Manejo tranquilo por la carretera algunas veces volteo a ver a Regina quien va concentrada en la ventanilla sin ni siquiera inmutarse he puesto música para llenar el silencio que nos rodea optó por poner Take it on the run de REO me relaja bastante para manejar, pero inconsistenmente me doy cuenta de la letra, Regina lleva esa pequeña "V" formada en su rostro, parece que cada quien va perdido en sus pensamientos aunque yo no dejo de darle vueltas ¿Que haría ella anoche?Pasan un par de horas hasta que llegó a una casa que he rentado estaré aquí más o menos dos semanas así que es más cómodo que estar en hoteles, pero se que en el fondo lo he hecho para que Regina tuviera más lujos y comodidad.
Volteo a observarla está fascinada observando el paisaje que la rodea y no la juzgo todo es muy hermoso abunda el pasto verde en un perfecto cuidado la casa se ve imponente.
Cuando le ayudó a bajar inhala fuerte y comienza a estirarse definitivamente le ha fascinado sus acciones lo dicen todo
-¿Qué tal?— Pregunto sólo para escuchar de sus labios la respuesta que claramente ya sé.
-Esto es maravilloso— Dice observando todo comienzo a bajar las maletas y comenzamos a caminar dentro de la casa, que como se notaba es preciosa es amplia subimos las escaleras y no tardo en encontrar el cuarto principal, pongo las maletas de Regina y ella me observa confusa
-Te dejo para que te pongas cómoda— Digo sonriendo me siento más relajado, ella observa la gran habitación y camina hacia el gran ventanal que le permite ver la piscina y una cancha de tenis.
-Pensé que está sería tu habitación—Dice claramente tímida pero noto que está intimidada por todo lo que la rodea, yo me quito las gafas para que reciba el impacto de mi mirada, me acerco poco a poco a ella, el aire se podría cortar con un cuchillo solo se escuchan nuestras respiraciones
-Prefiero que tu estés más cómoda—Contestó seguro y con una gran sonrisa en mi rostro la cual se ensancha cuando paso mis manos atraves de sus mejillas y noto su sonrojo
-Que amable de su parte— Dice yo frunzo el ceño y pongo cara de desagrado
-Sino mal recuerdo me ibas a llamar de tú— Ella me observa— Al menos eso dijo Nath y por lo que veo no estamos en la oficina— Digo está vez alzando los hombros y alejándome un poco de ella.
-No me siento cómoda— Dice y comienza a tocar las puntas de su cabello, me acerco veo que se pone alerta toco sus manos y hago que suelte su cabello ella me observa sus ojitos tienen un brillo
-Deberías estar cómoda— Digo mientras aún su cabello se desliza entre mis dedos es demasiado suave— Estaremos trabajando y si estás incómoda no gozaras de tu trabajo, aquí puedes llamarme Abraham— Digo está vez suelto su cabello y la observo fijamente intentado darle seguridad con mis palabras y a través de mi mirada que permanece fija me doy cuenta que totalmente ha regresado la Regina tímida que acaso no se da cuenta de que lo nuestro está pasando a algo más que lo profesional, es que joder hasta la he besado en horarios fuera de la oficina
-Creo tienes razón— Suelta un suspiro—Abraham— Dice finalmente sonrió satisfecho normalmente me gusta que me hablen de señor pero me fascina como suena mi nombre a través de la melodiosa voz de Regina y se que eso es romper una barrera para entrar en confianza.
-Ponte cómoda vale— Digo mientras me alejo para no seguir invadiendo demasiado su espacio vital que evidentemente cuando lo hago se pone nerviosa e incómoda
-Gracias Abraham— Dice está vez con más seguridad que la vez pasada mientras me ladea una pequeña sonrisa
-En una hora baja para comer— Digo e inconscientemente le guiño el ojo antes de ponerme mis gafas ella no dice nada el rubor que sale por sus mejillas habla por ella, pongo mis manos en los bolsillos y salgo relajado, vaya había dejado ese hábito desde hace años intento desechar ese pensamiento.
Camino hasta mi habitación que está a lado de la de Regina, es igual de espaciosa y con buenas vistas también decido darme una ducha rápida hay demasiado calor, me he puesto mis jeans una camiseta amarilla que deja ver mis más que torneados brazos y me coloco mis tenis.
Ahora estoy dando vueltas en la cocina tengo dos opciones ordenar comida o prepararla yo mismo, busco en la nevera y tal como ordene hay bastantes vegetales y carne decido ir a por la segunda opción hoy la señorita Regina conocerá esa faceta mía, me decido por hacer un salteado de verduras y fajitas de pollo, me concentro en picar todo después de unos minutos terminó me doy cuenta que disfruto de cocinar tiene bastantes años que lo he dejado, la presión del trabajo junto a mi mal humor no es una buena opción que sea combinada en la cocina, además siempre tengo gente que se encarga de mi alimentación.
Busco en la nevera y están varias botellas de vino pero un aroma dulce y unos ligeros pasos llaman mi atención, me asomo por encima de la puerta de la nevera y sonrió al ver a Regina con unos shorts que deja ver sus espectaculares piernas perfectamente torneadas, lleva una blusa color melón y unos converse blancos, su cabello ondulado y aún mojado por la ducha solo tiene los labios pintados pero el clima le ayuda porque sus mejillas están sonrosadas, joder se ve fantástica y se ve más joven de lo que ya es.
-¿Todo bien?— Pregunto sin saber que decir realmente me he quedado embobado, tomo la botella de vino y me dirijo a la barra le indicó que se siente en un taburete
-Es muy hermoso todo— Dice observando— Pero hay demasiado calor— Dice y es verdad el calor es sofocante el aire acondicionado apenas está comenzando hacer el trabajo de enfriar la gran estancia, pongo dos copas y le sirvo, comienzo a servir el salteado
-Pues listo a comer— Digo ella observa todo y comienza a comer haciendo gestos de aprobación
-Es delicioso ¿Lo has hecho tú?— Dice sorprendida observando todo el caos que aún hay en la cocina
-Así es señorita este hombre pijo sabe cocinar, me agrada saber que te gusta— Digo observandola mientras se sonroja seguramente recordando cuando abiertamente me dijo que era demasiado pijo— Además tenía que hacerlo hasta mañana llega Cathy— Digo distraído
-¿Cathy?— Dice confusa y noto un poco de desagrado en su rostro, sonrió al recordar que ella no la conoce
-Así es ella es mi asistente— Digo sonriendo ¿quien pensaría que era? porque noto que ella se relaja, el tiempo se pasa rápido junto a ella está bastante relajada, me cuenta que está terminando la tesis por eso en ocasiones tiene que ir a la universidad los domingos, he estado tentado a preguntar si el chico de su escuela es su novio pero me detengo no he podido olvidar a ese niñato y las miradas fulminantes que me lanzaba.
Cuando terminamos de comer Regina se ofrece a levantar los platos, yo asiento mientras realizó varias llamadas necesito estar al corriente con el trabajo que hay en Madrid.
Regina sale al jardín y se la pasa recostada en un camastro escuchando música decido no molestarla, las horas pasan demasiado rápido el trabajo me ha consumido toda la tarde.
Cuando cae la noche solo tomamos un poco de smoothie en un silencio total, porque mi mirada está enfocada en mi celular estoy terminando de checar los últimos detalles del itinerario para estás dos semanas.-Espero sueñes lindo— Digo con una sonrisa un poco cansada observo la cara de Regina aún sonrosada.
-Igualmente Abraham— Dice tímida me acerco y depositó un casto beso en su mejilla logrando que mi cuerpo se relaje después de un largo día de trabajo.
-Mañana será un día largo descansa— Ella asiente y la dejó camino relajado hasta mi habitación sonriente el primer día junto a ella ha sido fantástico apesar de no hablar mucho debido a tanto trabajo, el saber que la tenía cerca me ha dado una paz que nunca había sentido.
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Una nueva forma de amar.
Lãng mạnÉl siempre fue un romántico empedernido, él siempre buscaba la felicidad, él siempre componía para plasmar sus ideales y sentimientos, era el hombre que toda mujer desearía. Hasta que un día un incidente hizo cambiarlo y todos sus sentimientos queda...