Morgan:
Las luces se apagaron, salí de ahí y solo esperaba que les hubiera gustado lo suficiente como para que dejaran una muy buena propina.
—Buen baile—dijo alguien a mis espaldas, me di la vuelta ligeramente y le dediqué una sonrisa. No quería tener que lidiar con los clientes.
Miré alrededor, el guardia no estaba en el lugar en el que se suponía debía estar, de hecho, ni siquiera estaba cerca. La seguridad era una de las pocas consideraciones que tenía Hugo con nosotras y no podíamos contar con que fuera confiable.
Seguí avanzando, pero el hombre me detuvo tomándome del brazo, su agarre no fue brusco, pero sí firme, sabía que tendría que ser amable, era mucho más fuerte que yo.
—Me has cautivado—siguió—. Nunca había visto bailar así a alguien.
—Gracias.
—¿Hace cuánto que lo haces?
—Hace un año, perdone, pero tengo que irme, me ayudaría mucho si le dijera a Hugo todo esto—respondí y llevé mi mano al lugar dónde él me estaba sujetando, lo hice lento para que me soltara—, a él le encanta saber que están contentos con mi trabajo.
Mi toque pareció conmocionarlo porque sus ojos brillaron, pero no de una manera buena, tenían un toque de picardía... Malicia, quizás.
—¿Te gusta bailar?
El hombre era apuesto, era alto, musculoso y el traje que llevaba puesto no hacía más que resaltar su porte, pero había algo en él que me ponía incómoda.
Asentí y comencé a caminar.
—¿No te gustaría dejar de trabajar?—habló detrás de mi, su voz era seductora—. Mira, hace algún tiempo que estoy buscando una compañera...
Negué con la cabeza, odiaba a los hombres.
El sexo era lo único que les importaba.
—No soy esa clase de chica—respondí.
—Puedo ponerte un piso, en el mejor sitio de la ciudad si quieres y pasarte dinero mensualmente. No tendrías que preocuparte por nada, dejar de trabajar en sitios como este...
Sitios a los que hombres como él frecuentaban.
—A cambio, solo tendrías que esperarme por las noches.
Sí, claro.
Solo tendría que esperar a que él viniera y tomara lo que quisiera de mí. Me dejaría en cuanto se le pasara la emoción, como le pasó a Angie.
—No—mi garganta ardió por el asco de tener que pronunciar la última palabra, pero no podía arriesgarme a perder este trabajo—: Gracias.
Seguí avanzando con más rapidez.
¿Dónde estaba el maldito guardia cuando se lo necesitaba?
—No te vayas tan rápido—volvió a tomarme del brazo, esta vez con más fuerza—. No tienes que aceptar ahora, piensa mi propuesta, pero sé mi acompañante esta noche...
—Este es un club de striptease—dije con los dientes apretados—. Lo único que se consigue aquí son bailes...
—Ay, por favor—soltó y esta vez no hubo seducción, sino una risa de burla—. No vengas a hacerte la digna. He conocido miles de mujeres como tú, primero coquetean, seducen para ver quién es el próximo que cae en su juego, cuando lo consiguen, se hacen las ofendidas, pero no hay que engañarnos más, esto es de lo que vives...
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IT'S JUST A MISTAKE
FanfictionElla no lo ha tenido fácil, desde que era una niña ha tenido que aprender a ganarse la vida. Su abuela siempre le ha advertido que no se deje llevar y que se guie por el camino firme, el claro, el bueno... Pero a veces la vida nos muestra caminos bo...