Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]

31. Aprendiz favorita.

Advertencia de contenido +18 y pedofilia. Tomen el tema con pinzas y con la seriedad que se requiere.

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Los quince años nunca fueron una emoción para mí, no los quería. Y hoy, a las seis de la mañana, estoy sentada en el sillón de mi casa después de la gran fiesta.

Papá ni siquiera los organizó cuando realmente cumplí mis quince, no. Cumplí dieciséis y de igual forma me llamó una quincianera. Por lo que sé, lo atrasó un año solo porque su amigo no podría estar en mis quince. (Amigo que no conocía).

Hasta mis cumpleaños podía controlar.

Admito que no fue lo peor del mundo, me encargué de estar solo con mis hermanos y los mellizos que adoraba. Así que no fue tan mal, pero ahora sentía un terrible vacío en el pecho. Ya no sabía que hacer.

Me había quitado el exagerado vestido que ni siquiera fue elegido por mi, aún tenía las pequeñas trenzas en la cabeza que llegaban a una alta cola de caballo y tampoco me había desmaquillado. No tenía las fuerzas.

Suspiro levantándome y me siento en las escaleras cuando escucho la puerta de entrada, miro hacia arriba asegurándome que mi mamá y hermanos se mantendrán durmiendo en su habitación.

Por suerte mi padre fue silencioso, pero yo estaba lo necesariamente cerca para escuchar las risitas y ruidos de besos.

Ni siquiera me sorprendió ver que quién mi papá alzaba, besaba con desesperación y soltaba para megrar sus senos era Tea, quién no ponía mucha resistencia cuando Gastón se sentó con ella, encantado con la desesperación de la chica de solo diecisiete años, una adolescente con un hombre de treinta y tres. Tomo mi pecho con mis manos mientras las lágrimas salen de mis ojos.

En cuanto los vi, supe que no sería la última vez que lo harían.

Trato de tapar mis oídos, pero no fue necesario ya que Gaston la callo, no se de que forma y no quise mirar.

Ee igual forma el eco de choque contra choque se escuchaba sin parar.

En cuanto seso, saque la pastilla que tenia en el bolsillo y me acerque a la chica que ya estaba vestida.

Me mira con el ceño fruncido cuando se la dejo en el bolsillo del pantalón.

—¿Qué crees que haces?

—No usaron preservativo, supongo.

—¿Y a ti qué?

—Tea...

—No somos amigas, no tienes que preocuparte por mi.

—Es mi padre con quien te acuestas. --le recuerdo. Supe que hice mal en cuanto ella me miró con reproche.

—Era mi novio con quien lo hiciste tú. --susurra y yo me paralizo.

—Yo no...

Ambas volteamos cuando Gaston se levanta, yo aparto la mirada al ver que el aún está muy dispuesto a más.

Esta borracho.

—Eres tan exquisita, preciosa, ven aquí...

Doy dos pasos atrás cuándo Gaston ignora que estoy ahí y se pega a Tea metiendole mano según el gemido que ella suelta.

Mamá está arriba...

La rabia me sube por la garganta cuando Tea le rodea el cuello y pasa sus manos por toda la espalda de mi papá. Quiero decir algo, pero mi papá vuelve a alzarla rompiendole la remera. Abro los ojos como platos viendo la espalda desnuda de Tea cuando me pasan ignorandome. Aunque Tea tiene un cuerpo demasiado desarrollado para su edad (que seguro fue la razón por la que mi papá se fijo en ella), Tea se veía demasiado pequeña trepada en el cuerpo de mi padre.