Capítulo 15. Fantastas detrás.

44 4 17
                                    

15

18.

Vaden

Oscar...se fue, papá.

Lo siento venir antes de que salga de mi garganta arrollando. Sollozo y doblo mi cuerpo siendo incapaz de soportar el dolor.

Volverá, Jaxen. Ya no son unos niños y él nunca fue bueno en las escondidas porque odiaba no poder encontrarte. Él no podría estar sin ti.

Sufro y me refugio en mi padre.

El lazo que estuvo desde siempre me aflige y temo no sea tan fuerte como creí. ¿Cómo pudo...cómo..? Se fue.

Abro los ojos de golpe con mi cuerpo dejando de pesar.

Se fue.

Me dejó.

Oscar se fue sin despedirse.

VADEN

—¿Quieres explicarme que mierda hacías para dejarte este moretón?

Me siento sofocado viendo la sangre seca en su pierna, justo debajo de su rodilla. Odio esto, odio que él sea..

¿Tu hogar?

Las ganas de presionar mi pecho con todo lo que estoy sintiendo son fuertes, pero no puedo perder el control. No entiendo, estaba todo malditamente calculado, todo como yo deseaba.

Es su culpa, es culpa de esa chica, de Oscar.

Tengo que controlarme, ¿Tuvo que lastimarse justo ahora?

—Eres un idiota, no puedes ni cuidarte a ti mismo.

—Llama a Tina. —murmura sin mirarme.

—¿De qué hablas? Ella se fue con Alyssa y Chica.

Oscar termina levantándose tratando de caminar, así que pisa mal y casi cae.

¿Casi?

Yo lo sujete.

—¿Te encuentras bien? --le pregunto, preocupado.

—¿Por qué preguntas? No te importa. --se zafa de mí.

Frunzo mis cejas, ¿por qué actúa así?

—Creí que era yo el borde.

—Quiero que traigas a Tina, a ella si le importo.

—Deja de rabietas y déjame ayudarte.

—¿Quieres ayudarme? ¿En serio? Te adoro, Vaden, pero estoy cansado de que me trates como si fuera un cualquiera, un jinete aprendiz. ¡No soy nada de eso! ¡Soy tu hermano!

—No sé que dónde quieres llegar. --insisto indiferente, pero no lo niego. A pesar de nuestra poca cercanía no me atrevería a negarle ese derecho.

Oscar se endereza y se me queda mirando, no se que hace e intento seguirle el juego, pero me confundo cuando relaja los hombres y sus ojos me miran débiles.

—Se supone que debes cuidarme. Cometi un error, era tonto y- y falle, tu cometes errores todo el tiempo. ¡Yo no tengo a nadie! ¡Tu eres todo lo que tengo! ¡Octavia y Tina son todo lo que tengo! ¡Debes perdonarme! --suplica.

¿Aún podríamos ser nosotros?

La remera me asfixia y el aire es denso, al menos para mi. Al ver que guardo silencio Oscar se desmorona y deja caer su cuerpo en el banco.

—Debes perdonarme, Jax. Debes perdonarme, debes hacerlo. No puedo sin ti. No puedo. Lamento haberme ido, lamento lo de Terry, lo lamento todo. Debí estar para ti, debí estar contigo. Por favor perdóname, por favor perdóname. Por fa...

Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora