Capítulo 10

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En la vida hay tres amores.

Habían pasado cuatros días después de haber ido con Jayden a la librería. Cuatro días en donde me ha hecho agotar la paciencia, cada día se vuelve más insoportable y mandón. Pero hay algo que siento cada vez que estoy con el, y es la seguridad, me siento segura con el, pero no vayan a pensar otra cosa, lo sigo odiando. Las peleas de el son como la de las personas que dicen que la harina va primero que el agua, y otras dicen que el agua va primero que la harina, cosas mínimas pero cansado.

A pesar de todo eso, me gusta pasar tiempo con el, no he dejado de ayudar a Blanca, más bien, ella me dice que no haga nada, pero mi trabajo como niñera, sigue siendo mi trabajo —aunque no cumpla lo de niñera—. Ayudo en limpiar, pasar el trapeador, lavar platos, cocinar, comprar las dispensas, regar las flores, limpiar la piscina, y entre otras cosas más.

Las chicas, han venido a la mansión cuando notan que no he ido al edificio. Han estado planificando para hacer la fiesta con la temática de Halloween, Blanca no les ha dicho que no. Tienen pensado usar el patio trasero para hacer la celebración. Nunca me gustó celebrar un día en el que te disfrazas de un muerto o algún personaje que da miedo.

No es que le tenga miedo.

«Si, si les tengo miedo.»

Aunque las chicas me dijeron que no era obligado a que me disfrazara de un muerto, me recomendaron bastante en que me disfrazara de cualquier cosa que no tenga que ver con muertos. Sigo pensándolo, pero tomaré en cuenta su propuesta.

Respecto a mi madre, he hablado con ella, bastante diría yo. Le he hablado de Jayden y está igual que las chicas, que en cualquier momento terminaremos juntos.

De tan solo recordar cuando apostaron por eso, me da un poco de jaqueca.

Aún les seguiré diciendo que me parece atractivo, de hecho, ya ni sé cómo dirigirme hacia ustedes con el.

Tengo miedo de aferrarme otra vez a la Nitofilia.

Terminaba de limpiar la cocina, junto con Blanca, habíamos estado comiendo palomitas mientras me contaba sus anécdotas de cuando era joven. Era muy atrevida cuando tenía mi edad, y muy rebelde. Me contó cuando estaba en Venezuela, las aventuras turísticas que tuvo en Alemania, al cumplir sus veintiuno se quedó aquí en casa de los Lannister como niñera.

Miro la hora en el reloj y marcaban las tres de la tarde, las chicas habían mandado un mensaje diciendo que vendrían a pasar la noche, de hecho, Cloe ha estado comentando que sospecha de que Nicholas le está poniendo los cuernos y esa es la razón por la cual quieren venir.

Blanca termina de pasar el trapeador y yo termino de limpiar las encimeras.

—Deberias de subir a darte una ducha antes de que vengan —dice la doña arrugando la nariz con gesto de burla.

Huelo mi camisa y levanto el mentón con una sonrisa en mis rostro.

—No huelo mal —le sigo la corriente y ella suelta a reir. Al igual que yo.

—Ya pega el olor —aparece James y luego Jasper.

Volteo y llevo una mano a mi pecho con indignación fingida al verlos.

—Acaban de herir los sentimientos de esta pobre chica —trato de no reír y ellos se acercan al refrigerador para sacar una jugo de naranja.

Los chicos han estado muy ocupados con los deberes de la institución, admito que son muy inteligentes, no han pedido ayuda para nada en sus tareas. Muy poco se les ve la cara, ya que se la pasan encerrados investigando, haciendo tareas, pasando trabajos por correos.

Cuando Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora