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Uno. Dos. Tres toques en la enorme e imponente puerta de madera fueron necesarios para recibir una respuesta.

—¿Sí? —una mujer mayor les abrió, la misma iba vestida con su hábito negro, pero algo de su cabello sobresalía. Se recargó en la puerta y cerró un poco los ojos, deslumbrada por el sol de la tarde.

—¡Hola! Venimos desde el convento en el Archipiélago de Pólgado, tal vez recibió nuestro mensaje —Mags sonrió de oreja a oreja comenzando su historia.

—No

—¡Oh! Cielos, tal vez pueda contactar con la mad-

—Ya no hay convento en Pólgado

—Ay, disculpe, pero se equivoca, ¿Cree que dejaríamos solo ese hervidero de piratas porque sí? —Mags se tenía confianza, era buena fingiendo, y estaba preparada para esta negativa—. Unas cuantas lo tenemos en funcionamiento desde hace poco otra vez, vinimos por eso, en parte

La mujer la miró de arriba a abajo, y luego pasó a ver a Buggy, quien además del habito, traía la cara cubierta por el pañuelo color vino de Mags, de otra forma podrían haber visto lo tenso de su semblante. Estaba nervioso. La monja pensó de inmediato que se trataba de una chica muy fuerte, se veía ancha y alta, además cargaba en su hombro un cuerpo pequeño sin ningún problema.

—¿En parte?, ¿Qué hacen aquí?

—Nuestra jefa nos envió a traer algo importante —mintió mientras el hombre bajaba a la pequeña Bee amarrada y con la boca cubierta—. Dijo además que debían saber que seguimos cazando allá en las islas

Al ver a la más joven, la anciana arqueo una ceja y se inclinó a verla de cerca, aún recargada en la puerta. Bee le devolvió la mirada de un penetrante color verde, no parecía asustada, de hecho, hasta se paraba como si tuviese el control.

—Es una niña

—Es la hija del mismísimo Rex Caruso, oímos que lo tienen, quisimos ser amables y traerla hasta acá

Al oír esto la mujer abrió los ojos como platos, enderezó la espalda y se llevó una mano al pecho.

—¿Cómo es que saben que...

—Somos una congregación grande, los chismes corren, agradezca que nos enviaron aquí y no directamente a la Marina

Dudó antes de volver a hablar—¿Cómo te llamas niñita?

—Ellie —mintió—, y ella es la hermana May, lamentamos que la vea así, tuvo un terrible accidente hace poco, está totalmente desfigurada —Mags alzó los hombros con teatralidad, fingiendo pena, a lo que la mujer asintió.

—Diría que es una lástima, pero no parece haber sido agraciada de todos modos

Junto a la castaña, Buggy ladeó la cabeza incrédulo. ¿Acababa de llamarlo "fea"?.

—¡Hermana Mary! —una voz más joven se hizo presente desde adentro. Dando pasó a una mujer de tez bien clara y cuerpo pequeño, tenía el rostro afilado y pequeño como un ratón—. La madre llamó, dijo que- ¿Quiénes son? —de inmediato notó a las dos mujeres desconocidas en la entrada.

—Dos hermanas, trajeron a la hija de Caruso; adelante, pasen, hablaran con la madre superiora, este no es mi problema, solo espero que ella no sea tanto un dolor de cabeza como lo es él, Dios santo—la anciana Mary abrió aún más la puerta y dejó que pasaran— ¿No están armadas, cierto?

—No

Mentira.

Con las dos mujeres a la cabeza, Mags se colocó a un lado de Bee, y con Buggy del otro simularon escoltar a la niña.

𝔚𝔬𝔲𝔩𝔡 ℑ 𝔩𝔦𝔢 𝔱𝔬 𝔶𝔬𝔲? ⇝ ⁽ᴮᵘᵍᵍʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora