Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]

26. La loca.

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14.

—Supongo que vienes a decirme que te arrepientes de dejar el baile.

—No es eso, Padre.

Gaston se levanta, dejando ir el humo del cigarrillo.

—Entonces, ¿qué?

—No quiero que Margot baile.

—¿Disculpa?

—Es algo mío. Lo dejé, si, pero no quiero que ella lo haga. Es una copiona.

—¿Es un capricho?

Paige hace un puchero.

—Lo es.

—¿Que quieres que haga? ---habla, más dispuesto.

—Quiero que le impidas bailar.

—Lo que quieras.

Sonrie satisfecha. Dando media vuelta camino a las escaleras, donde su hermana la espera.

Por un segundo sus piernas se paralizan mientras ve los ojos brillosos de su hermana de once años. Paige era el modelo a seguir de Margot. Era a quien seguía y en quién confiaba.

Para Margot, eso lo cambiaba todo.

Deseaba que su hermana pidiera perdón, que se explicara, en un sentimiento egoísta deseaba que se diera la vuelta y se retractara. Pero lo único que Paige hizo es pasarla de largo.

—¿Por qué? ---susurro su hermana, pero Paige no contestó.

Y su corazón terminó de romperse al ver que Margot corría a los brazos de un Hunter parado en la puerta de su habitación, un Hunter que la miraba decepcionado.

Aun así, no se arrepentía.

PAIGE

El día después de navidad no hay establos.

Creo que debieron mencionarlo, aunque si lo pienso es bastante obvio. La gente de aquí es aficionada pero deben dormir.

Margot y yo estamos sentadas a los pies del árbol, que en realidad no entendía para que está si no pasamos las fiestas aquí. Lo entiendo en cuánto bajamos y Mamá y Tata están sentados en la masa con grandes sonrisas, casi señalando que hay regalos que abrir.

—No sonrías así, mamá. ---es realmente escalofriante el que sonría tanto, incluso da miedo. Ella deja de hacerlo al instante y suspira.

Abro mi regalo y sonrio. Un cepillo de caballo. Y tiene una S en grande. El Tata me guiña el ojo en complicidad.

—¿Un cepillo? --cuestiona mamá.

—Le agrandan los establos, creí que podría tener el suyo.

—Oh, ¿te agrada algún caballo en especial?

Flaqueo dudando en si debo decirle o no. No estoy segura de como se tomaría lo de Saturno y en realidad no sé qué tan correcta podría ser mi madre. Busco ayuda en el Tata y abro los ojos cuándo veo que dio algunos pasos para atrás y hace señas con la mano que definitivamente son de negación absoluta sobre el tema.