ILIANA
Despertar en la Oscuridad
El dolor era lo primero que sentí al despertar. Mi cabeza latía con una intensidad que me hacía difícil incluso abrir los ojos. Intente moverme, pero el mareo me obligó a quedarme recostada. Gradualmente, me obligue a enfocar la vista, observando el entorno desconocido que me rodeaba.
Estaba en el interior de una cueva. La penumbra envolvía todo, pero la calidez bajo mi cuerpo le indicaba que no estaba al aire libre. Al girar la cabeza, la visión de las rugosas paredes de piedra y la sensación de humedad en el aire confirmaron su ubicación.
-¿Dónde estoy? - murmure, mi voz reverberando suavemente en el silencio.
Con un esfuerzo considerable, me incorporó y, a pesar del mareo persistente, logre ponerme de pie. Mi primera reacción fue buscar una salida, algo que me permitiera orientarme. Sosteniéndome de las paredes de la cueva para mantener el equilibrio, avance lentamente, mi respiración pesada y mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho.
La cueva parecía interminable, cada paso resonando en la oscuridad. Al llegar a una bifurcación, me detuve, debatiéndome sobre qué camino tomar. El túnel se dividía en dos, cada pasaje igual de oscuro y ominoso.
-¿Izquierda o derecha? - susurre, mi voz quebrada por la incertidumbre.
Finalmente, decidí tomar el pasaje de la derecha. Me adentró en la oscuridad, mis manos extendidas para evitar tropezar con las paredes irregulares. A medida que avanzaba, el aire se volvía más frío y el silencio más opresivo. La falta de visibilidad aumentaba mi ansiedad con cada paso.
De repente, me encontró en una gran cámara al final del pasaje. Una luz tenue se filtraba por una grieta en el techo, iluminando apenas el suelo. Fue entonces cuando los vi.
Mi corazón late con fuerza en mi pecho cuando una criatura aterradora aparece ante mí, es una pesadilla viviente, una amalgama de terror y ferocidad. Tiene un cuerpo musculoso cubierto por una piel grisácea y escamosa, que parece dura como una armadura natural. La criatura se apoya en cuatro patas, cada una equipada con garras afiladas que arañan el suelo con cada movimiento, creando un sonido amenazante y penetrante.
Su espalda está adornada con largas espinas que se erizan amenazadoramente, dándole un aspecto aún más intimidante. Dos apéndices serpentinos emergen de su espalda, retorciéndose y moviéndose de manera inquietante, como si tuvieran vida propia.
El rostro de la criatura es especialmente aterrador. Tiene una mandíbula llena de dientes afilados y gotean tes, listos para desgarrar a su presa. Sus ojos, negros y vacíos, parecen pozos sin fondo de hambre insaciable. Las venas y músculos en su cuello son claramente visibles, pulsando con cada respiración que toma.
-No... no, por favor... - susurre, mi voz temblando de miedo.
El sonido de las garras raspando el suelo, combinado con el gruñido profundo que emanaba de sus gargantas, creó una cacofonía aterradora que resonaba en la cueva. Podía ver los dientes afilados que destellaban en la penumbra, y sabía que estaba en un grave peligro.
Las criaturas me rodearon rápidamente, bloqueando cualquier posible ruta de escape.
Grite, mi voz rebotando en las paredes de la cueva mientras intentaba correr. El terror me impulsaba, pero la oscuridad y el dolor en mi cabeza dificultaban cada movimiento. Tropecé y caí , pero se levantó de nuevo, mi desesperación por escapar superando el dolor.
-¡Ayuda! ¡Alguien, por favor! - grite, mis palabras llenas de desesperación.
De repente, un rugido ensordecedor llenó el aire, haciendo temblar las paredes de la cueva. Las criaturas se detuvieron, sus gruñidos cesaron momentáneamente. Observe hacia arriba y vi una sombra gigantesca moverse en la penumbra.
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Amor De Otro Mundo
FantasyMe encuentro en otro planeta. Y lo que enfoca mi vista no es nada mas y nada menos que unos extraterrestres, grandes, con cuernos, cabello largo y cola larga. Uno de un tono azul llamativo con negro y el otro de un color rojizo intenso que dicen que...