Es solo un... Ramo

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Pedri:

Todos aplaudimos cuando vimos a Estela caminar hacia el altar, se veía tan feliz y cuando miré a Joaquín darse la vuelta para verla, supe que estaban hechos el uno para el otro. Joaquín siempre estaba alterado y nervioso, pero cuando estaba con ella, era diferente, como si finalmente pudiera bajar la guardia.

Me sentí feliz por él.

Me sentí feliz por ambos.



Morgan:

Fue una ceremonia muy hermosa y ahora todos estaban viendo a los novios bailar. 

—¿Quieres algo de tomar?—preguntó Pedri.

—Seguro—respondí, pero antes de que se fuera lo tomé del brazo para que me escuchara por sobre la música—. Voy al baño, te veo en un rato.

Potter asintió.

Ya estaba anocheciendo y yo no podía dejar de enamorarme de la decoración, se sentía mágico, de alguna forma. Quien la hubiera planeado definitivamente sabía lo que hacía. 

Me dio un poco de risa que el lugar fuera tan grande que para llegar a los baños se tenía que seguir un montón de cartelitos decorados, era como una búsqueda del tesoro y en definitiva te encontrarías con un tesoro si alguien no había tirado de la cadena. 

Pasé por delante de unas rocas gigantes que tenían un letrero pegado de: ¡SIGUE ADELANTE!

Me estaba preguntando si el siguiente que encontraría sería el de: ¡TÚ PUEDES!

—El club nos dio unos días, así que esta semana estoy libre—escuché decir a alguien en voz baja.

—Eso significa que...—era una voz femenina, con un acento que ya había escuchado antes.

Quería mentir y decir que pasé de largo directa hacia el tesoro, pero la curiosidad me venció y la verdad es que era chismosa y me detuve a escuchar.

—Supongo que tendré que ir a visitar a mi novia a Roma.

—Estoy segura de que a tu novia le gustaría eso.

Caminé lo más sigilosa que pude para poder ver de quiénes se trataba, porque la charla me estaba confundiendo bastante. 

Se me ablandó el corazón cuando los vi, era la escena digna de una de esas películas que te hacían llorar de lo solo que te sentías.

Vi a Gavi y a Alex abrazados, bailando al ritmo de la música que se escuchaba a lo lejos. Ella tenía sus manos alrededor de sus mejillas y él la tenía sujeta de la cintura. Tenían sus frentes juntas, sus ojos cerrados y ambos tenían una pequeña sonrisa en sus rostros.

Pensé que estaba presenciando un momento privado. 

Mientras caminaba de regreso a la fiesta, me preguntaba si todo lo que yo había pensado de ellos era correcto. Antes creía que Alex le había sido infiel a Pedri, pero solo me bastó unos minutos hablando con ella para saber que tenía un buen corazón y ahora que los había visto tan juntos, bailando escondidos supe que tenían una razón, lo hacían por él, por Pedri.

Los vi durante la ceremonia, apenas si se tomaban de la mano y sonreían, llegué a pensar que estaban teniendo una crisis en su relación, pero ahora estaba claro que lo hacían por respeto a él, para que no se sintiera incómodo.

—Volviste rápido—dijo Potter y me ofreció un vaso.

—No había fila en el tesoro—Pedri levantó una ceja y me apresuré a corregirme—. Digo en el baño, no había fila en el baño—respondí y vi como negaba con la cabeza, con una sonrisa de costado.

IT'S JUST A MISTAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora