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—Muchas gracias, gracias, gracias enserió —la chica se quitó el velo sin cuidado, dejando caer sus rizos desarmados antes de abalanzarse sobre Buggy, aplastando su cuerpo en el intento de darle un abrazo—. Salió excelente, muchas gracias por ayudarme, vamos muy bien

—No agradezcas, igual no me diste opción

—Ay, no te hagas, viniste porque me quieres mucho y sabes que te necesitaba —se alejó un poco para verlo a la cara y apretar sus mejillas.

La joven le sonrió de oreja a oreja, lo que sea que le dijera no nublaria lo victoriosa que se sentía.

—Oye, no —bruscamente, el hombre le cubrió el rostro con una mano, apartandola—, no me mires así ahora que traigo vestido, me siento muy raro

Ella soltó una pequeña risa como respuesta, sabiendo que no solo era por el hábito, era su maquillaje, él se ponía tímido al estar a cara lavada.

—Creo que te ves muy lindo —admitió poniéndose de pie a un lado de la cama, buscando igualmente la cercanía de sus rostros—, dejas mucho a la imaginación

El pirata torció lo ojos y se puso de pie, quitándose el velo de la cabeza. Lo asaltó la necesidad de sentir su piel, de que ella lo tocara. Se removió quitándose la pesada pieza de ropa encima.

—¿Qué mierda es eso? —soltó escandalizada la chica, viendo las correas que cruzaban el cuerpo del payaso.

—Un regalo para cuando nos vayamos

—Pudimos haber volado en pedazos —señaló con preocupación los explosivos mientras él los quitaba de su cuerpo y los ponía a un lado.

—No, nena, nunca te has puesto tan ruda conmigo —guiñó con una sonrisa ladina, tomando seguridad.

Mags no había pensado ni por un segundo que él tendría un plan de ataque o que estuviese armado. No lo subestimaba, se dijo a si misma que Buggy tenía un plan, aunque no fuese muy sólido: Hacer estallar todo.

—¿Ahora sí coqueteas?

Él dejó escapar el aire por la nariz ante la pregunta, y se obligó a si mismo a acercar su cuerpo al de ella, la poca luz que se colaba por la ventana le daba el valor de volverse codicioso al respecto, buscando la señal adecuada para seguir avanzando.—Personalmente no me gusta dejar todo a la imaginación

Fue recibido con cariño y una actitud algo más risueña que la que mostraba. El tacto de la joven viajo inmediatamente a la mandíbula del peli azul, acariciando la barba de unos días mientras los brazos de este descansaban en su cintura; se tomó el tiempo de recorrer su rostro entero con la dedicación de quien quiere recordar cada detalle de un lugar ya conocido. No estaba segura aún de qué más hacer, no era una situación incomoda, pero tampoco sabía qué estaría bien y qué no.

Buggy decidió ignorar la pena de mostrarle su rostro tan de cerca, aunque no fuese la primera vez; un revoloteo en su estomago se volvía nudo con tan solo imaginar que de repente ella lo encontrara desagradable. Por su parte, Mags decidió ignorar todo; dónde estaban, por qué y para qué. Un momento lejos de aquello, solo ellos dos. No haría ningún daño.

El pirata llevó una mano hacia los rizos castaños de la joven, y tomandose la libertad de peinar un mechón entre sus dedos se lanzó a sus labios dejando un casto beso; acción que repitió un par de veces entre risas hasta tocar la mandíbula de la castaña, bajando poco a poco hasta su cuello e inhalando con fuerza; su esencia afrutada le invadió la fosas nasales en segundos.

El tiempo que pasaron lejos uno del otro se desvanecía, el recelo y la vergüenza eran lavados por aquellas caricias profundas que se resistían a un avance más carnal.

𝔚𝔬𝔲𝔩𝔡 ℑ 𝔩𝔦𝔢 𝔱𝔬 𝔶𝔬𝔲? ⇝ ⁽ᴮᵘᵍᵍʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora