¿BEBÉ A BORDO?

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—Vaya— Travis se rascó la nuca. —¿Crees estarlo? —

—No tengo idea—

—Bueno, es momento de saber eso ahora mismo, ordenaré un par de pruebas y saldremos de dudas, ¿Ok? —

Ella se llevó las manos a la cara y lloró.

—Tay, tranquila, no es como si fuéramos dos adolescentes, somos adultos de 34 años, con una relación que, si bien apenas se está afianzando, no creo que sea malo que seamos padres, claro, si tú no quieres, prometo respetarlo, puede que no sea el mejor momento...—

—Primero veamos si lo estoy—

Las pruebas llegaron y entraron al baño, esperando por cinco minutos a que estuvieran claros los resultados, fueron los 5 minutos más largos de su vida, Travis en ningún momento la dejo sola, tomó su mano, al mirarlas era claro, positivo.

—Esto es increíble— habló para romper la tensión. —Tay, ¿Qué piensas? —

—¿No estás molesto? —

—¿Qué?, ¡No!, para nada, digo, puede que debimos tener un poco más de cuidado, pero no estoy en contra de volver a ser padre, sobre todo si la madre serás tú— besó su mano.

Ella lo abrazó muy fuerte y lloró, dentro estaba hecha un nudo de incertidumbre, ¿Qué pasaría cuando Joe se entere?, ¿Matt?, apenas tenían 3 meses de relación, pero, por otro lado, Travis le parecía un padre ejemplar, sin duda, formar una familia junto a él era un sueño.

—Dime que piensas—

—Uff bueno, creo que serás un padre estupendo— lo besó. Iba a arriesgar todo por su felicidad, ya le tocaba.

—Genial— sonrió y la alzó en brazos para besarla de nuevo, recostándola en la cama, con las claras intenciones de celebrar la noticia teniendo sexo de nuevo.

Estuvieron juntos toda la noche, piel con piel, era la primera vez que dormirían juntos sin preocuparse de los niños, sin ropa, abrazados, sintiéndose en total comodidad con la situación, Travis no podía dormir, si bien la noticia de un embarazo era algo increíble, estaba contento, era muy pronto, eso lo sabía cualquiera, aunque el tiempo es relativo, sentía que la conocía de hace años, pero debía solucionar muchas cosas antes de llegar a algo más estable, ¿Querría irse a vivir con él?, ¿Se sentiría cómoda viviendo en la misma casa que su madre y con su hija?, obviamente ella amaba a Charlotte, pero eran apenas 3 meses de conocerse, al mismo tiempo él no quería estar fuera del embarazo como si fuera un adolescente de 15 años, yendo a ver a su novia embarazada a su casa, necesitaba tenerla cerca, por siempre, esperaría un par de semanas para lanzarle la pregunta sin hacerla sentir rara, pero él estaba listo, preparado de cualquier modo, si ella quisiera continuar cada quien en su casa lo respetaría.

Se quedó dormidohasta plena madrugada, cuando Taylor despertó para ir al baño, se dio cuentaque no fue un sueño, su novio y futuro padre del bebé que tiene en el vientre,estaba dormido plácidamente en su cama, ahora se vendrían muchas cosas sobreella, contarle la situación a su hijo, su familia y su ex, él sería el últimoen saber, y lo haría hasta que las cosas fueran más claras entre Travis y ella,¿Qué haría ahora?, ¿Se mudarían juntos?, el amor era enorme, pero considerandoque solo van 3 meses de relación, estaba complicado, no quería parecer unaurgida, ni mucho menos que la familia Kelce pensara que buscaba un marido parallenar ese vacío sentimental.

Se levantó de la cama, tratando de esfumar esos sentimientos, mientras su novio dormía, ella bajó a la cocina, encendió el calefactor, vestida solamente con una camisa, solo se colocó las bragas, así que, por lo que resta, arriba, no tenía nada más que la camisa que cubría su cuerpo. Preparó el desayuno, sin duda hoy tendrían que hablar de muchas cosas antes de que Travis se marchara a casa con su familia, que cuidaba de Charlotte.

Travis bajó vistiendo solo su bóxer, era un sujeto demasiado alto, a veces debía agachar la cabeza para poder pasar el marco de las puertas, ese atlético cuerpo le volvía loca.

—Buenos días mi hermosa rubia— este se acercó a ella, cálidamente, dándole un abrazo por detrás y besando su mejilla. —¿Te sientes bien hoy? — le tocó el abdomen y en eso, ella sintió fuego por dentro.

Taylor se derretía por él, nunca se había sentido tan bien con alguien y sobre todo amada en poco tiempo, con Joseph, a pesar de que estuvieron juntos seis años, era una piedra, no mostraba nunca detalles amorosos como este, no se quería ver cegada por migajas de amor, pero Travis le había demostrado ser un hombre en toda la extensión de la palabra.

—Me siento muy bien hoy, a decir verdad— volteó para posar sus brazos alrededor de su cuello, con la mirada hacia arriba, observando cada detalle de su cara, esa barba que le gustaba tanto, sus ojos azules verdosos, transparentes igual que su alma. —¿Dormiste bien? — le acarició el rostro y lo besó.

—Como nunca— rio y la besó. Amaba cada parte de ella y estaba dispuesto a darlo todo. Las cosas iban a funcionar a como dé lugar, lo sentía.

—Bueno, hice el desayuno, espero tengas ganas de probar bollos rellenos de chocolate—

—Suena bastante bien, después de todo, ahora debes alimentarte más, hay un bebé Kelce dentro de ti—

Ella rio con ternura. —Sí, puede que vomitar no ayude en eso—

—Lo arreglaremos, son fechas complicadas para sacar citas médicas, pero, la haré hoy y espero den una fecha cercana—

—Mientras eso sucede, deberíamos al menos, tener esto bajo nuestro secreto, de los niños, los adultos pueden saberlo—

—Concuerdo, sé que es pronto para esto, pero en serio debemos hablarlo o no podré estar bien, ¿Quieres seguir estando en tu casa? —

—Vaya, si fuiste al grano, umm... Desearía hacer las cosas bien, eso quiero—

—Entonces, ¿Quieres venir a vivir conmigo?, sé que mi madre está en la misma casa, y que... Eso de estar con las suegras debe ser tema raro...—

—No me molesta tu madre— lo besó. —Si quiero, es solo que espero que Matt lo tome bien, su vida ha cambiado tanto en los meses anteriores, que temo que le haga mal—

—Lo entiendo, podrías presentarle la idea antes de decir lo del embarazo—

—Suena bien, lo haré, espero salga bien, odiaría que no—

—Entiendo, no pensemos en escenarios catastróficos, mejor— mordió el bollo. —Prepárate para la navidad Kelce, porque estamos llenos de locura en estas fechas—

—¿Más locura? — rio. —Estoy lista—

Taylor estaba segura de que todo lo que se vendría ahora, sería una locura, pero no tenía miedo en absoluto, se sentía feliz y eso, era algo que no quería que cambiara nunca.


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Hola a todos, feliz domingo, el cap está algo corto, pero ya los tengo acomodados así, muchas gracias por sus lecturas y sus votos, nos vemos en el siguiente, ¡Saludos! 

Chispas vuelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora