Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]

48. ¡A galope!

48

PAIGE, a cuatro días.

—Escuché lo que pasó hoy, Dulzura.

—¿Que pasó hoy? —cuestiono, fingiendo no saber. Aprieto los cubiertos y giro la cabeza, viendo a mi hermana-- ¿Tú sabes que pasó hoy?

—Para nada. Estuve todo el día en la bodega con Liam y Zack.

Tata nos mira de una a otra, se que esta conteniendose por mamá. Aunque no debería hacerlo, ya que ella solo esta comiendo sin hablarnos.

—Dulzura, Girasol, admito que admiro su manera de cubrirse, pero no lo van a hacer conmigo. Violetta quedó muy traumatizada. Sabe bien lo que Saturno puede hacer, incluso temió por su vida.

—Entonces debe cuidar mejor su boca.

—Paige –me reprende.

—Yo creo que tiene razón, Tata. Cuando llegué me dijo cosas muy desagradables. Cree que es la reina de los establos cuando en realidad es la reina de nada. Se cree demasiado.

Asiento, respaldandola. Ambas tomamos otra vez nuestros cubiertos y seguimos comiendo.

—Niñas, he de decir que Violetta no es mi Desembarquina favorita, pero la conozco desde niña. A todos los conozco desde niños. Y ella solo...eh...tiene problemas de...

—Envidia –completamos mi hermana y yo.

—Bueno, si. Pero es más que nada por la Élite.

—¿De qué estás hablando?

—Paige, casi todos los jóvenes del pueblo van a los establos. Sea cual sea el rango que tengan. Y los adultos ayudan. Pero, no se por qué, la Élite siempre fueron...bueno, Jaxen, Oscar, Octavia, Allysa y Tina. Y con tu repentina llegada y la manera en que calmaste a Saturno...bueno, te volviste una de ellos. Y te relacionas con todos.

Me abstengo de mencionar que no es que sea mejor amiga de Octavia.

—Ni siquiera sabía que existía eso.

—Ni ellos tampoco –Interviene mi hermana– Tú estas dentro, yo veo todo de afuera. Y es evidente que Violetta te tiene celos. En sentido de posición y...relación amorosa.

Inconscientemente, le dirijo una mirada a mamá, pero sigue igual de callada. Yo no le conté de Vaden nunca. Pero sé que lo sabe. Y no sé por qué esperaba que en algún momento me buscara y me diera una charla. No tengo idea en que consistiría, pero la desee.

Después de todo, ella sabe todo lo que pasó con Marcus. Y como terminó. Esperaba que, no se, me preguntara como me sentía después de eso. Que era lo que Vaden me hacía sentir y si me trataba bien.

No pasó, evidentemente.

—Como sea, dejemos de hablar de Violetta —pido bruscamente, con un mal humor repentino—. Dime, como va tu fiesta sorpresa, Mar. Solo faltan tres días.

—Tengo entendido que este viejo no esta invitado, ¿cierto?

—Tata, no te ofendas, por dios. Debo decir que no tengo tantos amigos como Paige...

—Eso es discutible...—replico en un susurro, pero como no me prestan atención, sigo comiendo sin meterme.

—...Pero tengo una lista considerable de invitados. Y todos menos de treinta.

—Supongo que no debere irme de mi casa.

—No será necesario. No voy a festejarlo aquí.

—¿Ah no? ¿Dónde? --pregunta Mamá. Ahora parece intrigada, al menos. Trato de no mostrarme demasiado molesta, siempre fue distraída con esas cosas. Y me preocupaba que eso hiciera sentir mal a Margot.