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La joven estuvo a punto de agregar algo, humedecio sus labios y tomó aire por la boca justo antes de que el estruendo tormentoso de una campana los pusiera alerta. Buggy saltó sin medir sus fuerzas, tumbando a la chica contra el suelo sin aviso; ahogó un jadeo, buscando en la oscuridad hasta que una mano golpeó la suya con desprecio.

—No puedo creer que hicieras eso, eres un animal —se enderezó con dificultad, su delgado cuerpo había impactado de lleno contra la madera, raspando un poco su piel expuesta. Sin mencionar que su corazón golpeaba a gran velocidad en su pecho por el susto.

—Nena, perdóname, ¿Te duele?—estaba siendo sincero, se encogió de hombros apenado.

—¿Ya son las nueve?, mierda —la castaña se agachó nuevamente, intentando encontrar sus disfraces —. Buggy, rápido, hay que bajar al salón ahora

—Espera, ey, espera —por el ruido intuyó que ella recorría el cuarto, pero la repentina puesta en acción lo estaba molestado—. Mags, quieta, oye, no —no percibió un cambio, ella estaba completamente en otra pagina ahora— ¿Sabes qué?, no pueden ser tan anticuadas, debe haber un interruptor por alguna parte

—¿Este sitio se desmorona y crees que tienen conexión eléctrica?

Quieto en su lugar y sin decir nada, el pirata guió sus manos a la pared más cercana, recorriendo la misma de arriba a abajo en busca del dichoso interruptor.

No recordaba haber visto uno, ni mucho menos haber visto un foco colgando en el techo. Pero no iba a discutir con la chica ahora.

Algo hizo click.

Y se hizo la luz.

Volteó a ver a Mags con suficiencia, mientras ella le devolvía un ceño fruncido, aún pensando en el golpe.

—Vístete y nos vamos

Rápidamente estuvieron listos y abandonaron el cuarto, bajando las escaleras todas las mujeres se agrupaban fuera del gran comedor, entrando y ubicándose poco a poco. La joven no había pensado en qué hacer, la idea de abandonar el lugar mientras todas cenaban y buscar a sus amigos fue una opción tentadora, pero luego pensó en hacerlo mientras todas dormían, creyendo que tal vez tendrían más tiempo.

Se prendió al brazo de Buggy para que la guiara mientras su atención estaba en estos pensamientos. Seguramente alguien haría rondas de vigilancia durante la noche, tal vez armada y muy lista para sacar alguna habilidad de lucha de la que ella no podría defenderse.

¿Y cuando ya estuviesen todos juntos?. Intentó imaginar la arquitectura inferior del edificio, muy seguramente el calabozo solo tendría una entrada y salida. Deseó tener un plano del lugar, un poco imposible, pero les habría ahorrado este dolor de cabeza.

—Ey —en voz baja él llamó su atención—. ¿Qué hacemos?

—Shh, vamos a entrar —la joven le acomodó el pañuelo para que este no cayera—, tú tranquilo, sígueme la corriente

Iba a improvisar.

Cuando finalmente pudieron entrar, Mags recorrió el lugar con la mirada. Baldosas  oscuras en un amplió salón de techo alto y paredes blancas; en el lugar, cuatro mesones de madera se ubicaban a lo largo del espacio, uno junto a otro, mientras que al final del cuarto una mesa rectangular más pequeña miraba hacía todas las demás. En ella pudo ver a la madre superiora junto a algunas otras mujeres.

En cuanto vio un lugar vacío empujó a Buggy al mismo e hizo un espacio para si misma; algunas hermanas voltearon a verlos, hubo sonrisas cordiales y alguna que otra fugaz mirada que apenas pudo percibir; la piloto se sentía incómoda, como que la ropa comenzaba a picarle en el cuerpo.

𝔚𝔬𝔲𝔩𝔡 ℑ 𝔩𝔦𝔢 𝔱𝔬 𝔶𝔬𝔲? ⇝ ⁽ᴮᵘᵍᵍʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora