Parte 5

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𝓟𝓮𝓵𝓮𝓪

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𝓟𝓮𝓵𝓮𝓪

Recargue mi cuerpo en la orilla de la puerta, cruzando los brazos.

—Hola— saludó primero, tan educado como siempre.

—Pasa— me giré dándole la espalda, adentrándome nuevamente al apartamento. Suho copió mi acción.

—¿Están tus papás?— preguntó —Traje kimchi para todos. —levantó la bolsa que traía en la mano.

—Vivo sola— conteste de mala gana caminando hacia la mesa.

—¿Puedo dejar esto aquí?— cuestionó señalando la barra de la cocina.
Solo afirmé con la cabeza mientras me sentaba.

Suho se encaminó hacia mi para tomar asiento junto a mi, colocar su mochila en la mesa y sacar lo que necesitábamos.

—Ubícate en la pagina 53— ordenó en un tono de profesor. Obedecí a su mandato y comencé a leer.
De inmediato pude sentir su mirada sobre mi.

—No puedo concentrarme si estás mirándome— reclamé, el chico rápidamente volteó la cabeza hacia su libro, lo habían descubierto, bueno, ni siquiera disimulaba.

—No te estaba viendo— Su rostro se volvió serio y desinteresado.

Así nos pasamos una hora, el me regañaba y yo lo regañaba de vuelta, propuse comenzar a comer el kimchi ya que todo esto de trabajar me había abierto el apetito.
Mientras escribíamos, comíamos también. Por primera vez el ambiente no era tan tenso. Nuestras personalidades y carácter chocaban, nos molestaba todo de uno al otro, el era serio y mal humorado, yo también, ¿Qué de bueno podría salir de esa combinación?

Nuestro momento de trabajo fue interrumpido cuando el timbre sonó. Me levante confundida por quien sería y me encaminé hacia la puerta.
Al abrirla pude ver a Sunoh , con una gran sonrisa coqueta en su rostro, en sus manos tenía una bolsa con alcohol.

—Hola, cariño— me abrazó dando un beso en mi mejilla. Me encontraba algo sorprendida, pues Sunoh no era de venir a verme de repente. Antes de que pudiera darle acceso a mi casa, el entró sin más.
Pero su cuerpo se detuvo y su rostro se tensó al ver a Suho en la mesa.

—¿Qué hace el aquí?— preguntó sin mirarme, con la mirada fija en Suho, al igual que la del otro chico en el.

—Te dije que haríamos un trabajo— sabía lo que se vendría, un episodio de celos.

—Bueno, pueden terminarlo mañana en la escuela, donde haya más gente con ustedes— insinuó.

—Sunoh, se que te esforzaste en venir pero de verdad estoy ocupada.

—¿Tan ocupada como para no recibir a tu novio?— me miraba con un semblante molesto. —Tú.— señaló a Suho. —Vete.— ordenó.

—¿Por qué yo tengo que irme? Yo llegue primero y además estamos haciendo un trabajo.— Había una lucha de miradas entre los dos chicos, pero el tenía razón, el trabajo era para mañana y necesitábamos terminarlo.

—Entonces me quedaré hasta que te vayas.— contraatacó, para este momento el ambiente ya estaba demasiado tenso.

—Solo la desconcentrarás.—

—Este idiota- Sunoh se dirigía hacia Suho dispuesto a sacarlo a golpes de aquí.

—Suficiente— tomé a Sunoh del brazo y lo jalé hacia afuera, cerrando la puerta para evitar que Suho oiga lo que se aproximaba, una pelea.

—¿En serio prefieres que yo me vaya a él?— frunció las cejas con molestia.

—¿Qué esperas que haga si no te comportas? Te dije que solo es un compañero, deja tus estupidos celos y madura, ¿Acaso yo me molesto cuando todas esas chicas se te acercan?— a diferencia de él, yo no mostraba una expresión molesta, lo estaba pero no lo demostraba.

—De haber sabido que estarías divirtiéndote con otro, ni siquiera me hubiera esforzado en venir— escupió de mala gana, ¿Qué acaba de insinuar?

—¿Qué dices? Entonces, tú puedes buscarme cuando quieres, dejarme botada cuando quieres y hacerme a un lado porque estás ocupado, ¿pero yo no?— La sangre me hervía, tenía muchas ganas de darle una bofetada.
—Lo que tú quieres es terminar conmigo pero ni siquiera tienes el valor para decirlo—
El semblante de Sunoh cambió a uno sorprendido, en el fondo, el sabía que lo nuestro se estaba viniendo abajo.
No podía creer lo que yo había dicho.

—Llámame cuando no estes ocupada con otro chico— Finalizó pasando por un lado de mi, moviéndose para evitar tocarme.
Creo que esta es la pelea más fuerte que hemos tenido, por lo menos, saque algo que traía atorado desde hace mucho.
Inhale y exhale varias veces para calmarme, pasaba mis manos por todo mi cabello tratando de calmar mi enojo, cuando por fin regulé mi respiración, abrí la puerta para entrar. Suho estaba de pie a un lado de la mesa, esperando por mi.

—Ha-na— dijo por lo bajo, tratando de no aturdirme.

—Continuemos— mostré desinterés ante la situación, pero la verdad es que esto me inquietaba y mucho.

—Puedo irme y terminar el trabajo  para que puedas estar sola.— sugirió mirándome con una pequeña expresión de preocupación, pues de alguna forma, sabía que había sido su culpa.

—Gracias— nuevamente pase mis manos por mi cabello y me dirigí hacia mi habitación, dejando a Suho en la sala para que pudiera irse.

—Gracias— nuevamente pase mis manos por mi cabello y me dirigí hacia mi habitación, dejando a Suho en la sala para que pudiera irse

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