Capítulo 22

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DESCONOCIDO.

Me desespera tan solo pensar que tenemos que esperar otro mes más para poder sacar a la luz la verdad. Han pasado casi 3 años desde ese momento donde empezó todo. ¿Cuanto tiempo tienes que necesitar para poder decirle la verdad a alguien?, ¿Esperar el día de tu muerte? ¿Esperar el día que tus pulmones ya no puedan seguir funcionando.?

No estoy y nunca estuve de acuerdo a que esperara mucho tiempo en contarle la verdad, ni siquiera ella le ha dicho.

No dejaré de pensar en lo mal que estará cuando sepa todo, cuando sepa que hubo cómplices de por medio. Cuando sepa que lo mantuvieron en secreto por casi 3 años.

Llevo las manos a mi cabeza y evito no entrar en un momento de desespero.

—Cariño nosotros no podemos hacer nada —coloca su mano en mi hombro y me dedica esa mirada de compresión.

Suspiro y bajo las manos hasta dejarla ambos lados de mi cuerpo.

—No puedo seguir con esto —pronuncio su nombre con dulzura.

—Nosotros tampoco podemos seguir con esto, pero que más nos queda que quedarnos de brazos cruzados hasta que haya un cambio de luz —se coloca en frente de mi y me pierdo en ese color cafe de sus ojos—. Hicimos mucho y tenemos un buen resultados de eso, me siento orgullosa de como van las cosas.

—Pero también pasaron cosas que no estaban en el plan.

Ella sonrió y me acaricia la mejilla con su pequeña mano delicada.

—Mi amor, el plan era a que estén como estén, ya de ahí no nos hacemos cargo de lo que pasa, lo único que tenemos que hacer es evitar que nada se pase de la raya.

Pensándolo bien en lo que me dice ella, y si, tiene razón. Hicimos lo que teníamos que hacer y ya no podemos seguir haciendolo.

—Confío en que el tiene todo bajo control, así que quédate tranquilo, ahora vamos a tomar un café, hoy estuve muy ocupada en el trabajo.

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VIOLET.

Habia pasado tres días desde que hable con las chicas en la cafetería, me sentía a gusto después de tener esa charla con ellas como en años atrás, mi madre no me ha contestado las llamadas ni los mensajes que le he enviado, eso es preocupante porque siempre me responde al sonar el primer tono y al segundo los mensajes.

Jayden tampoco ha estado mucho en el departamento, se ha estado quedando en su casa desde que tuvimos esa conversación profunda aquel día, no he querido molestarlo porque quizás quiere su espacio.

Me abruma que las cosas entre nosotros este yendo de mal a peor.

Niego con la cabeza. No Violet. No pienses cosas más allá de lo que no sabes.

Suspiro, me levanto de la cama y al caminar a la sala miro a Zeus acostado en el mueble y busco a los alrededores algún rastro de Jayden.

—¿Te ha traído el? —le pregunto al perro como si el fuera a responderme.

Zeus ladea la cabeza y saca la lengua como siempre lo hace.

Busco por el pequeño espacio del departamento y no veo a un chico de 1.85 por ningún lado. Me acerco al perro y en su collar había un papel envuelto con una cinta delgada.

Entrecierro los ojos y acerco mis dedos a su cuello y siento su pelaje suave en mis nudillos, logro sacar el papel y al quitarle la cinta empiezo a abrirlo para poder leer lo que tenia escrito.

Cuando Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora