Zayn
- Levántate, Zayn.
Tras fulminar a mi hermano pequeño con la mirada, escondo la cabeza bajo la almohada. Desde que comparto la habitación con mis hermanos, de once y quince años, el único momento de intimidad del que dispongo es el poco que me proporciona la cabecera.
- Déjame en paz, Niall -le espeto a través de la almohada- No me jodas.
- No te estoy jodiendo. Mamá me ha dicho que te despierte para que no llegues tarde al instituto.
El último curso. Debería sentirme orgulloso de ser el primer miembro de la familia Malik que terminara el instituto. Sin embargo, cuando eso ocurra, empezará una nueva época para mí. La universidad es sólo un sueño. Este último curso será como una fiesta de jubilación de un hombre de 75 años. Sabes que sirves para algo, pero todos esperan que te retires.
- Me he puesto la ropa nueva -dice Niall en un tono de voz rebosante de orgullo, aunque me llegue algo apagado por culpa de la almohada- Las nenas no podrán resistirse a este machote latino.
- Me alegro por ti -mascullo.
- Mamá ha dicho que te tire encima este jarro de agua si no te levantas.
¿Era mucho pedir algo de intimidad? Cojo la almohada y la lanzo al otro lado de la habitación. Impacta directamente contra Niall, que acaba empapado de agua.
- ¡¡¡¡¡Imbécil!!!!!! -me grita- ¡¡¡¡Es la única ropa nueva que tengo!!!!
Oigo el ataque de risa a través de la puerta de la habitación. Harry, mi otro hermano, ríe como una hiena histérica hasta que Niall se abalanza sobre él. Me quedo observando la discusión que acaba convirtiéndose en una descontrolada pelea en la que ambos se propinan patadas y puñetazos.
Son buenos luchadores, pienso con orgullo mientras veo la trifulca. Sin embargo, como el hombre mayor de la casa, mi deber es detener la pelea. Cojo a mi hermano Harry por el cuello de la camisa, pero me tropiezo con la pierna de Niall y los 3 acabamos en el suelo.
Antes de poder levantarme, siento un chorro de agua gélida bajándome por la espalda. Me doy la vuelta y veo a mamá, vestida con su uniforme de trabajo, empapándonos a todos con un cubo de agua suspendido sobre nuestras cabezas. Su sueldo no es nada del otro mundo, pero tampoco necesitamos mucho.
- Levantense -exige con una actitud desafiante.
- Mierda, mamá -dice Harry poniéndose de pie.
Mi madre se empapa los dedos con el agua gélida que queda en el cubo y le salpica la cara a mi hermano. Niall estalla en carcajadas y de repente recibe la misma reprimenda que Harry - ¿Aprenderán alguna vez?
- ¿Algo más que añadir Niall? -pregunta ella.
- No mamá -contesta mi hermano, enderezándose como un soldado.
- ¿Y tú Harry? ¿Se te ocurre alguna grosería más por soltar por esa boquita? -pregunta sumergiendo la mano en el agua como señal de advertencia.
- No, mamá -repite el soldado número 2.
- ¿Y qué hay de ti Zayn? -dice mirándome con los ojos entreabiertos.
- ¿Qué? Yo intentaba separarles -contesto inocentemente con una sonrisa irresistible.
Ella me rocía la cara con agua. - Esto es por no haberlos separado antes. Ahora vístete, y vosotros también, y venid a desayunar antes de ir al colegio.