35. Renacer de las cenizas.

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Advertencia: mención de abuso sexual.

14.

Extiendo mis brazos lo mas que puedo hacia arriba, formando una gran sonrisa.

Bailar.

El lenguaje del alma.

Los aplausos me hacen brillar y saludar con felicidad. Mi profesora de baile dice que tengo potencial y mis compañeras me piden ayuda con sus coreografías. ¡Me encanta ayudarlas! Incluso mi profesora dijo que le guste bastante a academias más grandes y prestigiosas. ¡Tendría muchas mas compañeras con las cual bailar!

Vuelvo a agradecer y comparto mi felicidad con mi mejor amiga que me vino a ver. Gané el primer puesto. Felicito a las demás para despedirme de todos corriendo hacia mi papá.

Mi querido hermano no está aquí porque él me cree todo, así que si le digo que la dirección cambió y le digo que es en un lugar justo al lado de la cafetería donde me entere (porque vuelan los chismes) que Sophia tendría una cita, él me creería. Pero dudo que Hunter llegue a hacer algo. Todos mis intentos por juntarlo con la dulce chica (su alma gemela) han sido fracasos.

Mamá viene a todas mis competencias, agradezco que cambiara roles en el trabajo para que al menos una vez mi papá venga a verme. Me hace feliz verlo aquí.

Deduzco al instante que Margot no esta con él porque aún no tiene la suficiente edad para que él la cuide solo.

Mi padre es complicado, pero estoy segura que nos ama.

¿Te gustó mi baile?

Bastante.

Sus ojos tienen algo diferente, él nunca me vio bailar. Podría jurar que esta orgulloso.

A lo largo de los años papá se había vuelto cada vez más lejano. Trabaja demasiado y cuando llega a casa lo único que hace es pelear con mamá. Con mis hermanos ya sabemos perfectamente que no tenemos que meternos nunca o acabaremos enredados. Pero a fin de cuentas él es nuestro papá ¿cierto? Me gustaría ser más cercana a él y saber que le enorgullece el hecho de que tenga tantos premios me motiva a seguir bailando.

Amo la atención, amo bailar.

¿Papá?

¿Si, hija? —entrelaza nuestras manos y frunzo el ceño. Él nunca hace eso. Miro hacia atrás viendo que nos alejamos de su auto. ¿No vamos a ir a casa?— ¿Quieres preguntarme algo?

Eh...si, ¿vas a venir a verme siempre?

Siempre. Y también vamos a ir a tomar un helado siempre.

Asiento algo confundida, pero después de todo feliz. Eso es lo que quería, ¿no? Pasar más tiempo con mi papá.

Excepto que no fuimos a tomar helado.

Asi era como él lo llamaba, "tomar helado."

Nunca era tomar helado.

Esa primera vez a mis catorce años después de ganar una competencia fue justo cuando me di cuenta de quién era mi padre.

Que para mí él era mi padre, pero yo nunca sería solo su hija. Esa primera vez  supe que las partes de mi cuerpo que fueron tocadas arderian para siempre, que recordarlo dolería siempre y más sabiendo que quién las hizo arder era una persona que por mas indiferente y desinteresado era, yo confiaba en él. Yo confiaba en mi padre.

Rienda Suelta #1 [Solo Saturno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora