ACCIDENTE

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—Te vio con Karlie—

—¿Qué?, no, no, no es lo que piensa, voy para allá—

Colgaron.


Travis se encontraba conduciendo como loco para llegar a la casa de Selena, le temblaban las manos, estaba pensando en los peores escenarios, su prometida pensaba locuras, eso le hacía sentir mal, no hizo nada malo, pero ella no sabía el contexto completo, su corazón estaba latiendo a mil por hora, sudaba, creía que iba a hiperventilar, esa sensación que tenía cuando la madre de Charlotte falleció.

Por sus pensamientos invasivos, no pudo ver lo que venía delante de él, un tipo loco conducía del otro lado de la carretera y se estampó con él, no pudo sentir absolutamente nada, todo estaba negro.


—¡Taylor! — Selena entró corriendo para despertarla, pero, por suerte estaba sentada mirando al piso.

—¿Sí? —

—Taylor, Dios mío, creo que fue mi culpa, maldita sea—

—Habla, no entiendo—

—Tay, Travis venía para acá, le dije que lo viste con Karlie— comenzó a llorar. —Tuvo un accidente camino acá—

—No me digas eso— el corazón se le detuvo. —Dios mío, Dios mío— estaba agitada.

Austin entró nervioso. —Calma ambas, por favor, Tay, tranquila, Selena y tú irán al hospital, se lo llevaron al Saint Luke, las necesito tranquilas, yo iré por los niños, me haré cargo— cargaba a Noah.

Se fueron de prisa para el hospital, Taylor no paraba de llorar al igual que Selena, la culpa que ambas sentían era enorme.


Al llegar al hospital, preguntaron por Travis Kelce y las mandaron a la sala de espera, las noticias las tendrían tiempo después.

—La espera va a ser enorme— Taylor lloraba.

—Tranquila— ella no podía calmarse tampoco. —Dios, siento una enorme culpa—

—Ahora no me importa si hizo algo malo o no— se limpió la cara. —Solo quiero que esté bien— seguía limpiando su cara con las mangas de su ropa.

—Voy a preguntar si hay noticias, todo mundo anda ocupado aquí hoy—

En el hospital, era un día ocupado, estaban atendiendo una pequeña epidemia de enfermedades respiratorias, tres choques y 5 nacimientos, Selena iría a buscar a algún doctor libre que pudiera darle respuestas.


No tuvo éxito, cuando regresó a la sala de espera vio a Taylor totalmente ida, ella estaba pensando los peores escenarios, ¿Y si le pasaba algo grave?, todo por su culpa, por no ser tan fuerte y hacerse ideas, Travis nunca le haría nada malo, la amaba, ella lo sabía, Tay se talló la cara de nuevo, pensaba lo peor, ¿Qué iba a hacer sola con tres hijos?, ¿Se quedaría con Charlotte?, podrían llevársela los Kelce.

Sacudió su cabeza fuertemente, esfumando los pensamientos horribles, él iba a estar bien.


Estaba anocheciendo, la lluvia hacía de las suyas, dejando unca carretera resbalosa, por lo que las emergencias no paraban hoy, Selena habría ido a conseguir algo de comer, Taylor miraba a la ventana enorme que daba al estacionamiento, observando como las personas corrían para protegerse de la lluvia, su mirada se centró en una familia, que estaba saliendo, un enfermero empujaba a una chica en su silla de ruedas, que se veía menor que ella, llevando un bebé en brazos, frente a ella, probablemente el papá del bebé, corrió para abrazarla y cargar a su hijo, se recordó a sí misma, cuando Noah y ella estaban saliendo del hospital, Travis miraba encantado y con mucho amor a ambas, eso le hizo sentir peor, por lo que las lágrimas comenzaban a salir a chorros, no podía evitar dejar de llorar, ¿Cuántas lágrimas se pueden derramar?, no quería averiguarlo.

Chispas vuelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora