EXPERTO EN ARRUINAR COSAS

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Finalizando el mes de marzo estaban por organizar el cumpleaños de Matthew, planeaban hacer una pequeña reunión en la casa de Austin, un lugar neutro, ya que habían invitado a Joe, después de todo, es su padre y tendría que asistir, si es que iba.

—¡Feliz cumpleaños Matt! — Selena lo abrazó.

—Gracias tía, ¿Podemos ir a jugar mientras? —

—Claro, vayan atrás—

Los niños corrieron, mientras Travis se aseguraba de meter el equipo inflable en el jardín para que los niños brincaran.

—Austin, ayuda a Travis—

—¿Segura?, yo creo que ese sujeto de dos metros puede solo— Bromeó. —Claro nena—

—¿Cómo va el bebé? — preguntó Selena.

—Está muy bien, todo va excelente— Taylor se acarició el vientre.

—¿Nerviosa? —

—Demasiado, el que hoy Joseph pueda presentarse en el cumpleaños, al que obvio invité, y que vea todo esto, es decir... La familia que ahora estoy formando con alguien más, el que Charlotte me llame mamá, ser la prometida de Travis y, sobre todo, estar embarazada, será un shock enorme—

—Estoy segura de que sí, pero por lo menos, estás a salvo en nuestra casa, así que no perturbará tu ambiente, trata de estar tranquila por el bebé—

—Sí, eso haré, o trataré—

—Nena, ¿Te sientes bien? — Travis regresó del jardín y miró a su prometida. —¿Quieres algo? —

—Estoy bien mi amor, es solo que tengo esa sensación de acidez de nuevo, pero nada de lo que debas preocuparte—

—Ok, te estaré observando—

—Tranquilo— rio.

En eso, tocaron el timbre y sin esperar más que una sola visita, todos dedujeron que era Joe Alwyn.

Taylor miró desde la cocina como Selena abría la puerta y sintió desmayarse, ella no quería sentir culpa, no la tenía, el fracaso de su matrimonio fue por ambas partes, una por que él era pésimo como padre y dos, ella, por permitirse todo eso durante tanto tiempo, quería creer que, en el fondo, tal vez, si era bueno, pero no le daría el beneficio de la duda ahora, tendría que ver como maneja las noticias de hoy.

Joseph saludó a todos como cualquier invitado que llegaba, Travis se encontraba afuera, vigilando a los niños con Donna, todos se divertían, así que Selena llamó a Taylor y ella con toda la calma que logró sacar, caminó de la cocina a la sala de estar, dando a notar desde el momento que cruzó el umbral, una visible barriga de embarazada, ya que llevaba puesto un lindo vestido para primavera, amarillo, pegado a su cuerpo, lo que hacía que se viera más, Joe estaba asombrado, se notó porque abrió los ojos como platos.

—Hola Joe—

—Hola Taylor, ¿Matthew? —

—Está afuera, jugando, por favor, tan solo, sé amable hoy, es su cumpleaños—

—No comencemos Taylor—

Ella rodó los ojos. —Es un comentario nada más—

—Bien—

Salieron al jardín. —Matt, mi amor, ven a saludar a tu papá, vino a verte por tu cumpleaños—

Joe dio un vistazo a lo que pasaba, su hijo saltaba en un juego inflable enorme, con dos niñas más, recordaba un poco a Teeghan, pero no conocía a la otra, una mujer de la tercera edad estaba sentada observándolos divertida, y... "Travis" suponía que ese gigante sujeto debía ser Travis, cuando se acercó para presentarse era la primera vez que debía dirigir su mirada más arriba de su cabeza, él era un tipo alto, midiendo 1,89, pero con los dos metros de Travis, se intimidó un poco, además de notarlo genuinamente atlético, sin duda le rompería la cara al cometer alguna estupidez.

—Hola, soy Travis, prometido de Taylor— se llenó de orgullo al decirlo y le dio la mano.

—Joseph—

—Matt, baja ya, tu padre te espera— Taylor se acercó al inflable.

—Ok, ok— bajó, nada animado, al dejar de verlo por casi tres meses, arruinó lo muy poco de relación que tenían. —Hola papá—

—Hola hijo, feliz cumpleaños, te traje algo—

—¿Sí? —

—Claro, pero está en el auto, que renté, vamos—

—Mami, ¿Puedo? —

—Sí—

Salieron de la casa y al abrir el auto, sacó una patineta con un enorme moño rojo.

—¡Guau!, ¿Es para mí? —

—Claro que sí Matthew, es tu regalo, ¿Te gusta? —

—¡Me encanta! — la tomó. —Gracias papá— lo abrazó. —¿Ya viste mami? —

—Sí Matt— se miraba notablemente molesta.

—Iré a mostrarle a Charlotte y Teeghan— se fue corriendo.

—Dios mío Joseph, ¿Qué estabas pensando?, ¿Una patineta?, tiene 5 años—

—Ay Taylor, bueno, ¿No siempre dices que soy un amargado?, que no me divierto, que no le doy cosas divertidas, ¿Y entonces?, quién te entiende mujer—

—¡Debe divertirse no herirse! —

—No se va a herir, por favor, no seas exagerada, una patineta, es un buen regalo, mejorará su equilibrio—

—Debiste consultarme—

—No tengo que consultarte para eso, es estúpido—

—Claro que debes consultarme si es algo que implica la seguridad de nuestro hijo—

—Paranoica, es todo, deja que disfrute—

Él, secretamente, deseaba mucho ese regalo cuando era niño, su madre jamás le dejó hacer cosas normales de pequeño, no deportes, música escandalosa, salidas divertidas, nada, así que, al darle ese regalo a su hijo, sería buen inicio para que comenzara a reparar las cosas con él, si lograba dejar de lado su amargura, lo cuál no sería fácil.

—No quiero discutir— Taylor se acarició el vientre.

—Entonces... Estás embarazada—

—Sí, y comprometida— le enseñó su mano.

—¿No crees que es demasiado rápido? —

—No, no lo creo, el tiempo es algo relativo—

Se quedó pensando, a Taylor la miraba radiante, la verdad que el embarazo le sentaba muy bien, ella siempre ha sido muy hermosa, pero se miraba diferente, feliz. Joseph se puso a reflexionar en toda la fiesta, y recordó el último cumpleaños de su hijo, en como terminó en una enorme pelea de su familia y Taylor, ella estaba harta, su madre la verdad es que siempre fue mala con Tay, su exesposa le había recalcado que celebrar los tres solos era el mejor plan para intentar arreglar las cosas, pero el insistió en ir a la casa de su mamá, Matt estaba ese día muy irritable, no paraba de llorar, odiaba ir a la casa de su abuela, porque la señora nunca le dejaba divertirse, Taylor acabó furiosa por cómo le dijo a su hijo "Los varones no lloran" esa fue la gota que derramó el vaso y desde entonces, comenzaron las peleas y posteriormente, el divorcio.

"Eres un experto en arruinar las cosas" fueron palabras que se le quedaron grabadas en la mente desde ese día, ¿Sería capaz de cambiar?, no estaba seguro, trataría.

Al acabar la fiesta, le despidieron Taylor y Selena en la entrada de la casa, se iba a quedar en un hotel, al siguiente día, prometió comprar el equipo de seguridad de la patineta y enseñarle a su hijo como usarla, aunque él tampoco tenía idea.

Matthew estaba emocionado de aprender a andar en patineta, por primera vez le emocionaba hacer algo con su padre, pero él no llegó, así que estuvo varios días molesto con todo el mundo, supuso que su trabajo es más importante que él y no debía olvidar eso nunca.

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Hola a todos 😁 ando algo apurada, pero estoy bastante comprometida a actualizar diario, muchas gracias por sus votos, lecturas y comentarios💖me han hecho sentir mejor luego de un día horrible en el trabajo, nos vemos en el siguiente cap, ¡Saludos!

Chispas vuelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora