Capítulo 11. Nos une, Jax.

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9 y 12.

¡No me atrapas!

Me rio tanto que mi panza duele y me escondo detrás del árbol. Me acuesto aun sin poder dejar de reír, él nunca va a atraparme.

¡Te atrape, cumplañera!

¡No se vale! Estoy en pausa. No puedes atraparme en pausa.

Así que la señorita se cree más inteligente por cumplir nueve años, eh.

¡Cállate, Hunter!

Estallo en risas cuando me levanta y me hace girar. Es el mejor hermano del mundo.

¡Te giraré hasta que te marees y...!

Hunter y yo giramos la cabeza asustados cuando escuchamos gritos.

PAIGE

Conozco a Zack Henderson al verlo pasar a mi lado con la misma cara de asombro que seguro hay en mi rostro. Son -muy- iguales.

Pero no puedo mirar mucho las figuras humanas de encuentra las siete diferencias porque quizá (solo quizá) ¡estoy tratando de entender como es que no llegamos hace nada y mi hermana ya estaba por compartir saliba con un niño!

No es un niño, tiene diecisiete.

—Eh...creí que estarías con Jax Henderson, Paige —abro la boca exaltada viendo a Margot. ¿Por qué ella sabe su apellido y yo no? Si, yo no le hable del encuentro en medio de la noche que tuve con Vaden. Pero no lo hice porque preguntaría por qué salí y no quería que se preocupara por algo sin sentido.

Ahora que lo pienso quizás cree que tengo poderes mentales con Saturno ya que olvidé decirle que también me encontré con él.

—Estaba preocupada por ti, desapareciste.

—Vine a la bodega.

—¿Y dónde entra este muchacho en eso?

¿Muchacho?

Soné a vieja.

¿Se sigue usando esa palabra? Ni siquiera me molesta que haya estado... ¿Que? ¿Siete horas?..con un chico. Son las ocho de la noche realmente. Me mantuve con Alyssa y Tina solo porque me aseguraron que Margot estaba bien y que si pasaba algo había cámaras.

Eso no me dejo muy tranquila, pero confío en mi Tata. Y el viejo Holland confía en la gente de por aquí.

—Eso hermano...es no perder el tiempo. —Zack Henderdon responde a mi mirada de pocos amigos como si no hubiera dicho nada malo. Suerte que a Margot no le gusta este.

—Cierra la boca, copia barata.

Copia.

Intento no pensar en eso, pero no logro reír a causa de imágenes.

—¿No quieres que te avergüenze frente a tu novia, hermanito?

Los de aquí si que se toman una conversación y un baile demasiado en serio.

—Tenemos literalmente la misma edad, Zack.

—Soy quince minutos más grande que tú.

Suficiente.

—Ya pueden dejar su pelea, la cual no entiendo, para después. Margot, no llegaremos a la cena si no nos vamos ya.

Mamá era obsesiva con la puntualidad. Demasiado. Teme llegar tarde a todos lados y teme que nosotras lo hagamos. No lo entiendo, pero no quiero escucharla hablar sobre la puntualidad otra vez. Diecisiete veces fueron suficientes.

Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora