Entrando el año, las cosas cambiaban de nuevo, Taylor estaba tocando casi los dos meses de embarazo, no la pasaba tan mal, algunos mareos repentinos y nauseas matutinas, mudaban las cosas a la casa de Travis, Taylor no tenía gran cosa, la casa que rentaban era amueblada, así que solo contaban con algunos objetos personales como los juguetes y ropa.
Travis se miraba contento todo el tiempo, le gustaba mirar de reojo la mano de su prometida, ese lindo anillo de compromiso que le dio en navidad lo llenaba de orgullo, repasó mil veces en su cabeza como sería la respuesta de Tay, para su tremenda suerte, positiva, luego posaba la mirada en su aún plano vientre, le encantaba la idea de mirarla con una adorable pancita de embarazada.
—Trav, ¿Me estás escuchando? —
Taylor le sacó de sus pensamientos. -Lo siento nena, es solo que me quedé algo perdido en tu vientre-
Ella se sonrojó y lo besó.
Ansiaba demasiado comérsela a besos durante su primera noche juntos como prometidos, bajo el mismo techo, su familia se había devuelto a Washington así que solo estaba su madre e hija, claro, ahora Matt también, debía ser cuidadoso, ya que, si planeaban tener sexo de ahora en más, debían cerrar la puerta, Charlotte era fanática de meterse a la habitación que fuese donde Taylor estaba, y no quería que su hija de 4 años mirara tal acto.
Luego de que metieron todo dentro, una tormenta de nieve sacudía la ciudad, justo como para quedarse en cama todo el día, los chicos se sentaron en la chimenea de la sala a jugar, mientras Donna tejía un pequeño traje de estambre para su futuro nieto, se miraba concentrada.
—Chicos, creo que pronto deben ir a la cama— Travis dijo.
—Pero son vacaciones papi— Charlotte protestó.
—Sí, pero las clases comienzan pronto y Matthew debe acostumbrase—
—Ay no— Matt renegó.
—Mi amor, sabes que, en clases, nada de desvelos, vayan ambos a lavarse los dientes y ya subimos— Taylor dijo.
—Ok— Charlotte subió.
—¿Todo bien pequeño hombrecito? — Travis miró a Matthew.
—Sí, pero... Yo creo que podría dormir con mi T-rex, ¿No? —
—Claro— rio. —Llévalo—
También subió, mientras, Taylor se sentó con una sensación de acidez en su boca.
—¿Te sientes bien? —
—Sí, tranquilo, es como algo "normal" en esto de crear vida—
—¿Te traigo agua? —
—Puede que lo empeore, pero gracias, mi amor—
<<Mi amor>> esas palabras retumbaron directo a su corazón, se sentía extasiado en felicidad.
Donna reía, ante la romántica escena que daban. -Bueno, yo subiré a dormir ya, buenas noches-
—Buena noche, Donna—
—Hasta mañana, mamá—
Travis se sentó con su prometida, la abrazó y besó, como tantas ganas tenía de hacerlo siempre que la miraba, acariciando su hermosa cara.
—Dios mío, si nuestro hijo o hija se parece a ti, sin duda que me saco la lotería—
—Travis— rio. —Tú eres bastante guapo, ¿No lo notas en esa pequeña tuya tan hermosa? — rio.
—Claro, lo sé— halagado. —Pero tú, Dios mío, eres como una muñeca tamaño real, no tengo dudas de eso, mira esta cara tan preciosa— tomó sus mejillas y las besó. —Y estas manos tan lindas— las besó. —Este cuerpo que... Mejor sigo arriba— rio al ver dos pequeñas sombras en las escaleras.
ESTÁS LEYENDO
Chispas vuelan
FanfictionLuego de un tortuoso divorcio, Taylor se muda a la ciudad de Kansas para comenzar su vida de nuevo junto a su hijo, ahí conocerá a un apuesto entrenador de baloncesto infantil llamado Travis, ¿Se abrirá al amor de nuevo?