PARTE VEINTINUEVE

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LORD VIXON

El Último Esfuerzo

La noche se había adueñado del campo de batalla, cubriendo el suelo quemado y los escombros con un manto oscuro y estrellado. La búsqueda de Iliana había sido implacable, pero el cansancio y la desesperación empezaban a hacer mella en todos. Mi lady y mi hermano, a pesar de la preocupación que les consumía, sabían que era necesario dar un respiro a los agotados buscadores.

Mi lady se dirigió a los guerreros y a las mujeres humanas que todavía permanecían en el campo de batalla. Su voz era suave pero cargada de autoridad, una mezcla de compasión y firmeza.

-Todos deben descansar! - ordenó Mi hembra, su tono inquebrantable. - No podemos continuar así sin tomar un momento para recargar fuerzas. Necesitamos estar en nuestras mejores condiciones para encontrar a Iliana mañana.

Los guerreros y las mujeres se miraron unos a otros, cansados pero aliviados por la orden de descanso. Uno a uno, comenzaron a retirarse hacia los refugios improvisados, buscando un poco de paz en medio del caos. La gente se dispersó, y las luces de las fogatas parpadeaban en la distancia mientras el grupo se alejaba.

Mi hembra observó con tristeza y preocupación mientras se alejaban. Cada uno de ellos estaba marcado por el cansancio y la desesperación, y a pesar de que se dirigían a sus lugares de descanso, la preocupación por Iliana seguía pesando sobre ellos.

Mi hermano Zillah se acercó a Rhysand y Khaos, su mirada cargada de comprensión y tristeza. - Hijos, por favor, tómense un momento para descansar. Mañana será otro día, y necesitamos que estén en condiciones óptimas para continuar la búsqueda.

Me hallaba de pie a su lado. - No podemos permitir que el agotamiento les venza. El día ha sido largo, y necesitan recuperar energías para enfrentar lo que venga.

Rhysand, con los ojos enrojecidos y el rostro azul marcado por la desesperación, levantó la vista hacia nosotros. - No puedo descansar. No mientras no sepamos dónde está Iliana. Ella nos necesita, y no puedo dejarla sola.

Khaos, igualmente agotado, se puso de pie con determinación. - Estoy con Rhysand. No podemos detenernos ahora. Necesitamos encontrarla.

Nuestra hembra, con una expresión de tristeza y preocupación, dio un paso adelante. - Les entendemos, pero deben ser razonables. Si continúan sin descanso, no podrán ayudar a Iliana ni a ustedes mismos. Por favor, tómense un momento para descansar. Mañana continuaremos con más fuerzas.

Rhysand y Khaos intercambiaron una mirada llena de determinación. La idea de descansar era inimaginable para ellos en ese momento; la preocupación por Iliana era demasiado grande. Sin embargo, la preocupación de sus padres era evidente y la comprensión por su estado de agotamiento les hizo dudar por un instante.

-Lo siento, pero no podemos parar - insistió Rhysand, su voz temblando de cansancio y determinación. - No podemos descansar hasta que la encontremos.

Khaos asintió con una expresión de dolor. - Nos quedaremos aquí y continuaremos buscando. No nos detendremos hasta que tengamos alguna noticia de ella.

Nuetra hembra sintió un nudo en el estómago al ver la determinación en los ojos de sus hijos. Sabía que no podía forzarlos a descansar, pero también entendía que su agotamiento podría poner en riesgo la búsqueda. Miró a los otros guerreros y a las mujeres humanas que se retiraban, sus rostros reflejando el mismo agotamiento y preocupación.

-Por favor, tengan cuidado - dijo Niviana con voz suave, mientras los observaba partir. - Haremos todo lo posible para ayudarles a encontrarla, pero su seguridad también es importante.

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