Baile y besos.

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Se que estoy ebrio también aunque lo sé controlar, pero no abusaria del estado en el que se encuentra Regina observo sus labios anhelantes, deseo como loco poder sentir sus labios sobre los míos pero por el momento no debo no soy tan gilipollas.

-Cuando estés en un estado sobrio— Digo seriamente dejando la posibilidad en el aire, ella me observa sus ojos están bailando de alegría.

-Yo sé que quieres— Dice comenzando a contonearse al ritmo de la música y provocando sensaciones en mi cuerpo joder si sigue por este camino voy a terminar cediendo

-¿Cómo puedes decir eso?— Pregunto al ver con la seguridad con la que me habla mientras disfruto de su roce y su aroma joder su aroma me vuelve loco

-Por que en tus ojos veo deseo— Dice con una risita yo alzó mis cejas sorprendido, muy bien Mateo no lo estás ocultando nada bien

-Como sabes que es deseo— Digo serio no niego que quizá a veces tenga esa mirada pero no es a menudo y menos de una manera tan notoria, siempre busco mi placer pero con Regina siento un deseo diferente y se que me estoy metiendo en un problema.

-Porque a veces esa mirada la tengo yo cuando te veo— Dice sincera con un sonrojo en sus mejillas más que coloradas y riendo una risa tímida y es una risa nueva Regina me está sonriendo de manera coqueta pero me toma por sorpresa cuando confiesa eso me pongo un poco nervioso no quiero llevar esto a una profundidad más grande.

-Ya vamos por esa agua— Digo sonriendo pero evadiendo su comentario anterior, siento que es una sonrisa tierna la que le ofrezco agitó la cabeza y me pongo serio.

-Acaso no te gusta como bailo— Dice yo sonrió mientras veo como se cuelga más de mi cuello y eso permite que la tome con ambas manos en su cintura aquella que llamo mi atención desde la primera vez.

-Lo haces de maravilla pero vamos por esa agua— Digo sonriendo pero comienza a sonar un clásico danza kuduro creo así se llama, ella comienza a dar brinquitos y empieza a bailar al ritmo y letra

-Una más y ya Abrahamusho— Dice sonriente— Me da confianza bailar contigo— Confiesa tomándome por sorpresa mientras acerca más su rostro al mío apesar de estar ebria huele de maravilla

-¿Ahh si?— Digo enarcando una ceja bajo mi mirada hacia sus ojos llenos de brillo

-Tu cuerpo es ligero y torneado— Dice pasando sus manos por mis brazos y hace que mi cuerpo estremezca joder realmente estoy teniendo demasiado autocontrol— Y apesar de esa seriedad y ese ceño fruncido que nunca quitas de tu rostro, me haces sentir cómoda— Confiesa sorprendiéndome totalmente ¿la hago sentir cómoda? pensaba que la ponía nerviosa e incómoda esto definitivamente nunca lo imaginé y confirmo que Regina con unas copas encima se quita toda la timidez que le generó cuando estamos juntos en una horarios de trabajo.

-Pues entonces bailemos con confianza— Digo abriendo mis brazos para que ella haga de mi cuerpo lo que quiera, no tarda en tomar partido de la oportunidad, pasa sus brazos por el reverso de mi cabeza y toma mis manos para que la tome de la cintura con delicadeza rodeó su perfecta cintura, mis manos encajan perfectamente pero me tenso cuando empieza contonear a un punto de casi frotarse en mi haciendome temblar, joder se que he sacado un leve gemido imperceptible por lo fuerte que suena la música pero debo controlarlo o en mis pantalones se armara una casa de campaña, sin darme cuenta estoy siguiendo su ritmo me ha envuelto en su baile y sin darme cuenta me froto muy cerca de ella, mis sentidos están demasiado alerta y en todo el ruido escucho como ella suelta un pequeño gemido, lo que hace que yo sonría satisfecho en un impulso susurro en su oído

-¿Te gusta?— Digo con la voz ligeramente ronca por lo que estoy sintiendo estoy conteniendo mi placer a está escena que estoy experimentando joder nunca me había sentido así de seducido la inocencia con la que lo hace es para mí un deleite, ella no me responde se voltea y queda frente a mi rostro y me da una media sonrisa

-Me gusta como te mueves— Dice a pesar de su ebriedad se pone timida—Ahora si vamos por ese vaso de agua— Dice sonriendo, yo asiento quisiera quedarme más tiempo sintiendo su cuerpo y su descaro inocente pero la tomo de la mano para guiarla hasta la barra, me doy cuenta que hago lo posible para que nadie la toque.
La ayudó a sentarse en el taburete pido dos botellas de agua helada

-Bebe— Digo más tranquilo, ella toma su agua con delicadeza y me da tiempo de observarla yo al igual que ella bebo y refresco mi boca

-Gracias— Dice cuando termina más de la mitad de su agua

-Por nada— Digo serio ella me observa no dice nada pero muy pocas veces me miran fijamente y me siento descubierto por un segundo lo cual me hace sentir incómodo— ¿Qué sucede?— Pregunto cuando me percató que lleva bastante tiempo observandome.

-¿Porque no querías besarme?—Pregunta tímida y sonríe— No te parezco atractiva ¿cierto?— Dice con una sonrisa triste me toma por sorpresa ¿En verdad piensa que no es atractiva? Joder que no se da cuenta que todos los hombres la observan y no se ha percatado de las miradas que le he brindado, quizá sepa que es atractiva ¿acaso está esperando que yo sé lo confirme? o realmente le importa lo que pienso de ella.

-¿Te importaría?— Pregunto serio para poder aclarar mis pensamientos

-El que— Dice tímida parece que el agua está haciendo su trabajo porque ha cambiado de ser la atrevida a la tímida en un nanosegundo

-Que me parezcas atractiva o no— Digo observándola ella se limita a alzar los hombros

-No lo sé quiza me importe más de lo que quiero reconocer— Se queda pensativa— Pero yo quería besarte-Dice en un momento de valentía con lo que queda de alcohol en su sistema, tomándome a mi con la guardia baja me sorprendo al escuchar eso joder y si la beso y piensa algo más o mañana me culpe por aprovecharme de ella, joder joder como está mujer hace de mi cabeza un lío, hace años que no intento sólo un beso no desde aquel catastrófico día, sacudo mi cabeza para sacar ese pensamiento intento pensar unos segundos, pero ahorita eso me importa un bledo mando todo lo que está rodando en mi cabeza, ella me necesita de una manera y me niego a hacer que piense que no me parece atractiva, si yo le dijera como ha puesto mi cuerpo al cien quizá no lo creería.

Me levanto de mi taburete decidido, ella me observa alza la vista para poder verme ahora que estoy de pie, pasó mis manos por sus mejillas y ella se entrega a mi caricia la cual disfruto por un par de segundos.

-Eres hermosa— Digo con voz ronca cargada de todo el deseo que tengo acumulado y no le doy tiempo atacó su boca intento dar un plus nuestras lenguas se entrelazan abunda el sabor a alcohol pero sus labios son exquisitos no se porque en este preciso momento quiero más.

Una nueva forma de amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora