Style- Lee Su-ho

Parte 22

𝓢𝓮𝓷𝓽𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝔃.

Los chicos corrían por el pasillo, se topaban a algunos alumnos que los veía como si estuvieran locos, confundidos, pues ellos habían escuchado que Suho había llorado por ella, llegaron hasta aquel cuarto de limpieza donde habían tenido un encuentro y se adentraron, cerrando con seguro, seguían riendo, el ver la hermosa sonrisa de Ha-na, lo volvía loco por probar su piel y su boquita sabor a miel otra vez, sin pensarlo se acercó para besarla, los labios arqueados de la chica se bajaron para besarlo también, tomándolo del suéter para acercarlo más a ella, habían pasado días desde que lo besó, que ya no aguantaba por tenerlo otra vez, sus suaves labios que la hacían olvidarse de todo, sus manos tomando su cuerpo.
El beso se fue terminando por una sonrisa de los dos, no podían dejar de sonreír como bobos, ella lo hacía enloquecer, estaba a su merced.

-     No puedo creer que hayas hecho eso.  - por fin habló él, mientras juntaba su frente con la de ella, ella se sintió aún mejor al escuchar ese tono dulce que solo le regalaba a ella.

-      Suho...- sus delicadas manos tomaron su rostro.  -   Perdóname por hacerte llorar, me derrumbo completamente cuando lloras. - susurró, apretando sus ojos con culpa, pero el tomó su mentón para levantar su rostro apenado.

-     Hey...no quería hacerte sentir culpable, perdóname tú a mi, solo...- hizo una pequeña pausa, admirando los ojos cálidos de Ha-na.  -   No quiero que nos alejemos de nuevo, no puedo estar sin ti. - sus frentes de tocaron nuevamente, mientras el cerraba los ojos con desesperación.

-     Sé que te lastimé cuando hablamos por teléfono, no debí darte esa respuesta y entiendo completamente lo que sentiste, yo también lo sentí y no quiero hacerte sentir como un día lo hicieron conmigo. - dijo recordando cómo era cada vez que Sunoh y ella peleaban, siempre la hacía sentir que exageraba y no mostraba interés por entenderla. -  Suho. - levantó su rostro para que él la viera. -  Mi vida es mejor por qué te conocí. - susurró cerca de sus labios.

Los labios del chico hicieron un puchero, se estaba muriendo de amor, nunca había experimentado eso, nunca nadie le había dicho eso.

-    Quisiera explicar todo lo que yo siento. - dijo él, apenado por qué a pesar de que quisiera, era como si algo impidiera que las palabras salieran.

-    No tienes que decírmelo ahora, está bien. - acarició con su pulgar el rostro de Suho.  -  Salgámos de aquí.- le sonrió, tomándolo de la mano, dispuesta a abrir la puerta.

-   Ha-na.- nombró, deteniéndose, la chica se giró para prestarle atención, los labios de él temblaban, tenía la mirada baja, se sentía mal de no poder decirle lo que sentía pero iba a intentarlo, solo por ella.  -  Eres muy especial para mi. - apenas pudo formular, sus labios temblaban cada vez más y sus manos también, eso pasa cuando no sabes expresar tus sentimientos, pues siempre los has estado reprimiendo y no sabes cómo hablar de ellos, hasta que llega una persona por la cuál tienes que hacerlo. -  Por qué me hiciste sentir...- hizo una pausa, levantando su mirada a ella. -   Que aún tengo que vivir.-
Un dolor apareció en el pecho de ella al escucharlo, ¿cuánto dolor tenía el? ¿Cuánto ha tenido que aguantar solo?
Así es, desde la muerte de Se-yeon, Suho no había dejado de culparse de eso, tenía pesadillas sobre eso, todos los días lo atormentaba, incluso llegó a pensar que hubiera sido mejor si el que hubiera muerto hubiera sido él.
Es por eso que cuando veía a Ha-na tan desanimada, no podía dejarla así, no quería que ella cargara sola con sus problemas, no quería que ella algún día pensar en el suicidio como lo hizo Se-yeon o él.