Monotonía.

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Al día siguiente me levanto un poco cansado, no he conciliado bien el sueño como las últimas noches teniendo la misma puta pesadilla, voy por mi ropa de deporte tomo mi botella de agua y voy al gimnasio hoy no quiero quedarme en el gimnasio que tenemos en casa necesito salir para quitar el estrés.

Cuando por fin llegó a mi casa me doy una ducha y me pongo el traje perfectamente en línea, mi vida es monótona hay veces que me aburre me doy gustos bastante lujosos pero ni eso logra llenar el vacío que en ocasiones siento.

-Buenos dias— Dice la voz de Santiago, Yo lo observo y asiento a modo de saludo intento ignorar a las mujeres que trabajan en mi piso es escaso el personal que requiero, la mayoría está asignado y distribuido en los demás pisos, entró a mi oficina y vuelvo a llenar papeles y más papeles firmar cheques y comer con señores jodidamente ricos que quieren hacerse mis socios, diario es lo mismo lo único bueno es que hoy es viernes y mañana descanso, toda está semana he tenido que ir a firmar al juzgado lo cual me ha distraído.

-Se puede— Escucho la voz de Tony.
Yo estoy estresado y lo sé porque desde hace varias horas comencé a jalar mi cabello

-Pasa Tony— Digo con tono cansado, él me observa sigiloso alzo mi vista cansada hacía él

-Ya has tomado un descanso ¿Cierto?—Yo niego con la cabeza, he bebiendo un café y comido un panque eso debe servir

-El proyecto nuevo me ocupa todo el tiempo— Digo a manera de explicación mientras señaló todo el papeleo que tengo en mi mesa

-Ahora ¿que sucede?— Dice Tony preocupado mientras sirve whisky y me pasa uno.

-Se nos ha otorgado construir el nuevo centro deportivo en Cuernavaca, el asunto legal lo llevarás tú, pero Daniela mi diseñadora está en un proyecto en la compañía de Madrid y ningún currículum me satisface— Digo fatigado tengo suficiente personal pero este proyecto es importante para mí compañía por ende he decido dirigirlo personalmente aunque me está volviendo loco pero logra distraerme.

-Joder tío tu vida es complicada—Dice Tony mientras le da un sorbo a su bebida

-Lo sé— Digo cansado mientras degustó el whisky, pero Tony se queda pensativo y me espanta cuando dice

-¡JODER! Tengo la solución— Yo alzó la mirada mientras aflojó un poco mi corbata

-¿Cuál?— Pregunto con poco interés

-Hoy me he encontrado a una antigua amiga— Dice sonriendo

-¿Y?— Digo a que va con todo esto porque realmente no le encuentro sentido

-Ella estudió eso de diseño es demasiado buena y ahora mismo pasa una situación difícil podrías ayudarla y ayudarte— Dice sonriente yo pienso y paso mis dedos por mi sien

-Sabes que soy perfeccionista— Observo a mi hermano seriamente eso de mezclar amistades de mi hermano no creo que sea una buena idea.

-Venga hazle favor a tu hermano— Dice yo pienso al ver la cara de súplica que me pone Tony

-Necesita ser buena igual o más que Daniela— Pienso debo dar una oportunidad— Dile que venga el lunes y que traiga su currículum este lo revisare personalmente— Digo soltando un suspiro de cansancio intentando calmar las ansias de mi hermano, que no sé si se percata de que esto es importante para mi

-Gracias tío, verás que te va a convencer—Dice Tony mientras saca un expediente yo alzó la cabeza—Tranquilo no es lo que piensas

-Ahh ¿No?— Alzó mis cejas sorprendido de que no sea una nueva demanda

-No, es la declaración de la mujer donde dice que fue de común acuerdo y que nunca la acosaste por lo cuál se retiró la demanda— Dice Tony satisfecho no esperaba menos de mi hermano pero me satisface saber que Valeria declaró lo que le dije pero esa pequeña parte de la historia la reservo para mí.

-Bueno tío te dejo— Dice Tony guiñando yo sonrió y veo como desaparece mi hermano.

Es domingo he decidido practicar un poco de tenis pero no puedo concentrarme cuando mi oponente es una mujer que no deja de seducirme con sus movimientos, falló varias veces y termino perdiendo.

-Hola—Se acerca la chica alta con una coleta y una cintilla en la frente

-Hola— Sonrió y veo como flaquea

-Soy Raquel— Dice sonriente mostrando sus dientes perfectamente blancos

-Mucho gusto Abraham— Le extiendo la mano y la estrecho con la de ella es suave

-Te gustaría un día tener otro partido— Dice sonrojandose mientras la observo

-Acepto, pero sólo si aceptas después ir a tomar un café—Ella se pone como un tomate

-Me parece perfecto— Veo como toma su raqueta y su bolso de deporte— Un gusto conocerte Abraham- Dice tendiendome una tarjeta con su número

-El placer fue todo mío— Tomo la tarjeta y la guardo en el bolsillo de mi pantalón ella suelta una risita coqueta y se aleja yo sonrió satisfecho será fácil convencerla de otra cosa más que de un café.

Bostezo mientras busco que traje ponerme, decido el traje negro una camisa blanca y mi corbata azul,
me observo en el espejo mientras me acomodo mi cabello y rocío loción por mi cuello.

-Santiago, podrías ir a dejar estos papeles a la oficina en Coyoacán— Le extiendo el documento él asiente toma su chaqueta y sale rápido

Froto mis ojos anoche he recordado otra vez ese día y no he podido dormir, decido salir y comprar un café usualmente mi personal me lo trae pero necesito despejarme, camino mientras veo a la gente pasar entró al Starbucks una chica joven me atiende entre nervios y sonrisitas, le sonrió me ha atendido más que servicial cuando me ha entregado el cambio venía con un papel que contenía su número no puedo evitar rodar los ojos si supiera el capullo en el que me he convertido seguramente correría.

Busco mi teléfono y conecto mis Auriculares la voz de Bruno comienza a retumbar en mis oídos tarareo mientras camino, reconozco a mi hermano a lo lejos está en la entrada del edificio él no se percata de que soy yo porque está hablando con un chica que está de espaldas.
Cuando estoy a una distancia considerable digo

-¡Hey Tony!— Mi hermano alza la vista y sonríe pero al instante la chica voltea y siento como todo mi ser da vueltas sin poder creerlo.

Una nueva forma de amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora