no veo mucho sentido en gastar en algo así. Prefiero gastar en otras cosas, como cartas de Doro Gramon para mi colección.
Pero en mi intento de ser más normal, he estado tomando clases de manejo desde entonces. No es que no pueda manejar, sino que las horas pico en Tokio son un verdadero infierno, y me siento inseguro al conducir mientras cuido de Megumi, asegurándome de que no haya maldiciones cercanas y lidiando con el tráfico.
Después de obtener mi licencia en una semana, Megumi continuó siendo objeto de acoso debido a mi condición de invidente. Fue entonces cuando decidí esperarlo afuera de la escuela para callar bocas de una vez. Compré unos lentes Gucci que tuve que modificar para que fueran de color negro, evitando así revelar prematuramente el resplandor de mis ojos azul neón. Cuando vi a Megumi salir de su escuela, me quité los lentes y la chaqueta, esperándolo en la entrada. La palabra 'locas' se queda corta para describir las expresiones de las madres con matrimonios felices y las divorciadas que se arremolinaron a mi alrededor. ¿Mencioné que llevaba una chaqueta? Cuando me la quité, incluso las maestras se acercaron a pedirme mi número.
Al menos, después de ese gesto, las burlas y el acoso sobre 'mi condición de invidente' disminuyeron, y por el contrario, las madres morían porque Megumi pisara sus hogares como pretexto para verme. A pesar de las invitaciones de las madres de sus compañeros, Megumi sigue siendo un niño con pocos amigos y a menudo rechaza las invitaciones.
Megumi comenzó a ver su vida cambiar cuando una noche, en medio de una tormenta, me gritó por ayuda. Nunca antes había sentido un miedo real de peligro, pero ese grito lo provocó. Cuando llegué a su habitación, vi una rana con alas prácticamente del tamaño de una televisión. Comencé a darme cuenta del verdadero potencial que tenía mi hijo. No tardé en cancelar la invocación, pero traté de explicarle por qué había aparecido esa criatura sin abrumarlo con demasiados conceptos de hechicería.
Hablé con Yaga, y él accedió a que le diera pequeñas lecciones sobre energía maldita, lo cual más tarde le serviría para castigar a algunos compañeros de su escuela por golpear a alumnos más pequeños. Afortunadamente para todos, nadie que no fuera hechicero podía ver las criaturas. Este fue un proceso de aprendizaje para ambos. A Megumi le encantaba aprender y leer, y comenzó a devorar todos los libros que Shoko le regaló. Hablando de Shoko, ¿mencioné que tuve que pedirle que me enseñara a curar heridas? No voy a mentir, antes Geto solía encargarse de las mías, pero el poder aprender a hacerlo para Megumi me hizo sentir que los recuerdos de Geto valían la pena, por mucho que aún me dolieran.
El verano se encuentra a un mes de distancia, y estoy emocionado de hacer mil cosas con él. Definitivamente, fue una bendición en mi vida. Quiero que estos escritos me recuerden la parte hermosa de tenerlo en mi vida.
Satoru Gojo.

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Querido: Yo
FanfictionSatoru Gojo y su enorme ego fueron reprendidos y castigados. El grandioso e increíble Satoru ahora debe llevar un diario personal, como un niño pequeño, con el fin de reducir su arrogancia y mantener los pies en la tierra. Sin embargo, entre tantas...