Pedri:
—Pues bueno, Oli ya tiene su habitación—dijo Fer, tratando de quitarse el polvo de las manos con un trapo.
Ambos habíamos pasado el día sacando los antiguos muebles de su ahora antigua habitación y ayudando a trasladar los nuevos del cambión para que el decorador y sus hombres pudieran trabajar.
Parecía que tenía buena suerte, porque terminaron una hora antes de lo previsto. Ya podía imaginarme a Oli en su nueva habitación.
—Estuve leyendo los requisitos y dentro de vivienda apta dice que debemos colocar esto en la escalera—dije mientras tomaba una bolsa con plásticos antideslizantes, eran necesarios porque Oli podría caerse—. Y además, esto en cada esquina de la casa—tomé la otra bolsa, eran una especie de cubos que evitarían que Oli se hiciera daño si por alguna razón caía contra ellos—. Y ya está, además de limpiar. No me había dado cuenta de cuánto polvo podíamos acumular.
Vi que Fer le pasaba un dedo al mueble de la televisión y lo levantaba, sucio.
Mamá se volvería loca si viera la casa en este momento, todo estaba desordenado.
—Listo, supongo que podemos tener todo terminado para mañana y tendremos libre una semana para agregar los últimos detalles—dije y por los nervios, comencé a repasar la lista una vez más.
—¿Qué día vendrá la trabajadora social?—preguntó Fer.
—Todavía falta una semana...—dije repasando mi lista—. Pero está anotado en el aviso, está en la mesa del centro.
—A ver—dijo Fer y tomó el papel del centro—. ¿Es éste?
Asentí, distraído.
Estaba considerando agregar ese tipo de seguros que evitarían que Oli abriera el cajón de los cubiertos, no quería que tomara un cuchillo... Aunque, ¿para qué tomaría un cuchillo?
No, tenía que dejar de pensar así.
—Pedri...
Los niños tomaban todo lo que veían suelto.
—Pedri.
Aunque ella ni siquiera podría llegar al cajón, era demasiado pequeña...
—¡Pedri!
Levanté la mirada y vi a Fer asustado.
—¿Qué pasa?—pregunté.
—¿Cuánto dices que falta para la visita?
—Como una semana...
—¡Un día!—gritó Fer, interrumpiéndome.
Entonces mi pulso se aceleró.
—¡¿Qué?!
—¡Sí, mira dice tres de mayo!—dijo Fer rápidamente señalando el papel y después se sacó el móvil para mostrarme la fecha—. ¡Hoy es dos!
—¡¿Qué?!—volví a preguntar y le arrebaté el papel.
Y efectivamente, la visita era el tres de mayo.
—Te confundiste...
—No, no me confundí, si Joaquín me avisó una semana atrás que quedaba como una...
Entonces lo comprendí.
Me había confundido y parecía un juego cruel del destino, porque cuando desbloqueé el móvil y entré a la conversación de Joaquín, vi que tenía unos mensajes de él:
Hey, supongo que no contestarás porque estarás ocupado con los últimos detalles.
Suerte con la visita de mañana, la trabajadora social te va a amar.
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IT'S JUST A MISTAKE
FanfictionElla no lo ha tenido fácil, desde que era una niña ha tenido que aprender a ganarse la vida. Su abuela siempre le ha advertido que no se deje llevar y que se guie por el camino firme, el claro, el bueno... Pero a veces la vida nos muestra caminos bo...