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Había visto una gran cantidad de cosas inusuales en su vida, a veces hasta consideraba atraerlas hacía él de modo natural. No iba a detenerse a preguntar, claramente esos hombres eran producto de una Fruta, una que desconocía, una que le permitía a su usuario crear —tal vez— copias de si mismo.

Copias estúpidas y muy fáciles de vencer, copias a las que pudo quitarles las armas casi sin esfuerzo, copias que dieron pelea como si fuesen parte de un mismo ser, uno ciego y confundido que busca con desesperación salvarse de un enemigo que no puede alcanzar.

Buggy estaba molesto, mentiría al decir que no había descargado parte de su ira con aquellos hombres sin saber que no eran reales. Cuando se desvanecieron como el polvo frente a él, y cuando el navío estuvo vacío no hizo más que hablar consigo mismo.

El enfrentamiento a su alrededor era violento y agitado a la distancia, podía ver fragmentos del Big Top entre el desastre y sabía que estaba siendo masacrado por todos los galeones alrededor; él estaba tan lejos, navegando solo, en posición de carnada, de presa.

Murmuraba lo que nadie podía escuchar mientras tomaba el timón, mientras ajustaba los nudos, mientras tomaba una espada con la fuerza de quien está esperando que lo reten a un duelo.

Buggy sufría, sufría y renegaba de todo aquello que escapara al ensueño y la grandeza, todo lo que se opusiera a lo que le recordaba una época más feliz; porque aunque siempre salía airoso, era dañado como si el aceptar las circunstancias fuese renunciar a su deseo.

Estaba convencido de haber sido abandonado otra vez, de que mientras él y sus hombres corrían peligro, Mags nuevamente estaba muy lejos de allí. Tuvo una pelea interna, una que quitaba peligrosamente su atención, una donde dos voces en su mente luchaban por gritar más fuerte.

Una lo llamaba un idiota por dejarse engañar otra vez, por haber confiado.

La otra le recordaba que su chica estaba herida, que había caído junto a él al mar, que debía estar asustada, en peligro.

Ah, pero ella lo había metido en este problema.

Pero lo quería, no era su intención.

¿O sí?.

No estaba allí, no llegaría, tal vez ni siquiera lo estuviese esperando ahora que fácilmente podía salvar a quienes le interesaba salvar.

Pero no, no haría eso. No. Lo quería igual.

Y él a ella. La quería. La amaba.

No supo realmente nunca cómo expresarle todo lo que realmente sentía, porque era confuso y vergonzoso; la alegría era total al tenerla en sus brazos, al escuchar su voz, incluso si peleaban había seguridad. Sentía orgullo de decir que estaba a su lado, y sentía emoción, electricidad en cada toque y mirada. Deseaba con fuerza estar en su mente, que lo buscara, que le dijera cuánto lo quería, que no lo soltara. Que le dijera que lo prefería. Porque él la prefería por encima de todos, y solo quería recibir lo mismo.

Y cuando Mags se fue eso solo se tornó peor. Cuando lo dejó él sintió una pena profunda y familiar, el abandono y la incertidumbre de no tener un porqué, la traición. No podía perdonarla, era muy difícil, muy doloroso; y más doloroso era no poder evitar quererla de regreso.

Pero Cielo Santo, se sentía tan pequeño y abandonado. ¿Era tan fácil hacerlo a un lado?. Roger. Shanks. Y Mags.

Su Mags, otra vez.

La amaba.

Y no quería hacerlo.

Había creído olvidar todo, había tomado sus disculpas, había estado bien por un tiempo. Pero solo ahora se daba cuenta de la cantidad de cosas que pasaban por su mente y su corazón. No la había perdonado.

𝔚𝔬𝔲𝔩𝔡 ℑ 𝔩𝔦𝔢 𝔱𝔬 𝔶𝔬𝔲? ⇝ ⁽ᴮᵘᵍᵍʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora