PARTE OCHO

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Iliana

Luego de haber conocido a los padres de Rysand y Khaos, y ser aprobada por su madre, me trajeron a lo que seria nuestro hogar.

Me había despedido de la hermosa mujer con la promesa de volvernos a reunir.

Me sentía agotada, y el saber que podría descansar finalmente de un largo viaje, me alegro. Nos sentíamos agotados física y mentalmente, en especial yo que no dejaba de pensar en las chicas que había dejado atrás hace ya varias semanas.

Necesitaba ir y ayudarlas a llegar aquí, se que ellas serian aceptadas en algún núcleo.

-Te quedaras en nuestro hogar.- Sentencio Khaos mientas me miraba a los ojos.

-Es por seguridad mi Sol. Se te dará tu propia habitación.- Afirmo mientras no apartaba la vista de mi.

Se que era el foco de los dos hombres extraterrestres que me trasmitían una intensidad creíble, provocaban que me sonrojara y mi corazón latiera apresurado.

Comprendía lo que sentía mi cuerpo, y era anhelo mezclado con deseo puro y carnal. Oculto en mi interior se encontraba ese deseo de ser consumida por estos dos hombres extraterrestre.

De pronto sentí mucha calor.

-Estas en celo.- Hablo Rysand con las pupilas dilatadas.

Agite la cabeza en negación.  Y los vi sonreír.

-Es por aquí.- Su casa se encontraba justo a lado del edificio del que salimos.

Era una estructura blanca alargada y ovoide como si fuese un huevo enorme de unos tres o cuatro pisos tal vez.

Al ingresar por la puerta frontal, Un amplio recibidor sin nada que pudiera llamar la atención me daba la bienvenida y nos guiaba hacia unas placas elevadisas parecidas a los elevadores humanos. Los tres subimos a esta y ascendimos, atravesamos el primer piso con muchos muebles blancos dispersos enfrente, la placa continuo elevándose hasta perder de vista dichos muebles de la sala, otra habitación se mostró enfrente de mi.

subimos otro piso mas hasta que llegamos a una habitación especial. Tenia un pequeño espacio de unos cinco metros cuadrados y ante nosotros se hallaba una puerta plateada.

-Esta es tu habitación, Criatura.- Sonrió Khaos mientas daba unos pasos colocando su palma sobre la superficie de la puerta de metal.

" Acceso concedido. Bienvenido Lord Khaos."

Una voz femenina automatizada saludo Khaos antes de que la puerta se abriera con un clic.

-Podrás grabar tu identidad para que solo tu tengas acceso a esta sala.-Me informo Rhysand.-Adelante...- Me indico haciéndose a un lado para ingresar.

Todo lo que se hallaba adentro estaba muy bien acomodado, los asientos , no había cuadros , mucho menos flores que le diera un toque hogareño.

-Si no te gusta algo, podrás añadirle lo que gustes.- Informo Rysand sin perder me de vista.- Esta habitación y toda la casa se encuentra en espera del toque femenino de nuestra pareja.

-¿Osea que ninguna mujer a estado aquí?.- Pregunte.

-No. Eso seria engañar a nuestra pareja.- Comento.- Nosotros solo nos vinculamos con nuestra hembra.

-Y ...¿Como saben que es su pareja?

-Por el olor que esta desprende.- Hablo Khaos.- Cada hembra suelta un olor dulzón que solo las parejas pueden percibir.

- ¿Que pasa si mas de dos machos perciben ese olor?.- Pregunte con curiosidad.

Vi tragar duro a los dos machos enfrente de mi. Los vi pensarlo bastante. Parecían molestos.

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