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La Cita.
Vivimos en un mundo que todos los días te da sorpresas con sus pequeñas facetas que te puede dar la naturaleza. Una temporada floreces, la otra estás verdosa, pero caliente y bonita, la otra empiezas a caerte poco a poco hasta quedarte sin hojas y solo queda tu sistema nervioso con todas sus arterias, la última y más curiosa de todas, es la que donde te enfrias, te vuelves distante, pero aún así, por más fría que estés, por más queme tu frialdad, siempre hay personas que aman esa faceta, esa temporada que te puede ofrecer la naturaleza.
Es un ciclo que se hace todos los años, primavera, verano, otoño, invierno. Pero lo más curioso es que así somos los seres humanos. Un día florecemos, se nos van los colores y queda el unicolor, luego cambia a uno más llamativo porque te estás levantando de lo que te costó salir, pero vuelves a caer cuando entras en el frío, te quemas pero luego vuelves a florecer.
No hay escapatoria.
Pero por más que sea un ciclo repetitivo, siempre hay algo que resalta en esas cuatro estaciones. Y es la persona que te hace ver ese ciclo diferente, que te haga admirar cada temporada como si fuera la primera vez.
Te cambia la manera de pensar de que todos los años es lo mismo, de que todo es igual.
Jayden hizo algo parecido, en tan poco tiempo, me hizo pensar que cada uno tiene su manera de ser y de expresar las cosas, por más gruñón que seas, terco, antipático, mandón y todo lo que se le puede decir a una persona molesta como el.
Jayden me ha mostrado una pequeña faceta, Verano e Invierno.
Verano; Unicolor, caliente, serio, pero bonito en todos los aspectos.
Invierno; Frío, distante, te quema, pero te gusta arder en lo frío y eso te deja un color simpático en la piel que te gusta.
Es así como se ha demostrado el conmigo, aunque hay veces que se muestra amable y genuino como la primavera. Pero es eso, solo aveces.
Después de haber tenido esa pequeña discusión con él en la piscina, que para mí no fue discusión, solo lo hacía para fastidiarme o molestarme.
Cada vez que me dice que le caigo mal, no le creo, porque si le cayera mal, no me dirigiera la palabra para nada. Y digamos que siempre busca alguna excusa para reclamarme.
Pero para ser honesta, siempre, siempre busca algo para poder pelear y reclamar.
Estaba delante del espejo con un albornoz blanco cubriendo mi cuerpo, andaba un poco nerviosa, porque ni siquiera sabia como iba a ir vestida. Solo me dijo que tenía que ir representable, tampoco me dijo cual sería el motivo.
Una razón a mí lista para poder detestarlo mas, que no me diga para donde carajos es que vamos.
Decidí en ponerme un vestido de girasoles, me llegaba por las rodillas, era de encaje en los bordes, y en V, de mangas cortas. Tenía una linda cinta color blanca en la parte de la cintura que se amarraba en la parte de atrás. Unas bailarinas blancas.
Llevaba el cabello recogido en una cola alta, tenía algunos mechones por fuera, pero por más que intentara acomodarlo, ellos se salen.
«Saben que, mejor me dejo el cabello suelto.»
Me quito la cola y agarro el cepillo para hacer algo de magia. Me hice el retiro y agarre una parte de cabello de los lados y lo lleve en la parte de atrás con un lazo amarillo. Saco dos mechones para no tener la frente pelada.
Me aplico pestañinas, brillo labial y un poco de rubor.
Me coloco los lentes para poder verme de cuerpo completo en el espejo y «¿De verdad estoy representable con esto?.» Si, si lo estoy.
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Cuando Te Conocí
RomanceSoy Violet Borbón, tengo 21 años y nací en Zaragoza(España). Mi familia es Venezolana, me mudé con ellos a su país cuando cumplí los 15 años, me quedé hasta tener la mayoría de edad y decidi irme a Madrid para experimentar un mundo nuevo. Tengo dos...