34. Sentencia de muerte.

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Este capítulo es demasiado intenso y revelador, así que...bueno, solo lean.

Advertencia: violencia familiar, Muerte, Intento de abuso.

16 y 17.

Soy una persona horrible.

Horrible.

Soy una mala hermana, soy desastrosa, no soy suficiente. Soy...

¿Paige...?

¿Sabias que ella bailaria aquí, Marcus?

No lo sabía.

¿Sabias...que ella todavía baila?

Sus ojos culpables responden por él.

Dios mío...

¿Por qué dejaste de bailar, Paige?

¡Ella no me lo dijo! ---susurro para mi, ignorandolo completamente.

Margot no quería que te molestaras.

Me pincha el pecho.

¿Molestarme? ¿Ella temía que yo..?

Ella sabe que no le harías daño. -se acerca despacio.

Pero se lo hice...Ella no me dijo que estudia en una academia, no me lo dijo como tampoco se lo diría a nuestro padre...

No entiendo, Paige. Pero estoy seguro que no lo hiciste de...

—¡No! ¡No tiene justificación! —sacudo mis brazos sin saber que hacer con ellos, pero no puedo simplemente mantenerlos quietos. Acabo entrelazando mis dedos detrás de mi cabeza y muerdo mi labio con fuerza— Soy su hermana, debería haber estado en primera fila. Ella me lo hubiera dicho si yo no hubiera sido tan egoísta...

No eres egoísta. No lo eres.

¡No me mientas! ¡No tú!

Él toma mi cara.

No te miento. Yo no te mentiría.

Bajo la mirada.

Lo hiciste.

Marcus arruga las cejas.

Claro que no, Paige. Nunca.

Me dijiste que la amas. A Tea.

Mi corazón prácticamente se rompe cuando Marcus suelta mi rostro, da dos pasos hacia atrás y me mira como si no me reconociera.

No mentía.

¿Seguro?

¿Qué es lo que quieres que diga, exactamente?

La verdad ¿La amas? —Marcus frota sus ojos y se despeina. Por favor, por favor, por favor.

No me digas que tú...

Si.

Paige...

Dímelo, dímelo y dejaré de molestarte.

No esta bien.

Eso no lo hace menos real.

Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora