PARTE DIECISÉIS

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Iliana

Ahora se venia una gran etapa.
Los machos deberían cortejar a la hembra que es parte de su núcleo.
-Lady Iliana…- Dijeron los dos.
-Mis Lords – Hable nerviosa.
Ambos me miraban embobados y sin poder pronunciar palabras entre los tres.
Aparte mi mirada de mis dos machos cuando dos pares de sombras rojas me taparon la luz del sol.
Enfrente de mi se hallaban dos machos .
El primero de los dos , de piel roja, destacaba por su presencia imponente. Con una estatura imponente y una complexión atlética, sus rasgos faciales reflejaban determinación y valentía. Su cabello oscuro, corto y desordenado, enmarcaba un rostro fuerte y expresivo. Unos ojos intensos y profundos resaltaban en contraste con su piel rojiza. Además, cuernos curvos adornaban su frente, y una cola se deslizaba con gracia detrás de él. Vestía con elegancia, pero sus prendas revelaban un toque de rebeldía, transmitiendo una sensación de fuerza y carácter.
El segundo desconocido, también de piel roja, irradiaba un encanto cautivador y misterioso. Su altura, aunque no tan imponente como la del primero, era equilibrada por una figura esbelta y bien proporcionada. Su cabello más largo, de tonalidades rojizas, caía con gracia sobre sus hombros. Los ojos del segundo desconocido, de un color avellana profundo, eran expresivos y enigmáticos. Además de su piel rojiza, cuernos esculpidos decoraban su cabeza, y una cola ondulante seguía sus movimientos con elegancia. Vestía con elegancia, con prendas que resaltaban su estilo refinado y moderno.
Los dos machos se acercaron a mi. Sin darse cuenta de que mis parejas estaban a solo unos pasos de ellos.
-Un gusto poder conocerla Mi lady. Me presento soy Alistar y el es mi hermano Cedric.- Dijo inclinándose delante de mí.
-El placer es todo mio.- Dije sin saber que decir por las caras de enojo de mis machos.
-Lady Iliana, su belleza ilumina este salón como el sol ilumina el día. -dijo Lord Alistair-, inclinándose con elegancia.
-Sí, mi lady, su presencia embriaga nuestros sentidos, como las flores embriagan el aire en primavera. -añadió Lord Cedric, con una sonrisa.
Me sentí algo incomoda por tanta atención y me esforcé por mantener la compostura.
-Son muy amables con sus palabras. No merezco tanto elogio.
-Los merece mi lady.
-Machos…
El salón quedó en un silencio momentáneo, interrumpido solo por el eco de la fuerte voz de Khaos. Sus palabras resonaron con autoridad, marcando su territorio de una manera que no admitía disputa. Rhysand, con su tono más suave pero igualmente firme, respaldaba la declaración de Khaos, revelando una alianza inesperada entre los dos machos.
-Les agradecería no hostigar a mi pareja si no es mucha molestia. -habló Rhysand, con una mirada desafiante dirigida a quienes pudieran cuestionar la intervención de Khaos.
La sorpresa y la tensión llenaron la habitación mientras los presentes procesaban la dinámica recién revelada. La rivalidad que antes había sido evidente entre los cuatro ahora se veía eclipsada por un pacto inesperado en defensa de mi honor.
Los machos Alistair y Cedric se miraron el uno al otro, conscientes de la nueva situación. La complicada danza de cortejo tomaba un giro imprevisto, y yo me encontraba en el epicentro de una confrontación que no había anticipado.
Sabia que debía actuar ahora, si bien no era aun la líder de Solaria, creo que esto era una prueba de mostrar de que era capas de liderar con esto o algo más.
La asamblea permaneció en silencio, absorbida por las palabras que acababa de expresar. Mientras me encontraba entre Khaos y Rhysand, decidí dar un paso más para poner fin a la competencia.
-Gente de Solaris, la decisión que estoy a punto de tomar es una que cambiará no solo mi vida, sino también la vida de Solaria. -me dirigí a la asamblea con firmeza. -Es mi deber como la nueva líder de Solaria preservar la unidad y la armonía. Por lo tanto, anuncio que he decidido aceptar la compañía y el amor de ambos, Khaos y Rhysand, como mis parejas. Hoy doy por comenzado el cortejo de parte de los dos machos Solarianos.
-A partir de este momento, la competencia por mi afecto llega a su fin. Khaos y Rhysand son mis machos, parte de su núcleo de apareamiento. -declaré, reafirmando mi decisión.
Khaos y Rhysand asintieron demostrando su orgullo hacia mí.
Todos nos miraban, sus miradas no disimulaban, y veía en sus ojos las ganas de unirse a la presentación.
¿y ahora que hago?
Me mortificaba con mis pensamientos.
Mis machos notaron mi nerviosismo. Estoy segura que casi podían escuchar mis pensamiento por mi mirada que intentaba camuflar  tras mi falsa serenidad.
-Si gustas podemos comenzar con presentarte a los núcleos mas fuertes de Solaria…- Ofreció Rhysand.
Yo los mire a los dos y asentí alejándome de los otros dos machos que inclinaban la cabeza en sumision hacia mis machos que liberaban un aura fuerte de dominio.

[...]

Khaos

A los dos nos resultaba casi imposible controlar nuestros impulsos, la deje caminar frente a nosotros dos, su voluptuoso cuerpo se contorneaba de un lado a otro.
Sabia que mi hermano Rhysand se la imaginaba y fantaseaba con tenerla frente a el y los dos arrodillados a sus pies bajo su dominio.
Aunque nuestros pensamientos eran alfo subidos de tono, solo esperaba que el tiempo para rápido para completar con el lazo de apareamiento entre los tres.
Deseaba ya formalizar el núcleo ara estar a solas y dar rienda suelta a todas las fantasías que se nos ocurrieran.
Nos aproximanos al primer núcleo, ella se paro enfrente de nosotros y respire su aroma dulzon.
-Es un gusto ser el primer núcleo en conocer a la próxima líder.- Expreso cortez el macho
-La verdad es que su mutacion Salio de maravilla como me doy cuenta le asento muy bien, incluso de ve mejor que nosotros.
-Cuidado con tus palabras hermano, o incomodaras a nuestra hembra. - Bromeo el otro macho azul.
-¡Oh para nada! Se que las palabras de Kyr fueron un halago sincero .- Dijo la hembra  con una sonrisa hacia el macho azul.
-Por su puesto mi hembra, no hay otra hembra mas bella y dulce que tu en este mundo o en cualquiera de la galaxia.- El macho azul de Nombre Kyr tomo la mano de su hembra.
La vimos sonreir.
-Iliana, permíteme presentarte a Giya y sus dos machos acoplados a ella. Kyr y Haro.
-Es un placer. Dijo con amabilidad
-El placer es nuestro Mi lady.- Dijo la hembra- Todos contamos con usted para renacer la vida de Solaris.- Se que ella no debió decir eso ya que Iliana a mi lado se tenso y comenzó a desprender un olor mas amargo señal de tensión y nerviosismo.
Se que todo esto era una carga para ella, y saber que sus amigas hembras pasarían por algo asi la ponía en ese estado de negación.
-Esperamos que esas nuevas hembras ese dejen acoplar por alguno de nuestros hijos. Y asi traer mas vida y mas hembras a solaris.- Hablo de nuevo la hembra.
La vi tensarse mas pero asintió.
-Daré lo mejor de mi para que esta nueva unión traiga frutos buenos para Solaris y prevalecer la vida. -Iliana le sonrio con Calidez.- Se que el futuro cambiara a partir de hoy y si mis compañeras deciden aceptar ser cortejadas será una decisión solo de ellas. Pero mientras tanto yo traeré la felicidad que merece esté planeta para que asi pueden vivir vidas plenas y armoniosas sin preocuparse por el porvenir.
Ella sujetaba sus manos temblorosas de aquella hembra que la miraba con adoración orgullo infinito.
El corazón de Giya se altero al imaginar en un futuro las crías de sus hijos , sus ojos se cristalizaron por la alegría infinita y sin pensarlo la abrazo, apretó con fuerza a Iliana y le sonrió agradecida.
-Gracias Mi lady…- Bajo su cabeza y lo mismo hicieron Kyr y Haro.
Vi que Iliana se sentía incomoda pensando que había hecho algo malo.
Pero lo que ella no sabia es que ella se había ganado la devoción del núcleo mas importante de Solaria. Y solo había sido ella. Ella y su pura esencia.
Amaba a esta hembra.
Nuestra hembra.

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