Una nueva forma de amar.

Trabajo en equipo

Me despierto tranquilo y relajado me doy cuenta que es bastante tarde porque el sol ya está en su punto, al parecer mis pesadillas estuvieron bajo control observo el horario no me dará tiempo de hacer ejercicio así que me doy una ducha y optó por ponerme un poco formal, tomo unos jeans, me coloco una camisa blanca con un botón desabrochado y arremango las mangas de mi camisa, me coloco los zapatos de vestir acomodo mi cabello me coloco mi reloj y me perfumo

Me observo en el espejo y sonrió mi cabello está más largo pero se me ve genial, salgo relajado hasta que escucho dos voces frunzo el ceño pero cuando bajo sonrió al ver a Cathy junto a Regina que está impresionante con un vestido ligero y zapatos bajos su cabello cae en pequeñas ondas sobre sus hombros. Me quedo un par de segundos observandola ella está de espaldas así que no me ha visto.

-Buenos días— Digo para que ambas me escuchen, noto como Regina voltea y se queda en silencio pero me observa fijamente.

-Hola mi chico— Dice Cathy sonriente mientras me abraza

-Hola Cathy ha llegado mi salvación— Contestó sonriente mientras le doy un casto beso en la frente

-Se que mi chico es bueno en la cocina, no ibas a morir de hambre— Noto que Regina sonríe al observar el cariño con el que Cathy me habla, volteo a verla y ella se sonroja

-Buenos días señorita— Digo mientras me acerco a ella y depositó un casto beso en su mejilla aspiro su aroma dulce mis labios se posan un par de segundos en su mejilla, estoy tentado de pasar mis manos por su pequeña cintura pero la voz de Cathy me saca de mi ensueño

-Pues les prepare el desayuno— Dice Cathy sonriente colocando todo perfectamente delante de nosotros.

Después del ligero desayuno ayudó a Regina a subir al auto pongo un poco de música para que llene el silencio manejo tranquilo mientras sigo las indicaciones del GPS, hasta que un terreno impresionante llama la atención de ambos

-¿Es aquí?— Dice Regina mientras abre los ojos sorprendida

-Aparentemente— Digo no había tenido tiempo de venir a supervisar el terreno antes mi equipo es el que se había encargado de venir a tomar medidas y checar el terreno, me estaciono y ayudó a Regina a bajar no tarda en acercarse un chico alto con unos ojos verdes lleva un casco y un chaleco de seguridad, no tarda en posar la mirada en Regina conforme avanzamos lo cual no me agrada.

-¿Señor Mateo?— Dice el joven cuando me acerco

-Así es— Digo fuerte y con total autoridad, noto que no deja de observar a Regina y me cabreo

-Lo estaba esperando señor, para mostrarle el terreno— Dice feliz yo recuerdo que Santiago lo ha contratado junto con Tony— Mucho gusto soy Raúl- Nos dice y sé que en el fondo lo hace para que le presenté a Regina porque a mí ya me conoce.

-Mucho gusto Raúl a mi ya me conoce pero le presentó a Regina— Digo mientras en un impulso posó mi mano en su perfecta cadera acercándola a mi ella se sonroja pero no me voltea a ver— Mi compañera— Digo sin especificar compañera ¿De que? Raúl me lanza una mirada aturdida lo he cohibido.

Ella le extiende la mano cordial y se estrechan la mano rápidamente, pasamos las siguientes horas recorriendo el terreno y en cada espacio Regina anotaba algo creando más ideas y detalles, yo me dedicaba sólo a observarla al igual que ese tal Raúl que no me agrada nada.

Después de un largo día y de estar soportando a ese gilipollas nos dirigimos a casa en un tranquilo silencio.

Cuando llegamos directo vamos a cenar estamos Cathy ha preparado su exquisita lasaña y me divierto al ver los gestos de Regina

-¿Está bueno?— Pregunto divertido cuando escucho sonidos de satisfacción cada que pasa un bocado

-Esto es delicioso Abraham— Dice sonriendo una sonrisa enorme sin fingir sin ninguna timidez.

-Yo cocino mejor ¿No?— Pregunto irónico ella sonrie una vez más su sonrisa hace que sus ojos dancen de alegría

-Lamento bajarte tu ego pero no es así, Cathy te gana por mucho, pero no lo haces tan mal— Dice observandome yo sonrió al notar las palabras tan sinceras que salen de su boca

-Gracias por el cumplido señorita— Digo ofreciéndole una sonrisa enorme como nunca lo he hecho

-Te puedo hacer una pregunta— Dice mientras yo alzó la mirada de mi comida y sorbo un poco de mi copa de vino

-Claro— Digo con poca seguridad, no quiero que empiece a indagar en cosas del pasado o así

-¿Que más sabes hacer aparte de cocinar?— Me relajo al instante es una pregunta común me pongo a pensar

-No mucho, se me dan bien los deportes quizá el baile— Me limito a alzar los hombros y las cejas de manera sugerente, ella se pone como tomate claramente recordando nuestro más que sensual baile, evitó decirle la parte musical que corre por mis venas eso lo reservo para mí.

-Yo soy fatal para los deportes— Dice sonriente mientras hace morritos logrando que yo sonría

-Quizá algún día te ayude— Digo sonando cotidiano, terminamos cenando de manera tranquila, ella me observa atenta, las siguientes horas las dedicamos a trabajar detallamos algunas partes del proyecto y los materiales que vamos a ocupar para los siguientes días. Cuando terminamos unos minutos después ambos estamos agotados.

-Estoy muy cansada, iré a descansar— Dice Regina mientras frota un poco sus ojos yo sonrió

-Descansa Regina sueñas bonito— Digo sonriente me acerco a ella la tomo ligeramente de la cintura y depositó un casto beso en su mejilla, ella me dedica una sonrisa tímida y comienza a caminar yo observo como se aleja me quedo embobado se ve espectacular, pero el sonido de mi celular me distrae noto que es Tony.

-¿Qué pasa?— Digo y me doy cuenta que sueno de buen humor

-Abe ¿como va todo?— Pregunta alegre

-Bien— Me limito a contestar con un suspiro agotado

-Te quería avisar que iré en unos días— Dice Tony, la idea no me agrada del todo quiero estar solo con Regina, pero también sé que a ella le gustará convivir un rato con el atrabancado de mi hermano.

-Me parece bien aquí te espero ¿Sólo vendrás tú?— Pregunto relajado mientras subo a mi cuarto froto un poco mis ojos.

-A eso iba iré con Nath— Dice Tony con un tono demasiado alegre y me doy cuenta que entre tantas cosas he olvidado el amor de amor de mi hermano

-¿Cómo vas con ella?— Digo mientras observo el paisaje que ofrece el ventanal la noche ha caído y la luna alumbra ligeramente el jardín.

-Fenomenal mañana le pediré que sea mi novia y quiero llevarla a Cuernavaca— Yo sonrió al notar lo colgado que está Tony por Nath

-Me agrada la idea— Digo sonriente mientras me siento al pie de la cama

-Pero también quería preguntar ¿no hay problema que vaya Rubén y Juanca?— Siento como mi humor cae en picado mi ceño se frunce, no me agrada ese Juanca no desde que tengo duda de cuál es el interés de Regina sobre él y mucho menos que aún no se que paso esa noche que salieron a cenar— ¿Abraham sigues ahí?— Dice Tony sacándome del trance en qué he quedado

-Si me parece bien— Me limito a decir poco convencido pero si me niego Tony empezará a preguntar además tengo curiosidad de conocer a ese tal Juanca

-Vale en unos días llegamos descansa—Cuelgo y me quedo pensativo me tiró sobre la cama viendo al techo y si Regina ¿está interesada en Juanca? Una corriente de cabreo corre por mis venas solo de pensarlo.