Durante el entrenamiento de Matthew, Taylor se dirigió al baño, al entrar la pequeña Charlotte estaba tratando de alcanzar el lavamanos.
—¿Necesitas ayuda nena? —
—Umm, sí, mi abuela Donna me ayuda siempre, pero no estaba y papi está ocupado—
—Tranquila, yo te ayudo—
Taylor tomó a la pequeña del abdomen y la cargó para que pudiera lavarse las manos, Charlotte sintió agradable, las manos de Tay estaban muy suaves, le despertó un sentimiento de curiosidad, ¿Así se sentiría una mami?, la abuela Donna tenía manos pesadas y arrugadas, pero Taylor, sus manos eran suaves y lisas, y sus uñas de color rosa con brillos le encantaban.
Se terminó de lavar las manos y la bajó, Taylor le pasó una toalla de papel y se secó.
—Gracias Taylor, me gustan tus uñas—
—No es nada, gracias, es un lindo color, ¿No? — rio.
—Sí— sin dudarlo Charlotte tomó la mano de Taylor y la acarició. —Tus manos son suaves— le pareció tierno, pero se le hizo un nudo en la garganta, imaginaba que la pequeña no charlaba nunca con mujeres y ese gran paso de confianza la hacía sentirse especial.
—Gracias linda, ¿Vamos fuera?, puede que papi se preocupe si no te ve—
—Sí, está bien, ¿Puedo ir de tu mano? —
—Claro que si preciosa— Taylor le tomó la mano y ambas salieron directo a las gradas, Travis se dio cuenta de ello, por lo que estaba vuelto loco, ¿Charlotte tomando la mano de Taylor?, era un enorme paso, y no se estaba chupando el dedo con ella, eso significaba que sentía confianza, las miró sentarse en sus asientos y vio que su hija movía los pies adelante hacia atrás, eso era señal de que se sentía bien, por otro lado también observó que no soltó la mano de Taylor el resto del entrenamiento.
—¡Mami!, ¿Viste mi tirada?, ¿Verdad que fue genial? — Matt corrió hacia su mamá, un pequeño rubio rojo y sudado, estaba saltando de emoción.
—¡Lo hiciste bien!, te felicito mi amor— besó su mejilla.
—Estás muy mojado Matthew— Charlotte rio.
—Es que sudé mucho—
—Iremos a casa a tomar un gran baño— Taylor rio.
—Papi, mira— Travis se acercaba. —Mira las manos de Taylor— ella jaló su mano y se lo colocó a la de su padre. —¿Verdad que son muy bonitas y suaves? —
Ambos se sonrojaron, Travis sintió la mano de Taylor, su hija tenía razón, su mano era realmente suave, larga y delgada, ella también era alta, no tanto como él, así que eso le gustaba mucho, sus uñas color rosa con brillos le parecía adorable.
—Lo son linda— se soltaron lentamente, comenzando desde este punto, era inevitable ya, a Travis le gustaba demasiado Taylor y viceversa, pero todavía no sabían por dónde comenzar.
La hora del baño con Matthew siempre era un reto, odiaba salir del agua.
—Hijo, debes salir ya, estás demasiado arrugado—
—Ay, mami, un rato más—
—Mi amor, el agua está siendo fría ya, afuera, vamos ya—
—Ok, ok— suspiró.
Acostó a su hijo luego de leerle un cuento, a lo que pedía con menos frecuencia, ya que estaba creciendo, o a lo mejor recordaba que los cuentos eran tontos, algo que frecuentemente mencionaba Joe, odiaba mucho haberse permitido crecer su hijo junto a un hombre tan cerrado y amargado como él.
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Chispas vuelan
Fiksi PenggemarLuego de un tortuoso divorcio, Taylor se muda a la ciudad de Kansas para comenzar su vida de nuevo junto a su hijo, ahí conocerá a un apuesto entrenador de baloncesto infantil llamado Travis, ¿Se abrirá al amor de nuevo?